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Gallardón, el último superviviente entre los herederos al trono del PP
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ANTE EL DESGASTE POLÍTICO DE AGUIRRE Y CAMPS

Gallardón, el último superviviente entre los herederos al trono del PP

Uno tras otro, los candidatos con más posibilidades de suceder a Mariano Rajoy al frente del PP se han visto salpicados por diversos casos de corrupción.

Foto: Gallardón, el último superviviente entre los herederos al trono del PP
Gallardón, el último superviviente entre los herederos al trono del PP

Uno tras otro, los candidatos con más posibilidades de suceder a Mariano Rajoy al frente del PP se han visto salpicados por diversos casos de corrupción. Todos menos uno. Alberto Ruiz-Gallardón permanece a salvo de la tormenta de dossieres, grabaciones e investigaciones judiciales que azota a Esperanza Aguirre, Francisco Camps y al entorno de José María Aznar. El alcalde de Madrid ha sabido apartarse a tiempo de los focos guardando un escrupuloso silencio, pero en el interior del PP abundan los rumores sobre el verdadero papel que Gallardón está jugando en la crisis.

La prudencia que está presidiendo los movimientos del alcalde, sus buenas relaciones con el grupo Prisa y su ya célebre ambición son las evidencias que manejan sus compañeros de partido para sospechar que Gallardón está “moviendo los hilos” a su favor.  Y es que más allá del cierre de filas en torno a Rajoy para denunciar la “trama contra el PP”, entre los diferentes cuadros ‘populares’ cunde la desconfianza.  “A Gallardón le gusta rodearse de gente que le nutre de información y chascarrillos, siempre está al tanto de lo que pasa”, señalaron fuentes conocedoras del alcalde, que añadieron que Gallardón “sabe urdir alianzas por encima de los intereses propios del partido, como hace con Prisa”.

Lo cierto es que el valor de Gallardón como futuro líder del partido está en alza, dado que sus rivales han tropezado con la trama de espionaje y la operación Gürtel en plena carrera hacia la presidencia del PP. Camps ha sido el último barón en verse involucrado directamente en la investigación del juez Baltasar Garzón. La Fiscalía Anticorrupción filtró al diario El País que el presidente de la Comunidad Valenciana está implicado en el caso de corrupción que presuntamente encabeza Francisco Correa. Pese a que la conexión se reduce a una grabación en que una imputada cita el pago de 30.000 euros en trajes para Camps, el nombre del presidente del Ejecutivo valenciano ya ha quedado manchado por la trama, y su Gobierno deberá afrontar el desgaste político de la investigación. Rajoy, que recibió el respaldo de Camps para ser reelegido el pasado junio, aseguró ayer que el presidente valenciano “es un político honrado”.

Unas palabras de apoyo que nunca ha llegado a pronunciar en el caso de Aguirre. La presidenta de la Comunidad de Madrid, referente del sector crítico en el PP, se ha visto desbordada por la acumulación de escándalos en torno a su Gobierno. Sus propios colaboradores han truncado una progresión política que, hace apenas un año, situaba a Aguirre como una figura capaz de arrebatar a Rajoy el liderazgo del partido, así como de confinar a Gallardón en la Plaza de Cibeles.

No obstante, el alcalde no está completamente a resguardo de la polémica, ya que la sombra de Correa también planea en el Ayuntamiento de Madrid. El País informó ayer que la concejalía de Vivienda amañó en 2004 un concurso a favor de Correa, aunque la cabecera de Prisa precisa que Gallardón denunció el contrato ante los tribunales y expedientó a un funcionario. Además, el diario Público abre este viernes su edición señalando que el consistorio madrileño firmó contratos por valor de 400.000 euros con Special Events, sociedad controlada por Correa.

La sucesión de Rajoy

Pero Gallardón cuenta también con el as de Ana Botella, una carta que puede jugar ante el ex presidente Aznar, cuya autoridad se ha visto mermada por la imputación de los miembros ‘el clan de la boda’ en la instrucción de Garzón. Asimismo, el alcalde de Madrid posee el aval del histórico Manuel Fraga, y asiste a la desestructuración del núcleo de parlamentarios críticos con Rajoy. El presidente del PP ha logrado una unión temporal del partido para responder a lo que consideran un ataque coordinado del Gobierno socialista, la Fiscalía y Garzón. El escándalo de la cacería está funcionando como un elemento cohesionador, aunque existe la convicción de que la paz interna sólo continuará si el PP no sufre un descalabro en las elecciones gallegas, vascas y europeas.

Si Rajoy no obtiene unos buenos resultados en estos comicios, volverá a abrirse la guerra sucesoria. Y allí estará Gallardón, como el último superviviente entre los barones del partido. Sólo un nombre pone en riesgo sus posibilidades: Rodrigo Rato. Pero el ex director del FMI sólo estaría dispuesto a regresar si todo el partido se lo pide de forma unitaria, y si en primer lugar, Rajoy, voluntariamente o no, deja el cargo libre.

Uno tras otro, los candidatos con más posibilidades de suceder a Mariano Rajoy al frente del PP se han visto salpicados por diversos casos de corrupción. Todos menos uno. Alberto Ruiz-Gallardón permanece a salvo de la tormenta de dossieres, grabaciones e investigaciones judiciales que azota a Esperanza Aguirre, Francisco Camps y al entorno de José María Aznar. El alcalde de Madrid ha sabido apartarse a tiempo de los focos guardando un escrupuloso silencio, pero en el interior del PP abundan los rumores sobre el verdadero papel que Gallardón está jugando en la crisis.

Alberto Ruiz-Gallardón Mariano Rajoy Francisco Camps