Ciutadans y UPyD se manifiestan en Barcelona contra la gestión lingüística de Montilla

La lengua sigue siendo uno de los grandes temas de debate en Cataluña, especialmente en lo que hace referencia a la inmersión lingüística en las escuelas. Este es el motivo por el que Ciudatans ha decidido concentrarse hoy en la Plaza de Sant Jaume de Barcelona. El partido liderado por Albert Rivera pide la dimisión del Presidente de la Generalitat, José Montilla, por no acatar la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a la Administración autonómica a cumplir con la ley lingüística que permite que en las hojas de inscripción de los niños se pueda elegir la lengua en que han de ser escolarizados: castellano o español. Los planillos actuales no contemplan esta posibilidad, sino que, directamente, todos pasan a tener clases en catalán. Además, la ley de Educación nacional establece que, como mínimo, ha de haber tres horas de castellano semanales en la educación, en vez de dos, pero la Administración catalana se ha negado a aplicarla.

Esta no es la primera concentración por el bilingüismo en Cataluña que convoca Ciudadanos. El pasado 28 de septiembre, esta formación tuvo especial protagonismo en la manifestación que reunió a más de 4.000 personas para protestar por la política lingüística que aplica el tripartito. A diferencia de entonces, el Partido Popular (PP) ha decidido no secundarla. Por contra, Unión, Progreso y Democracia (UPyD), la formación que lidera Rosa Díez, decidió ayer sumarse a la propuesta. Un comunicado de este partido distribuido ayer a todos los militantes, convocó a éstos a concentrarse hoy para protestar contra el incumplimiento, por parte de la Generalitat, de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que obliga al Gobierno autonómico catalán a preguntar en qué idioma se han de escolarizar los hijos.

A la concentración convocada por Rivera, también se ha sumado, por ejemplo, la organización Convivencia Cívica Catalana (CCC), la plataforma que interpuso los recursos por los que el Tribunal Supremo se pronunció hace unos meses reclamando a la Generalitat una hoja de inscripción legal y con la opción de que los niños puedan ser escolarizados en castellano, como prevé la ley. Hasta ahora, el Gobierno autonómico ha hecho oídos sordos a la sentencia. Su as en la manga es que está a punto de aprobarse una nueva Ley de Educación de Cataluña que eliminará este requisito. Por tanto, los estudiantes de los primeros ciclos -que son los que podrían tener opción al bilingüismo- son automáticamente escolarizados sólo en catalán.

En la protesta de septiembre del año pasado, los populares catalanes fueron de la mano con Ciudatans y entre los manifestantes había primeras espadas, como su presidenta Alicia Sánchez-Camacho, o su secretario general, Jordi Cornet. Los populares justifican su ausencia en el día de hoy argumentando que “los dos son partidos diferentes y cada uno organiza sus propias acciones” y que “no tiene porqué ir a las concentraciones convocadas por Ciudatans”.

En el mismo sentido, fuentes oficiales del PP declararon a El Confidencial que “el respeto por el bilingüismo en las escuelas catalanas también es prioritario para nosotros”. Por eso, aseguran, “estamos realizando nuestras propias acciones” para defender el derecho de los padres a escolarizar a sus hijos en una de las dos lenguas oficiales.

Contraprogramación del Gobierno

En esta coyuntura, no es casualidad que ayer, un día antes de la concentración, el Presidente del Parlamento de Cataluña, el republicano Ernest Benach, saliera en defensa del modelo actual de inmersión lingüística inaugurando una exposición en la que se promueve el uso del catalán entre los inmigrantes. La muestra, que acoge el propio Parlamento, la ha realizado la Plataforma per la Llengua (Plataforma por la Lengua), conocida por su defensa de la independencia de Cataluña dentro de su campaña para la acogida lingüística en catalán a los inmigrantes.

Durante la inauguración de la exposición, que lleva por nombre "El català? És ‘chévere’!", Benach, dirigente destacado de ERC y hombre fuerte del vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, quiso dejar claro que “la lengua discriminada en según qué ámbitos es el catalán”, y defendió su uso entre los recién llegados para que se convierta en “la lengua real del país”.