Camacho completa la renovación del PPC con el cambio de portavoz parlamentario

Lenta, pero segura. Así ha actuado la presidenta del Partido Popular en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, desde que llegó al poder el pasado verano, tras ser designada a dedo por la dirección de Génova y evidenciar una importante fractura entre los populares catalanes. Con el cambio de portavoz en el Grupo Parlamentario, Camacho da por finalizada, por el momento, la formación de su propio equipo.

 

La última decisión que Camacho ha tomado, para controlar la totalidad de los movimientos de los diputados del Parlamento en Cataluña, ha sido la destitución fulminante de la hasta ahora portavoz Carina Mejías, y la sustitución inmediata por la también diputada Dolors Montserrat.

Mejías es afín al ex presidente de los populares Daniel Sirera. Éste tuvo que ceder de mala gana la presidencia a Alicia Sánchez-Camacho después de que la dirección del partido en Madrid decidiese que era la mejor candidata, anulando las posibilidades de Sirera y del otro rival, Alberto Fernández-Díaz, presidente del grupo municipal del PP en al Ayuntamiento de Barcelona. Ante la imposibilidad de Sirera y Fernández-Díaz de plantarle cara a Camacho, en el congreso, ambos decidieron aceptar un sillón en la ejecutiva de la senadora. 

Por su parte, Dolors Montserrat está considerada próxima al equipo que dirige Mariano Rajoy. Así pues, con este cambio, Camacho se asegura conocer de primera mano los movimientos de los catorce diputados que actualmente tiene el PP en Cataluña y opinar sobre la actividad legislativa del grupo.

 

Los retos de la presidenta Camacho

 

A pesar de la renovación, a la presidenta todavía le quedan dos retos por superar. El primero de carácter personal, es el importante desconocimiento que la población y los votantes del PP tiene de ella y de su discurso. En las últimas encuestas del Centro de Opinión de la Generalitat salió como la política catalana menos conocida, incluso entre sus propios electores.

El otro escollo a superar es el control del grupo municipal de la capital catalana, históricamente en manos de Alberto Fernández-Díaz y su equipo. Para intentar salvar este problema, Camacho decidió dar la secretaria general del partido a Jordi Cornet, número dos en el Ayuntamiento y muy próximo a los Fernández-Díaz. Habrá que ver si este cambio le resulta suficiente o tendrá que tomar otras medidas.