Montilla asume que tendrá 1.500 millones menos de financiación para 2009 de los que reclama

La Generalitat se pone en lo peor. Muy a su pesar, para el año 2009 tiene previsto ingresar menos de 1.500 millones de euros adicionales para su financiación, como reconoce un alto cargo técnico de la Administración catalana. Será menos de lo solicitado por fuerzas políticas y económicas regionales. Un tema sobre el que hay un baile de cifras desde hace meses, donde CiU reclamó 4.200 millones y el PSE no ha avanzado cifras precisas. Sólo Solbes se ha mojado, tras ofrecer inicialmente entre 1.700- 1.800 millones para el próximo ejercicio.

El pasado julio, la Cámara de Comercio de Barcelona consideró que eran necesarios de 3.800 millones adicionales. Sin embargo, su presidente ha rebajado ahora aquella demanda “un 50% de los entre 3.500 y los 3.800 millones adicionales que corresponderían en el caso de la aplicación del nuevo modelo de financiación”. Para atenuar el efecto que pueda causar en Cataluña esta rebaja, la misma Cámara ha indicado, a la vez, que a finales de 2011 se debería llegar a una horquilla adicional de ente 3.500 y 3.800 millones de euros.

El debate sobre la nueva financiación autonómica y las aportaciones inmediatas del Estado ha calado poco en la opinión pública catalana. Ha habido tantos pronunciamientos en orden disperso que al final sólo ha incrementado la confusión. En la concentración del pasado 11 de septiembre en el Parque de la Ciudadela de Barcelona no había ninguna pancarta sobre este tema. Tampoco las bases, ni siquiera las de las fuerzas minoritarias del Tripartito, están haciendo especial ruido.

“Una vez aprobados los presupuestos del Estado, Solbes está menos dispuesto que antes a hallar un acuerdo. Los más preocupados son las fuerzas del Tripartito, en particular ERC”, explican desde Barcelona . Esquerra es ya el partido con una mayor pérdida de expectativas de voto. También es el que ha reivindicado mayores cambios en la financiación, aunque su protagonismo esté encabezado por el lujo del coche oficial asignado al Presidente del Parlamento, Ernest Benach.

La papeleta de CiU

Desde CiU, la financiación sigue siendo un eje de su discurso. “Este tema puede llevar a la disolución del Tripartito y a unas elecciones anticipadas”, subraya un dirigente nacionalista. “Durante meses ha habido dentro de CiU y del PSC partidarios de una “sociovergència”. Hoy, y respecto al corto plazo, aquella posibilidad ha desaparecido, en particular por el tema de la financiación. Tanto nosotros como el PSC estamos en la perspectiva del enfrentamiento electoral. Es la única salida lógica al fracaso que implicará el casi inevitable recorte del Estatuto y el fracaso de la mejora de la financiación que está al caer. Hoy, de ninguna manera y en ningún caso podemos ir a una sociovergència”.

Dentro de este escenario, desde las filas de CiU reconocen que “Zapatero está pidiendo a Artur Mas que entremos a formar parte del gobierno central. Nunca nos lo había pedido con tanta intensidad como ahora. Pero nuestra decisión de no aceptarlo es firme y definitiva, mientras duren las actuales circunstancias”.