La Generalitat ratifica las ayudas a Caprabo y pone al pequeño comercio en pie de guerra

No hay vuelta atrás. La Generalitat continúa en sus trece y, a pesar de las críticas recibidas, va a subvencionar a Caprabo para que promocione los productos catalanes. Una decisión que ha puesto en pie de guerra al pequeño comercio catalán, que además de lidiar con la crisis económica que azota España, ahora debe hacer frente a la competencia desleal impulsada por el Gobierno de la Generalitat. Se cifra en 90.000 el número de comerciantes afectados por el plan del consejero de Agricultura y Alimentación, Joaquím Llena, de subvencionar a Caprabo con 300.000 euros para promocionar y potenciar la venta de productos catalanes a través de una rebaja del 20% del precio final.

 

Igual de indignados están los productores con denominación de origen distinta a la catalana, pues su producto se mantiene al precio habitual en Caprabo y en el resto de supermercados. Así pues, hoy ‘hacer la compra en catalán’ sale un 20% más barato que si mezclamos productos de distintas procedencias. Algunas voces del sector ya han reprochado a Llena que, “de esta forma, no se hace país”.

 

El colectivo más afectado, los tenderos representados por la Confederación de Comercio de Cataluña, ha anunciado que se personará como parte afectada en la investigación que ha abierto la Comisión Nacional de la Competencia y presentará su propia denuncia a las autoridades competentes. De momento, los abogados de la confederación están trabajando por lo que, de un momento a otro, pueden tener lista la demanda.

La medida tomada por el Gobierno ha sido calificada de “chapuza” por los afectados. El secretario general de la Confederación del Comercio de Cataluña, Miguel Ángel Fraile, afirma que “el importe de la subvención supera lo que marca la UE. Según Bruselas, para las ayudas de más de 200.000 euros hace falta llevar a cabo un concurso público”. Una regla que Llena se ha pasado por alto.

 

Precedente inaceptable

 

Además, Fraile considera que “es un precedente absolutamente inaceptable. No sabemos cuál es el objetivo real porque la promoción de productos catalanes siempre se ha hecho desde un carácter genérico y no sólo en una cadena de supermercados”. En Cataluña, el 80% de los productos con denominación de origen catalana se venden a través de la red del pequeño comercio, por eso, los vendedores que “no reciben ningún tipo de ayuda ni subvención por parte de Agricultura”, no salen de su "estupor" por la iniciativa del Ejecutivo de Montilla.

Los 350 gremios agrupados en la Confederación no son los únicos que se quejan. El resto de supermercados, agrupados en la asociación CEDAC, y la agrupación de grandes superficies ANGED también han mostrado su malestar.