Sebastián da luz verde a Argentina para que nacionalice Aerolíneas, pero reclama discreción

Las negociaciones a tres bandas entre Gobierno argentino, español y el grupo Marsans para encontrar una solución al caso de Aerolíneas Argentinas se suceden. De acuerdo con la información publicada por el diario argentino Página/12, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, dio luz verde al Gobierno argentino para que nacionalizara Aerolíneas Argentinas, con la única condición de que el proceso se lleve a cabo con mesura para evitar controversias en España. En conversación con Alberto Fernández, jefe de Gabinete del Ejecutivo argentino, Sebastián se encargó de transmitir que el Gobierno español no pondría ningún obstáculo importante para la operación.

El diario La Nación también mencionó la existencia de una reunión entre Sebastián y su homólogo argentino, Julio De Vido, que habría tenido lugar el pasado miércoles. Por su parte, Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, se reunió el viernes con su homólogo Jorge Tania para avanzar en una solución para Aerolíneas.

De este modo, la aerolínea no se declararía en quiebra, sino que Marsans cedería todas sus acciones a cambio de que el Estado argentino asuma la abultada deuda que arrastra la compañía. En caso de que Marsans se negara, el Gobierno Argentino optaría por llevar a cabo la nacionalización a través de la aprobación de una ley en el Congreso. No obstante, la prioridad del Gobierno sería recuperar la empresa por una vía negociada, sin llegar a la expropiación, ya que la intención final de Argentina es que el proceso concluya con una nueva privatización.

Sin embargo, según La nación, el secretario de Transportes argentino, Ricardo Jaime, está preparando ya el proyecto de ley para la nacionalización del 100% de los títulos de la compañía aérea, algo que fuentes sindicales tildaron de “expropiación”, aunque el Ejecutivo prefiera obviar esta palabra “porque suena a Chávez”. Así, el Gobierno argentino habría exigido al subdirector general de Viajes Marsans, Vicente Muñoz, el desembolso de 90 millones de dólares (56,5 millones de euros) para cubrir las operaciones de los 90 días.

Críticas del Gobierno argentino

Jaime arremetió contra el grupo Marsans asegurando que “hay compromisos que asumió la empresa y que no cumplió", y negó que el Ejecutivo argentino esté impulsando de manera intencionada la crisis de la aerolínea para justificar su nacionalización. "Si alguien cree que el Estado puede haber deliberadamente perjudicado a una empresa que hoy debe casi 900 millones de dólares me parece que está mirando otra película", reclamó Jaime. Además, el secretario de Transportes no descartó la existencia del proyecto de ley para culminar la nacionalización.

Según el artículo publicado por Cledis Candelaresi y Daniel Miguez en Página/12, la nacionalización, pese a ser la solución más probable, choca con dos problemas: el precio de la línea aérea, difícil de establecer dado el nivel de endeudamiento, y la cifra que deberá aportar el Estado para conseguir las acciones de Marsans. Además, el Gobierno debe gestionar las reclamaciones de los 9.000 empleados de Aerolíneas, organizados sindicalmente, que se ha mostrado dispuestos a firmar una paz social por tres años si la empresa es nacionalizada.