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A la tercera tampoco va la vencida
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LOS CHASCOS POLÍTICOS DE NEBRERA EN EL PPC

A la tercera tampoco va la vencida

Montserrat Nebrera apareció en la escena política catalana de la mano del ex presidente de los populares catalanes Josep Piqué como la savia nueva que iba

Foto: A la tercera tampoco va la vencida
A la tercera tampoco va la vencida

Montserrat Nebrera apareció en la escena política catalana de la mano del ex presidente de los populares catalanes Josep Piqué como la savia nueva que iba a dar al PPC en las elecciones autonómicas un importante salto en número de escaños. Además, en su presentación reveló que no llegaba al partido sola, sino que su objetivo era conseguir 2.000 afiliados para la formación. De momento, las nuevas altas conseguidas por la diputada se podrían contar con los dedos de la mano.

La foto de Nebrera bajo el eslogan ‘Que gane el sentido común’ llenó las grandes avenidas de Barcelona y del resto de las capitales de provincia. Era una cara nueva a potenciar. Pero, pasado el 1 de noviembre de 2006 -día en que se celebraron las elecciones- llegó la cruda realidad para Montserrat Nebrera, que hasta el momento sólo había disfrutado de la cara amable de la política.

Piqué perdió ese 1 de noviembre un escaño y Nebrera su posición privilegiada. Seguramente, nunca olvidará -como cualquier diputado- su primer día en el hemiciclo del parlamento. Su intención era sentarse al lado del presidente, pero sus compañeros le indicaron que ese era sitio para el portavoz, tras intentar ocupar la tercera silla, le indicaron de nuevo que ese no era su puesto. Los sillones estaban repartidos y el suyo estaba en la última fila. Lo mismo con los despachos, mientras que presidente y portavoz gozan de uno de maderas nobles, ella se sienta en el último de los destinados al PP con muebles de fórmica y, además, compartido.

Pero Nebrera no es una mujer conformista. Si de pequeña soñaba con ser Santa, de mayor quería ser política. Por eso, el 13 de marzo de 2007 reservó el emblemático Hotel Majestic para presentar su propio proyecto político al margen del PP catalán. La cena y posterior conferencia reunió a más de 400 personas, muchas de ellas cercanas al Opus Dei, que pudieron escuchar como la diputada calificaba a su partido en Cataluña de “charca ponzoñosa y asquerosa”.

La cena, convocada sin previo aviso a la cúpula del partido, exasperó al presidente Josep Piqué, quien no podía dar crédito a lo que contaban los periódicos. El entonces líder del PP en Cataluña fue llamado a capítulo por Génova, y tras dar la cara ante Mariano Rajoy por la que había sido su apuesta personal, consiguió que las represalias contra la diputada no fueran a mayores y que Nebrera se mantuviera en su sitio.

Abandonada por sus padrinos

Aunque todo fue en vano. Piqué tiró la toalla y Nebrera se quedaba sin padrino y amarrada al barco. Tras este capítulo, la catedrática optó por el silencio y por desempeñar, con notable excelencia, su labor parlamentaria. Sin mebargo, todo ha cambiado cuando durante estas últimas semanas ha visto, de nuevo, la oportunidad de ser ‘la santa’ que salve al PP de su deterioro en Cataluña.

Con la convocatoria del Congreso se le abría una nueva puerta para ocupar el puesto que lleva dos años reivindicando y que, supuestamente, Piqué le había prometido. Así pues, decidió presentar su candidatura a la presidencia enfrentándose a dos pesos pesados: el propio presidente, Daniel Sirera, y el ex presidente y concejal en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández-Díaz.

Elprimer paso lo superó, tras conseguir los compromisarios mínimos necesarios. Algunos apuntan que no son fieles de Nebrera, sino detractores de los otros dos postulados al cargo, que no veían como alternativa ni a Sirera ni a Fernández Díaz. Su momento más dulce tuvo lugar hace unos días, cuando ocupaba las portadas del fin de semana de todos los periódicos y noticieros tras conseguir un principio de acuerdo con el concejal Fernández Díaz.

una vez más, todo resultó efímero. Ya dice el refrán que ‘la alegría dura poco en casa del pobre’, y aunque las finanzas de la diputada están más saneadas que las de muchas familias españolas y ella se considere de ‘clase media’, podemos decir que en política ‘quien no tiene padrinos no llega lejos’ o no sale en la foto. Y a Nebrera, su padrino Piqué hace tiempo que le abandonó.

De ahí que Fernández-Díaz, mucho más bregado en estos temas, haya optado por “traicionarla” y acatar las órdenes de Génova aceptando a Alicia Sánchez-Camacho como candidata a la presidencia y haciendo esfuerzos por conciliar un pacto precongresual con Sirera. Aún así, Nebrera era una mujer de palabra y no se achica y, aún sabiéndose perdedora, continua con su candidatura para testar que fuerza tiene en el partido. Aunque a estas alturas ya debe haber comprobado que son mínimas.

Montserrat Nebrera apareció en la escena política catalana de la mano del ex presidente de los populares catalanes Josep Piqué como la savia nueva que iba a dar al PPC en las elecciones autonómicas un importante salto en número de escaños. Además, en su presentación reveló que no llegaba al partido sola, sino que su objetivo era conseguir 2.000 afiliados para la formación. De momento, las nuevas altas conseguidas por la diputada se podrían contar con los dedos de la mano.

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