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Génova quiere recuperar el control de FAES, aunque siga Aznar, para aprovechar sus recursos
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Génova quiere recuperar el control de FAES, aunque siga Aznar, para aprovechar sus recursos

La próxima batalla que quiere librar el PP de Mariano Rajoy en clave interna tiene nombre de fundación: FAES. El think tank del Partido Popular que

Foto: Génova quiere recuperar el control de FAES, aunque siga Aznar, para aprovechar sus recursos
Génova quiere recuperar el control de FAES, aunque siga Aznar, para aprovechar sus recursos

La próxima batalla que quiere librar el PP de Mariano Rajoy en clave interna tiene nombre de fundación: FAES. El think tank del Partido Popular que preside José María Aznar se ha caracterizado por un discreto distanciamiento de las luchas internas precongresuales pero, sobre todo, por haber sido un convidado de piedra durante los cuatro años anteriores, en los que Génova prácticamente despreció los recursos de la Fundación, sobre todo a la hora de crear ideología.

El nuevo equipo de Mariano Rajoy, sin embargo, es consciente de que en FAES tienen, desde el punto de vista del desarrollo de ideas, muchos más recursos de los que dispone Génova y, sobre todo, mucho más tiempo para dedicarse a ‘pensar’. El primer paso de Génova, cumpliendo, por otra parte, con los estatutos de la propia fundación, ha sido colocar a María Dolores de Cospedal en el Patronato de la misma como vicepresidenta, cargo que le corresponde por ser secretaria general del PP.

Pero si hasta ahora la presencia del PP en las labores de FAES era meramente testimonial, la intención de De Cospedal y de Rajoy es aprovechar más el terreno abonado que permite una fundación que dispone de lazos estrechos con otras fundaciones de centro-derecha europeas y americanas. En este sentido, en Génova consideran que su actual secretario general, Jaime García Legaz, puede sintonizar con el nuevo espíritu que impera en el PP.

El vídeo del 11-M

El distanciamiento de Génova y FAES tiene fecha, marzo de 2005. En aquella ocasión, la Fundación hizo público un video sobre el 11-M, titulado Tras la masacre, cuyo contenido causó malestar en la sede del PP, no tanto por el contenido, como por la inoportunidad de su difusión según dijeron en aquel momento. Rajoy contestó a ese video señalando que el PP debía hacer oposición con “cabeza”, y no “desde las vísceras”.

A partir de ahí la relación entre Rajoy y el presidente de FAES, José María Aznar, se fue deteriorando, si bien es cierto que la Fundación, entonces en manos de Javier Fernández Lasquetty como secretario general, siguió su ‘marcha’, llevando a cabo sus seminarios y, sobre todo, impulsando los contactos con el exterior, lo que dio lugar a un par de documentos de relevanjcia internacional que Aznar presentó por todo el mundo, sin que Génova los asumiera como propios.

Y es que en Génova crecía, sin embargo, la prevención hacia la fundación desde la que, se decía, se estaban alimentando toda clase de conspiraciones contra el líder del PP. Fuera o no verdad, lo cierto es que mientras en Génova se hacían esfuerzos por buscar un tono moderado de oposición, desde FAES se practicaba un discurso duro contra el Gobierno de Rodríguez Zapatero, y en más de una ocasión chirriaban las diferentes sensibilidades.

Aznar entra en escena

Hasta el pasado Congreso. Allí, el presidente de FAES, José María Aznar, dedicó primero un saludo despreciativo a Rajoy y, después, un discurso muy duro cargado de reproches hacia el líder del PP. Fue cuando el nuevo equipo decidió que también tenía algo que decir en la marcha de la Fundación que, en definitiva, depende del PP aunque en su patronato haya empresas privadas. El problema ahora va a ser hacer sintonizar ambos discursos.

“Es evidente que Aznar va a imponer en FAES una línea dura de oposición, más próxima a lo que se hizo en la pasada legislatura. A nosotros nos interesa que FAES colabore en modificar ese discurso, en plantear soluciones a problemas como la crisis económica, la inmigración, la seguridad ciudadana...”, dicen fuentes de Génova 13. Fuentes de FAES señalan que “Génova solo tiene que decirnos lo que quiere para que nosotros nos pongamos a trabajar”, pero esto no es tan fácil.

Congeniar intereses

De entrada, el equipo de Rajoy no quiere que FAES se convierta en una oposición a la oposición. “Nosotros podemos indicar por donde queremos ir, pero ¿luego ellos van a buscar el discurso duro o no?”. En este sentido, fuentes de Génova señalan que “García Legaz puede ser un buen elemento equilibrador, capaz de hacer congeniar nuestros intereses con los del entorno más próximo a Aznar en FAES”, un entorno que en Génova creen que va a seguir trabajando en contra de Rajoy.

En principio, Génova no se plantéa pedir cambios de personas en el organigrama de FAES, ni mucho menos que Aznar deje la Presidencia –“eso ni nos lo hemos planteado siquiera”-, pero si le gustaría que el nuevo equipo de Rajoy tenga una presencia más activa, sobre todo en los seminarios y en los laboratorios de ideas. “Creemos que es posible que una vez superada esta fase, FAES y Génova puedan trabajar en sintonía, y para eso solo hace falta voluntad por ambas partes”, afirman estas fuentes.

La próxima batalla que quiere librar el PP de Mariano Rajoy en clave interna tiene nombre de fundación: FAES. El think tank del Partido Popular que preside José María Aznar se ha caracterizado por un discreto distanciamiento de las luchas internas precongresuales pero, sobre todo, por haber sido un convidado de piedra durante los cuatro años anteriores, en los que Génova prácticamente despreció los recursos de la Fundación, sobre todo a la hora de crear ideología.

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