Zapatero y Rajoy se echan a la cara los inhibidores... y los muertos

Vuelven los debates broncos en el Congreso. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, se echaron ayer a la cara los siete soldados muertos en atentado en Líbano y Afganistán.

“Esto es una vergënza”, sentenció el popular al recordar que todos ellos perecieron en un vehículo que carecía de inhibidores de frecuencia que hubieran evitado la explosión a distancia de las bombas colocadas a su paso. Rajoy recordó que en septiembre pasado reclamaron del Gobierno que diera la máxima seguridad a las tropas después del asesinato de la soldado Idoia Rodríguez en Afganistán, fallecida en febrero pasado en un atentado similar al que el domingo se cobró la vida de seis soldados jóvenes al sur de Líbano.

Así fue el nivel de la sesión de control, donde el presidente se enorgulleció de las tropas españolas en el exterior, que disponen ahora de los "mejores medios de seguridad que nunca han tenido en la historia de las misiones de paz” españolas. La bancada del PP le miraba entre escéptica y asombrada por tal aseveración.

Zapatero negó que el atentado contra Idoia Rodríguez fuera similar al del pasado domingo y afirmó además que, tras la instalación de inhibidores en todos los vehículos blindados BMR, España será “uno de los pocos países del mundo que vamos a tener los mejores medios de seguridad”.

El presidente del Ejecutivo recordó que los primeros inhibidores se instalaron en el verano de 2005 y que el PP pudo aprovechar sus ocho años de gobierno para instalarlos. Rajoy, que se había puesto la venda antes de la herida, vio confirmada su aseveración inicial: Zapatero echa siempre la culpa a los gobiernos anteriores cuando, recordó, ha sido el presidente quien decidió enviar tropas a Líbano y Afganistán.

Para Rajoy, lo ocurrido en el Líbano “es una vergüenza” y, después, pasó a recordar que el PP apoyó el envío de soldados a la zona, pero reclamó de Zapatero algo que éste ni ha cumplido: que dijera “la verdad”, que explicara la sociedad y a los soldados que iban a dar su vida por defender un modelo de sociedad. Desde entonces, destacó, el PP ha preguntado varias veces por las medidas de seguridad en el Congreso y en el Senado sin obtener respuesta.

Medallas con distintivo rojo

Su intervención terminó con una sentencia que levantó los aplausos de la bancada popular. Rajoy proclamó que, cuando sea presidente, concederá a estos soldados la medalla al mérito militar con distintivo rojo, en lugar del amarillo que les ha concedido Zapatero.

Ese anuncio molestó al presidente, que sólo dijo una frase: "La vergüenza y la demagogia más burda son sus palabras", afirmación que provocó una ovación entre los socialistas. “La oposición de Rajoy es la oposición de los cementerios”, sentenciaron después asesores del entorno de Zapatero.