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La AVT vuelve al guindo
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La AVT vuelve al guindo

Si el miércoles pasado Emilio Murcia, el abogado de la AVT, se bajaba del guindo que situaba a ETA en las bambalinas de los atentados del

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La AVT vuelve al guindo

Si el miércoles pasado Emilio Murcia, el abogado de la AVT, se bajaba del guindo que situaba a ETA en las bambalinas de los atentados del 11-M, este lunes, su compañero de asociación Juan Carlos Rodríguez Segura, en nombre de un grupo de víctimas, ha decidido no seguir sus pasos e, incluso, se ha subido a las ramas más altas del frutal árbol. Para ello, Rodríguez Segura no sólo ha cargado contra el juez instructor, Juan del Olmo, y la Fiscalía, sino que incluso se ha postulado para ser presidente de un hipotético club de fans de José María Aznar, a cuyo Gobierno ha calificado como “el más firme baluarte de la lucha contra el terrorismo”. De hecho, ha habido momentos al inicio de su informe de conclusiones en el que uno no sabía si lo que se juzgaba era la masacre de Madrid o el envío de tropas a Iraq de tanto que ha insistido el letrado en asegurar que los soldados españoles fueron allí a ayudar a construir hospitales y carreteras, y no a hacer la guerra.

Con estas premisas, el informe de Rodríguez Segura no ha dejado en el tintero ninguno de los agujeros negros que durante todos estos años han aireado los partidarios de la llamada teoría de la conspiración. Ha puesto en duda la validez del vehículo Skoda Fabia y de la Renault Kangoo. Ha llenado de interrogantes el verdadero origen de la mochila bomba y la eficacia de la custodia policial de la misma. Ha criticado la labor de los Tedax y los testimonios de testigos que situaban a algunos de los inculpados en los trenes. Ha mostrado su perplejidad en que los suicidas de Leganés utilizaran metralletas sterling en lugar de los fusiles kalasnikov que, según él, es lo que recomienda el manual de buen yihadista de Bin Laden... Y así, durante un par de horas, escalando rama tras rama por el guindo.

Porque, en su opinión, en la copa del árbol no están otros que Josu Ternera y sus chicos. El abogado de la AVT ha dejado claro que si el sumario aún no ha dejado meridianamente claro que ETA está detrás del 11-M no es porque la banda armada esté libre de culpa, sino “porque no se ha investigado lo suficiente”. No importa, él tiene más que fundadas sospechas de que “intervino otra organización” -una “cuarta trama”, en expresión que ha tomado prestada de otra de las acusaciones- que no sólo convenció a los incautos islamistas de que se subieran a los trenes con las mochilas bomba, sino que también se dedicó a sembrar de pruebas falsas para dirigir la investigación sólo en una dirección, la yihadista... errónea, por supuesto. Rodríguez Segura ha insistido en varias ocasiones en que duda que los “delincuentes comunes, confidentes y traficantes de drogas” que se sientan en el banquillo de los acusados tuviesen la preparación suficiente para preparar un atentado que, en su opinión, requería “estudios rigurosos” sólo al alcance de aquellos que hayan seguido un master en terrorismo en la Universidad del Gohierri.

Si el miércoles pasado Emilio Murcia, el abogado de la AVT, se bajaba del guindo que situaba a ETA en las bambalinas de los atentados del 11-M, este lunes, su compañero de asociación Juan Carlos Rodríguez Segura, en nombre de un grupo de víctimas, ha decidido no seguir sus pasos e, incluso, se ha subido a las ramas más altas del frutal árbol. Para ello, Rodríguez Segura no sólo ha cargado contra el juez instructor, Juan del Olmo, y la Fiscalía, sino que incluso se ha postulado para ser presidente de un hipotético club de fans de José María Aznar, a cuyo Gobierno ha calificado como “el más firme baluarte de la lucha contra el terrorismo”. De hecho, ha habido momentos al inicio de su informe de conclusiones en el que uno no sabía si lo que se juzgaba era la masacre de Madrid o el envío de tropas a Iraq de tanto que ha insistido el letrado en asegurar que los soldados españoles fueron allí a ayudar a construir hospitales y carreteras, y no a hacer la guerra.