Alicante, último bastión del ‘zaplanismo’

Todo puede pasar el próximo 27 de mayo en Alicante, pero el PSOE ya se frota las manos ante lo que aventura como una segura derrota del candidato a la reelección, el popular Luis Díaz Alperi. Alicante es el último bastión del ‘zaplanismo’, aunque el orondo alcalde sea uno de los fieles al presidente valenciano, Francisco Camps. Precisamente allí es donde se va a jugar una de las últimas batallas entre los partidarios del ex presidente Eduardo Zaplana y los del actual.

Zaplana ya lo advirtió cuando se elaboraron las listas. En aquel momento, sus partidarios se quedaron fuera y si ahora el PP no revalida la mayoría absoluta y, por lo tanto, pierde la Alcaldía a manos del tándem PSOE-IU, los ‘zaplanistas’ le van a pasar factura a Camps y, en consecuencia, a todos los que se han decantado por apoyar al presidente valenciano. Ni que decir tiene que si una supuesta derrota en Alicante tiene mayores consecuencias. La guerra va a ser de aúpa.

Y es que el PSOE dice que sus encuestas aventuran un cambio, no sólo en Alicante ciudad, sino también en la Comunidad Autónoma. Bien es cierto que las del PP dicen justo lo contrario, y lo mismo ocurre con las que estos días publican los medios de comunicación.

Sin embargo, si se produjera un cambio en el sentido del voto en beneficio del PSOE, las huestes del presidente provincial del PP y candidato a la Presidencia de la Diputación, José Joaquín Ripoll, pondrían manos a la obra para recuperar el poder perdido. Ripoll es el líder local del ‘zaplanismo’ y el único que puso en un brete al PP en el momento de elaborar las listas municipales y autonómicas, obligando al Comité Electoral Nacional de su partido a retrasar la designación.

Ripoll era consciente de que la negociación era difícil, entre otras cosas porque, a la chita callando, Camps había hecho una revolución silenciosa en el PP, marginando a los ‘zaplanistas’ hasta reducirlos al bastión alicantino, y bastante cercados por los ‘campistas’, con Díaz Alperi a la cabeza. Camps cuenta con el apoyo del PP nacional, y eso ha sido un dato definitivo para desequilibrar la balanza de su lado. Ese, y el de que maneja el presupuesto.

Cambio de chaqueta

Este último detalle, por ejemplo, ha sido decisivo para que muchos alcaldes hasta el momento partidarios de Zaplana cambiaran de chaqueta, como le ocurrió a Díaz Alperi. Ripoll se la tenía jurada y en el último momento, como la responsabilidad de la lista municipal corresponde a la Dirección Provincial del PP, envió a Génova una candidatura encabezada por Díaz Alperi... pero integrada, al completo, por ‘zaplanistas’. En Madrid, lógicamente, se la cambiaron.

Pero el órdago sirvió para que Camps cediera respecto a las listas autonómicas, mientras Ripoll consiguió que los consejeros próximos a Zaplana permanecieran en las mismas garantizando que en esta siguiente legislatura seguirán siendo diputados autonómicos, y el ‘zaplanismo’ conservar, así una mínima presencia institucional. Presencia suficiente para iniciar la conquista del poder si las cosas se le tuercen a Camps. Miguel Peralta, Gema Amor y Alicia de Miguel son los únicos ‘zaplanistas’ que sobreviven a la ‘purga’.

¿Puede ocurrir esto? Es poco probable, a tenor de los sondeos, pero no es descartable que el descontento con el PP en Alicante ciudad, por culpa de las desavenencias internas que han sido la tónica de toda esta legislatura, se trasladen también al resultado provincial, y que eso haga peligrar la mayoría absoluta que el PP necesita para gobernar en Valencia. En cualquier caso, si el partido pierde Alicante, tendrá que hacer mucho examen de conciencia por la forma en que se ha gestionado allí la sucesión.