Antonio Gutiérrez se niega a que Taguas comparezca en el Congreso para “no duplicar el espectáculo” del PP

El presidente de la Comisión de Economía del Congreso, el socialista Antonio Gutiérrez, se niega en redondo a que comparezca en la Cámara Baja el director de la Oficina Económica del presidente, David Taguas. Así, cuando la Comisión se reúna el próximo 29 de mayo para votar esta solicitud del PP, Gutiérrez se mostrará contrario a tal propuesta. Los socialistas no desean que el fango de esta crisis salpique al Parlamento ni “duplicar el espectáculo” montado, a su juicio, por los populares.

El PSOE sigue impertérrito la crisis desatada con las revelaciones del ex presidente de la CNMV Manuel Conthe que señalan directamente a su candidato por Madrid, Miguel Sebastián, cuando éste era director de la Oficina Económica de José Luis Rodríguez Zapatero. Dicha oficina es el presunto epicentro de la filtración de un dossier contra el actual presidente del BBVA, Francisco González.

Antonio Gutiérrez no ve motivos para que Taguas acuda al Parlamento para explicar las actuaciones de su Oficina. Y cree posible que los demás partidos que sustentan al Gobierno mantengan esta misma posición cuando llegue la hora de votar. Ayer, consiguió que la Comisión de Economía rechazara de plano la comparecencia de Carlos Arenillas, vicepresidente de la CNMV, por un motivo básico: porque el Congreso controla a este órgano y a su presidente, pero no al resto de sus altos cargos.

Gutiérrez argumenta que el PP no aporta “prueba alguna” sobre la relación de la Oficina Económica con la filtración, y Sebastián nunca compareció en el Congreso. Los socialistas “no queremos ser corresponsables de un embaucamiento político”, eufemismo que alude a la campaña que, en su opinión, está “orquestando” el PP contra el Gobierno. Y, dado que el PP ha llegado el caso a los tribunales, “no queremos duplicar el espectáculo”.

Un cuarto motivo es que esta legislatura ha tenido un consenso general en la elaboración de leyes económicas, y no quiere introducir un elemento de discordia en el Parlamento. Y, sobre todo, “para que una mala política no enturbie el mundo de los negocios”.

Los socialistas parten del análisis de que el escándalo de la CNMV es una estrategia del PP con motivo de las elecciones del próximo 27 de mayo. Y, desde este paradigma, gestionan esta crisis. Así, han tardado casi dos días en reaccionar a las denuncias de Conthe y a su teoría de las cucarachas (cuando se ve una, es que hay más).

El PSOE está convencido de que el temporal escampará para el día 29, fecha de la votación de la comparencia de Taguas. Y se apresta a parar los golpes hasta entonces. “A partir del viernes, actuará la quinta columna del PP”, sentencia una fuente monclovita en alusión al inicio de la campaña electoral.

Prietas las filas y los dientes, en el Gobierno nadie aparece como muelle sobre el que batir las olas, más allá del propio José Luis Rodríguez Zapatero, que ha tardado dos días en dar una explicación pública. Esta peculiar estrategia de comunicación hizo que el presidente se quedara ayer solo ante el Congreso para desmentir que desde La Moncloa se elaborara un dossier contra FG. “Falso de toda falsedad”, fue su latiguillo.

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