La Infanta Leonor llega con su padre a la clínica para conocer a su nueva hermana

La Infanta Leonor ya conoce a su hermana Sofía, a quien dio "muchos besos" al verla esta mañana por vez primera, según dijo el Príncipe de Asturias al abandonar al mediodía el hospital Rúber Internacional de Madrid en compañía de su hija mayor. Don Felipe llevó hoy a la clínica, dos días después del nacimiento de su segunda hija, a la Infanta Leonor para que conociera a su hermana y viera a su madre doña Letizia.

Y según lo declarado por el Príncipe, la reacción de Leonor al ver a su hermana fue "muy buena". "No tiene celos", aseguró al ser interrogado por los periodistas que hacen guardia ante la Ruber Internacional. Hora y media duró la estancia de la Infanta Leonor en la clínica, adonde llegó diez minutos antes de las once de la mañana sentada en el asiento trasero del coche que conducía el Príncipe.

Don Felipe abandonaba la clínica rumbo a La Zarzuela poco antes de las nueve de la mañana, después de pasar la noche en compañía de su esposa y de su hija pequeña, como hizo también ayer. Dos horas después, en una mañana fría y con el cielo parcialmente cubierto por nubes, regresaba el Príncipe acompañado por la Infanta Leonor, que entró en la clínica en los brazos de su padre.

Antes, padre e hija posaron para los fotógrafos, a quienes la Infanta Leonor regaló un saludo, animada por su padre, que contemplaba la escena muy sonriente. La primogénita de los Príncipes de Asturias vestía de azul, con un traje de flores, una rebeca de un azul más intenso y, recogiendo su rubio y ondulado pelo, una diadema con un pequeño lazo del mismo color.

A las once y media en punto, cuando el sol se había impuesto a las nubes, el Príncipe y su hija mayor aparecían por la puerta principal de la clínica, después de permanecer durante una hora y media en compañía de doña Letizia y de la pequeña Sofía. La Infanta Leonor salió caminando de la mano de su padre, y antes de entrar en el coche -el Príncipe se aseguró de que la pequeña fuera bien atada en su sillita del asiento trasero- posaron de nuevo para los fotógrafos y cámaras de televisión.

Al salir, la Infanta Leonor, que nació en la misma clínica el 31 de octubre de 2005, también tras un parto por cesárea, tenía entre sus manos un pato de peluche de color rosa y que no llevaba a la entrada. Don Felipe jugó unos instantes con su hija, a quien dio dos besos, y tuvo que salir corriendo tras ella cuando la pequeña Leonor decidió bajar corriendo por la rampa de acceso a la entrada principal de la clínica.

Tras un adiós compartido de padre e hija, entraron en el coche que conducía el Príncipe de regreso a su residencia del complejo de La Zarzuela. En la clínica se quedaban doña Letizia y su hija Sofía, quienes, según un portavoz de la Casa del Rey, pasaron bien, "tranquilas", su segunda noche en el centro hospitalario, que se espera abandonen a finales de semana.