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Detienen a Floro San Agapito, el ‘guardián de las tinieblas’ de UCD, PSOE y de los secretos de Alierta
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Detienen a Floro San Agapito, el ‘guardián de las tinieblas’ de UCD, PSOE y de los secretos de Alierta

Hay personas que nacen para proteger secretos. Y ese es el caso del ex comisario Florencio San Agapito, detenido ayer dentro de las investigaciones sobre la

Foto: Detienen a Floro San Agapito, el ‘guardián de las tinieblas’ de UCD, PSOE y de los secretos de Alierta
Detienen a Floro San Agapito, el ‘guardián de las tinieblas’ de UCD, PSOE y de los secretos de Alierta

Hay personas que nacen para proteger secretos. Y ese es el caso del ex comisario Florencio San Agapito, detenido ayer dentro de las investigaciones sobre la extensa trama de corrupción que orbita alrededor de Juan Antonio Roca.

San Agapito fue el guardián de las tinieblas de los sucesivos gobiernos de UCD y PSOE, hasta que saltó al sector privado para custodiar los secretos de César Alierta cuando éste fue nombrado presidente de Tabacalera, en 1996. En el año 2000 siguió a su señorito a su nuevo destino, Telefónica, donde desde entonces ejerce como jefe de Seguridad Corporativa.

Floro, o Florito, fue un héroe oculto durante el golpe de estado del 23 de febrero de 1981, cuando Juan José Rosón dirigía el Ministerio del Interior. Era el jefe de la secretaría particular de Francisco Laína, el director de la Seguridad del Estado, y su papel en aquella crisis, secundario aparentemente, fue crucial. El policía se dedicó a trastocar las comunicaciones de los golpistas, a confundir los télex; es más, informó a su jefe de que el general Alfonso Armada tenía relación con el golpe: “Paco, Armada está en el leñazo”, le dijo en esas horas claves, según reveló el periodista José Oneto en su libro 23 F, la historia no contada.

Con la caída de UCD, San Agapito continuó en el puesto: se había ganado su rango y su prestigio. Cuando Rafael Vera llegó a la seguridad del Estado en 1982 le mantuvo en su puesto, como secretario particular, que en aquella época equivalía a jefe de Gabinete. El PSOE en el poder no quería hacer grandes cambios entre los comisarios, en vista de la delicada situación política y se convirtió en hombre de confianza de Vera. Luego fue nombrado director de gabinete del nuevo secretario de Estado de Seguridad, Julián San Cristóbal. Vera, en su regreso, lo nombró responsable de uno de sus cuatro gabinetes, en concreto el de Administración, Documentación e Informática. Fue uno de los altos cargos de Interior que recibían los sobresueldos procedentes de los fondos reservados, escándalo por el que se condenó a Vera y otros cuatro ex altos cargos.

San Agapito siguió en el Ministerio del Interior en un puesto similar con José Luis Corcuera hasta que pasó a trabajar con Alierta. Su experiencia en la seguridad y en las comunicaciones ha sido todo un valor añadido para la seguridad corporativa de una empresa privada justo en una época, la década de los años 90, donde las escuchas entre empresarios comenzaron a estar a la orden del día.

El ex comisario, ya jubilado, tenía una casa en Marbella. Lo que se ignoraba era su presunta relación con Roca, el jefe de la trama corrupta marbellí. Hoy prestará declaración ante el juez Miguel Ángel Torres. Telefónica no quiere hacer comentarios: defiende la presunción de inocencia y esperará a ver qué es lo que resuelve el magistrado.

Socio de Hoffmann, Pedro Román y Roca

San Agapito fue un accionista minoritario de la empresa gibraltareña Lispag Ag, una sociedad en la que también coparticiparon el presunto cerebro de la trama de corrupción político urbanística, Juan Antonio Roca, el abogado de origen alemán, Juan Germán Hoffman y el ex teniente de alcalde de Marbella en la primera era GIL, Pedro Román Zurdo.

Hay personas que nacen para proteger secretos. Y ese es el caso del ex comisario Florencio San Agapito, detenido ayer dentro de las investigaciones sobre la extensa trama de corrupción que orbita alrededor de Juan Antonio Roca.