Tercera víctima mortal de ETA tras el fin de la tregua: fallece un anciano a consecuencia del terrorismo callejero

Un anciano de 79 años es la tercera víctima de ETA desde la ruptura del alto el fuego del pasado día 30 de enero. Ambrosio Fernández Recio ha fallecido después de permanecer dos meses ingresado en el hospital a causa del agravamiento de su estado provocado cuando tuvo que evacuar su vivienda por el lanzamiento de cócteles molotov durante los atentados de violencia callejera en Arrasate (Guipúzcoa).

El pasado día 5 de enero, durante la noche de Reyes, un grupo de encapuchados lanzó un artefacto incendiario contra una oficina de La Caixa situada en los bajos del edificio en el que residía Fernández Recio. El anciano tuvo que desalojar su vivienda bajando por las escaleras, lo que hizo que inhalara humo. Esto, sumado al tiempo que pasó en la calle al raso hasta que pudo ser realojado provocó que se agravara su cuadro de “insuficiencia respiratoria”. Tres días después ingresó en la UCI del hospital de Txagorritxu de Vitoria, tal y como relató entonces este diario.

Con este fallecimiento son ya tres las víctimas mortales producidas tras la ruptura de la tregua: Diego Armando Estacio, Carlos Palate, muertos ambos el pasado día 30 en la bomba de Barajas (Madrid) y, ahora, Antonio Fernández Recio.

El funeral por Ambroso Fernández ha tenido lugar esta misma tarde, a las 19.00 horas, en la parroquia San Juan El Bautista de Arrasate. La familia y los amigos del finado han estado acompañados por el alcalde, Ignacio Lakunza, y cargos del PP vasco encabezados su secretario general, Carmelo Barrio. Ciudadanos anónimos convocaron para las ocho de la tarde una concentración de protesta en la Plaza de Guipúzcoa de San Sebastián.

El Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco ha denunciado que, esta vez, “lo que algunos solamente denominan terrorismo de baja intensidad o actos violentos protagonizados por los ‘chicos de la gasolina’, ha sido la consecuencia de una nueva víctima terrorista.

Esta asociación reclama una “política firme y contundente contra ETA” y sus organizaciones afines ya que, casi todos los días, pro etarras “toman las calles del País Vasco para realizar impunemente este tipo de actos, en esta nueva escalada ofensiva terrorista”. También reclama del Gobierno que defienda el Estado de Derecho “y aísle políticamente a todos los partidos y grupos sociales que todavía no condenan este tipo de barbaries cometidas contra la libertad y la seguridad de los ciudadanos”.