El Ejército se queda sin dinero para armas y pide una prórroga de los contratos que le cuesta 1.200 millones

José Antonio Alonso se ha quedado sin dinero para armas. Por ese motivo, el Ministerio de Defensa que él mismo dirige se ha visto obligado a incumplir el calendario de pagos de los grandes programas de armamento iniciados en la década de los noventa y a retrasar el desembolso de estas cantidades a ejercicios futuros. Una prórroga que va a tener un coste adicional para las arcas estatales. En concreto, 1.206,7 millones de euros.

Como cada maestrillo tiene su truquillo, Defensa ha camuflado esa desviación presupuestaria, derivada de la modificación del calendario de pagos y de la actualización de las condiciones económicas, en una programación a largo plazo en la que se prevé un gasto total de 21.244 millones de euros hasta el 2025.

La decisión de Defensa, ratificada por Hacienda, de diferir la deuda de los viejos programas hasta el año 2025 fue adoptada en noviembre pasado, pero no fue expuesta con detalle en el Parlamento durante el debate presupuestario.

Según los datos de la dirección general de presupuestos a los que ha tenido acceso El Confidencial, los retrasos en los pagos del programa de carros de combate Leopard supondrán un sobrecoste de 227,6 millones de euros; en los vehículos Pizarro, 81,5 millones; en el avión de combate EF-2000, 352,8 millones; en los helicópteros Tigre, 9,8 millones; en las fragatas F-100, 502,6 millones, y en los misiles Iris-T, 32,3 millones de euros.

Ese sobrecoste, que casi triplica los 450 millones de euros obtenidos por Defensa para dignificar los salarios de los militares en los ejercicios del 2006, 2007 y 2008, ha sido repartido en la programación a largo plazo e hipoteca el margen de maniobra económica de los futuros gobiernos hasta el año 2025.

Los 'Leopard' y 'Pizarro' se llevan la mayor parte

Así, los pagos de los carros Leopard y Pizarro, y de las cuatro fragatas F-100, que inicialmente deberían cancelarse en torno al 2015, supondrán un coste global de 4.203 millones de euros hasta el 2025. A ello se añaden otros 7.861,4 millones de euros que Defensa deberá pagar por los aviones de combate EF-2000 hasta el año 2024.

En conjunto, los viejos programas de la década de los noventa van a significar más de la mitad de los 21.244 millones de euros previstos por Defensa en proyectos de armamento hasta el año 2025, y entre los que figuran los nuevos submarinos S-80 a partir del 2011, el futuro avión de transporte A-400M, una nueva fragata F-105 y un nuevo buque de transporte y desembarco.