Una recalificación en ‘la capital de las Hurdes’ divide al pueblo en dos

Aún no se ha aprobado pero el futuro plan de urbanización del Casar del Palomero, considerada la ‘capital de Las Hurdes’ en la provincia de Cáceres, tiene dividida a la población. Tanto es así que algunos de los agraviados, por lo que consideran ‘trazados caprichosos’ del alcalde y sus ‘correligionarios socialistas’, ya han perdido los papeles mostrando actitudes violentas fruto de la desesperación.

Ante la indefensión, un colectivo de 200 personas se han asociado en Aunext (Abusos Urbanísticos No en Extremadura), “aunque nos respaldan más de 600 personas de un municipio que cuentan con 1.400 habitantes”, relata a este diario su portavoz Julia Mohedano.

Aunext argumenta que el plan pretende “únicamente edificaciones que nadie necesita, puesto que prevé un aumento de la población, en la mejor de las hipótesis, de cuatro personas hasta 2022, construye ‘invasivamente’ y deja al municipio dividido”. Mohedano pone como ejemplo la calificación de zona verde a unas parcelas edificadas “que son suelo urbano de facto y sólo porque frente a ellas se está construyendo un hostal propiedad de un familiar del alcalde”. Los dueños de estas parcelas “están desesperados”.

El edil Eduardo Béjar defiende su postura alegando que “hasta el momento, Casar de Palomero y sus tres pedanías, Azabal, Ribera Oveja y Pedro Muñoz carecen de toda norma urbanística y se ha construido de forma anárquica, es más, algunos han vendido fincas rústicas a precio de urbana”. Explica el ataque de sus vecinos porque “no están dispuestos a la cesión del 10% de los terrenos recalificados como marca la ley del suelo extremeña”.

Béjar, además, pretende la construcción de 600 nuevas viviendas “destinadas principalmente a segunda residencia y dotar al pueblo de un pequeño polígono industrial, porque empresas aceituneras, de madera y un taller mecánico están deseando tener un lugar donde asentarse”.

Mohedano critica las argumentaciones de Eduardo Béjar, “no cabe hacer concesiones en suelo urbano consolidado, queremos un plan urbanístico, pero ordenado y sin abusos”. Con respecto al futuro suelo industrial, la portavoz de Aunext recuerda que la única empresa aceitunera existente “no podrá desarrollarse porque el plan de Béjar la corta con calles por la zona por la que podría crecer”.

Las manifestaciones en contra del futuro PGOU se suceden y algunos arquitectos de urbanismo han mostrado su interés por integrarse en la asociación ante lo que consideran “una barbaridad”.