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Sergio Álvarez, procesado por transportar explosivos para el 11-M, reconoce los cargos
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Sergio Álvarez, procesado por transportar explosivos para el 11-M, reconoce los cargos

Sergio Álvarez, acusado por un delito de tráfico, transporte o suministro de sustancias explosivas que fueron utilizadas en los atentados del 11-M, manifestó el miércoles ante

Sergio Álvarez, acusado por un delito de tráfico, transporte o suministro de sustancias explosivas que fueron utilizadas en los atentados del 11-M, manifestó el miércoles ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios y la fiscal Olga Sánchez que estaba de acuerdo con su procesamiento por estos hechos, si bien la cantidad que transportó no fueron 80 kilos, como señala el auto de procesamiento, sino 40, informaron fuentes jurídicas.

Álvarez, quien actualmente se encuentra en libertad bajo fianza, fue uno de los diez procesados en la causa del 11-M que prestó el miércoles declaración indagatoria ante Palacios, que sustituye estos días al juez instructor del caso, Juan del Olmo, de baja por enfermedad. Ninguno de ellos permaneció más de diez minutos en el despacho de la juez.

Además de Álvarez, también pasaron por el despacho de la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 otros cinco acusados de transportar los explosivos que fueron utilizados en el atentado, de los cuales el único que permanece en prisión en Antonio Toro, cuñado del también procesado Emilio Suárez Trashorras, a quien se acusa de ser cooperador necesario en 192 asesinatos y 1.778 en grado de tentativa, 5 estragos, transporte de explosivos, robo de vehículo y delito contra la salud pública.

Toro, cuya hermana Carmen también está procesada, respondió únicamente con un "no" a las manifestaciones de la juez en relación con los cargos que se le imputan, según fuentes de su defensa, y rechazó realizar ningún comentario ante las preguntas que le realizaron los periodistas a la salida del Juzgado.

Tampoco hicieron ninguna declaración a los periodistas el resto de procesados por suministrar los explosivos del 11-M: Sergio Álvarez, Iván Granados, Emilio Llano, Raúl González y Antonio Iván Reis.

Niegan su implicación

Quienes sí hablaron a los periodistas, para negar las acusaciones, fueron los procesados por colaboración con organización terrorista Rachid Aglif, Abdelilah Fadoual El Akil y Otman El Gnaoui (este último también acusado de suministro de explosivos, falsedad documental y robo de vehículo). Los tres se encuentran en prisión desde abril de 2004.

El Gnaoui manifestó a su salida del Juzgado que no está de acuerdo con el auto de procesamiento dictado contra él y que "casi todo es mentira"; mientras que Fadoual el Akil dijo a los informadores que no le preguntaran por el juicio del 11-M, sino por su mujer y la situación de sus hijos.

El más locuaz el miércoles a la salida de su declaración indagatoria fue Rachid Aglif, que contó que su mala suerte había consistido en cruzarse en el camino del también procesado Rafa Zouhier, a quien reconoció que conocía, al igual que a Jamal Ahmidan, "El Chino".

"Soy totalmente inocente, no soy terrorista ni pienso en esas cosas", dijo Aglif cuyas declaraciones fueron cortadas por su abogado cuando reconocía haber estado presente en un McDonnald's donde, según las investigaciones, se habló de la preparación del atentado.

Igualmente compareció en la Audiencia Nacional Hassan El Haski, considerado uno de los ideólogos de la masacre y acusado de integración y conspiración para un delito de terrorismo en relación con los asesinatos del 11-M. A las preguntas de los periodistas sobre su implicación en la trama, simplemente contestó "no", si bien su defensa puso de manifiesto que no conoce bien el castellano.

Este jueves, la juez Palacios tiene previsto juez concluir las indagatorias con la esposa de Trashorras, Carmen Toro, y Javier González, así como con Hamid Ahmidan, acusado de colaboración y delito contra la salud pública; Mouhannad Almallah Dabas, de integración; y Brahim y Mohamed Moussatem, de colaboración.

Sergio Álvarez, acusado por un delito de tráfico, transporte o suministro de sustancias explosivas que fueron utilizadas en los atentados del 11-M, manifestó el miércoles ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios y la fiscal Olga Sánchez que estaba de acuerdo con su procesamiento por estos hechos, si bien la cantidad que transportó no fueron 80 kilos, como señala el auto de procesamiento, sino 40, informaron fuentes jurídicas.