Bono nunca arrestó al general que fletó un avión Hércules con camareros para un ágape en Madrid

El ministro de Defensa, José Bono, anunció el pasado martes 16 de enero el arresto del general que autorizó el uso de un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Española para llevar -el pasado 10 de diciembre- a 23 camareros desde Zaragoza a Getafe (Madrid). Dichos camareros fueron trasladados para trabajar en los actos en el Cuartel General del Ejército del Aire con motivo de la Virgen de Loreto. Un arresto que coincidía en el tiempo con el del teniente general Mena Aguado.

La realidad, sin embargo, es muy distinta. El general de Brigada Manuel Mestre Barea, jefe de Gabinete del Jefe del Estado Mayor del Aire, Francisco José García de la Vega, el hombre que dio la orden del traslado de los camareros en el Hércules C-130, no ha cumplido ni un segundo de arresto... simplemente por el hecho de que nunca se le llegó a arrestar. Si se le ha impuesto alguna clase de sanción, ésta se desconoce. Se habla, en términos militares, de que se le ha podido aplicar lo que se conoce como un chorreo, según las fuentes de este diario, es decir, una “reprimenda”.

“Todo ha sido un paripé para enmarañar el asunto de Mena”, señalan estas fuentes. Lo cierto es que en aquellos días de la semana pasada Bono otorgó a este asunto del Hércules una especial relevancia, coincidiendo con el arresto domiciliario de Mena y con el malestar que en el Ejército había causado esa medida. Bono utilizó TVE para hablar del asunto de Hércules en términos muy duros.

“Esto es un error. Traer en un Hércules camareros de Zaragoza a servir en un lunch el día de la Virgen de Loreto es un error. El general que tomó esa decisión ha sido corregido y arrestado”, afirmaba Bono ante las cámaras de Televisión Española. Lo cierto, en cambio, es que Mestre nunca ha cumplido arresto alguno y, a diferencia de Mena, tampoco ha sido cesado de su cargo de Jefe de Gabinete del JEMA.

El asunto del Hércules tuvo tanta notoriedad que desde el propio Ministerio de Defensa se encargaron de ‘filtrar’ a los medios de comunicación que se trataba de una falta grave, y que, por lo tanto, se le debería sancionar según la Ley Orgánica de Régimen Sancionador de las Fuerzas Armadas, la misma norma que se le aplicó a Mena.

Por una falta de ese tipo, las sanciones que se especifican son de tres tipos: la primera, “arresto de un mes y un día a dos meses en establecimiento disciplinario militar”; la segunda, “pérdida de destino”, y la tercera, “baja en el centro docente militar de formación y en otros centros de formación”. Sin embargo, ninguna de las tres ha sido aplicada a Mestre Barea, que sigue al lado de García de la Vega.