Más de 30 M de euros y 700 empleos: el impacto de Bodega Cuatro Rayas en la España vaciada

El sector del vino es un motor económico para las zonas rurales que ven cómo su población merma cada año. En la localidad vallisoletana de La Seca, por ejemplo, la cooperativa Bodega Cuatro Rayas trabaja desde 1935 no solo para preservar el medio natural en el que se emplaza, sino también asegurando el bienestar social y laboral de unos vecinos afectados por la despoblación y el envejecimiento.

Bajo estas premisas, la bodega, que elabora un amplio abanico de vinos, entre los que destacan los monovarietales de uva Verdejo, variedad de la D.O. Rueda, estima que su impacto en los pueblos de Valladolid y Segovia donde opera supera los 33 millones de euros y genera cerca de 700 puestos de trabajo. Estos datos han sido extraídos de un informe desarrollado junto a la Cámara de Comercio de Valladolid.

Esos más de 30 millones provienen tanto de la actividad directa (los aprovisionamientos, gastos de personal y otros gastos de explotación); así como de la indirecta (la generada por los socios cooperativistas de la bodega y en otros sectores gracias al consumo por parte de empleados, socios, proveedores y visitantes) y la mediática, producida por la aparición en medios de comunicación y publicidad. En cuanto al empleo, 90 corresponden a trabajadores propios, 293 son dependientes de los cooperativistas que habitan en 30 pueblos segovianos y vallisoletanos; 251, indirectos.

La falta de relevo generacional es otra de las grandes problemáticas de esta región vinculada a la agricultura y a un sector como el del vino tan tradicional. Consciente de ello, la cooperativa cuenta con un organismo, denominado Comisión Envero, de la que forman parte tanto los cooperativistas más jóvenes como los hijos e hijas de los socios titulares, para que tomen un papel activo en el del día a día de la bodega y asuman su responsabilidad sobre el futuro de la misma. Para ello, sus miembros se reúnen de forma periódica en formaciones, encuentros y otras actividades, además de representar a la compañía en encuentros de jóvenes cooperativistas a nivel nacional e internacional.

Filosofía verde, también para las personas

Pero, además de la aportación económica, la cooperativa tiene un compromiso con la sostenibilidad vitivinícola y social. De hecho, poseen un sello propio, green & social, que defiende una filosofía verde: "Partimos de la idea de interdependencia al valorar conjuntamente la sostenibilidad del medio natural y la garantía de las óptimas condiciones de vida para las personas que habitan en él".

Precisamente, para asegurar el bienestar y la garantía de las condiciones laborales de las cerca de 700 personas, cuyo sustento depende de la cooperativa, disponen de programas de formación continua para todos los trabajadores y socios viticultores. Además, desarrollan otras propuestas relacionadas con la comunicación interna, como el desarrollo de una app corporativa desde la que no sólo se comparten noticias y otros contenidos de interés para clientes y empleados, sino que también ofrece funcionalidades específicas para la gestión de las explotaciones vitícolas.

Asimismo, un Comité de Igualdad vela por el desarrollo de la aplicación del Plan de Igualdad de la bodega, un documento que recoge medidas de actuación sobre las condiciones de trabajo, la selección y la contratación de nuevos empleados; la formación, la conciliación, la clasificación y promoción profesional; las retribuciones, la infrarrepresentación femenina y la prevención del acoso laboral, sexual o por cuestiones de género. De este modo, no solo se protege al casi centenar de trabajadoras y trabajadores propios, sino también a las incorporaciones temporales durante la vendimia.

Por esta y otras iniciativas, Bodega Cuatro Rayas ha recibido el distintivo Óptima Castilla y León, de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la comunidad, que la reconoce oficialmente como Entidad Colaboradora en Igualdad de Oportunidades entre Mujeres y Hombres. También el organismo Cooperativas Agroalimentarias de España le ha otorgado el Premio Nacional en Igualdad de Oportunidades 2023.

Botellas menos pesadas, tapones de caña de azúcar...

En el plano ambiental, la cooperativa lleva a cabo diversas acciones enfocadas a proteger el medioambiente como son la prevención de la contaminación, la apuesta por la utilización sostenible de los recursos, la mitigación y la adaptación al cambio climático o la protección de la biodiversidad y los ecosistemas.

Así, con el objetivo de reducir sus emisiones, las botellas de vidrio son menos pesadas y se ha disminuido al mínimo el micraje del film estirable que envuelve los palés. También se ha aumentado el material reciclado en los envases y embalajes de cartón; y en algunos casos, como en la papelería o en cada vez más etiquetas, se cuenta con los sellos FSC. En los últimos años, se ha primado el uso de cierres fabricados a partir de corcho natural, además de alternativas que utilizan derivados de la caña de azúcar y otras materias primas naturales, como Normacorc Classic Green, un material 100% reciclable.

Y estas acciones parece que están dando resultado, porque, según un informe elaborado por la auditoría Auren, su huella de carbono equivale a 0,34 kg CO₂e por litro de vino producido. "Aproximadamente la mitad que la cifra reflejada la última vez que se llevó a cabo un estudio de similares características", apuntan desde Cuatro Rayas. El informe destaca también que, de acuerdo con el sistema de redenciones de Garantía de Origen con el que cuenta la CNMC, todo el suministro eléctrico proviene de fuentes de energía renovables, alcanzando el net zero en el consumo eléctrico.

Además de estas iniciativas, para reducir su impacto medioambiental, la bodega cuenta con un parque solar con el que minimiza su dependencia del consumo energético no renovable y sus cooperativistas reciben formaciones para evitar la contaminación de las aguas.

Cultivo ecológico y apto para consumo vegano

Más allá de estas prácticas sostenibles, para una empresa vitivinícola es primordial el respeto y cuidado del suelo y la vid. Por ello, Cuatro Rayas apuesta por un cultivo ecológico y un buen número de las elaboraciones cuentan con la certificación Europea de Agricultura Ecológica. Este marchamo reconoce que todos los procesos y tratamientos que se aplican y llevan a cabo por los viticultores durante el ciclo vegetativo de la planta son respetuosos con la propia cepa, con el suelo y con el entorno en el que esta crece.

Asimismo, la mayoría de sus etiquetas tienen el sello de producto apto para consumo vegano que garantiza que ningún derivado animal ha sido empleado en la elaboración de los mismos.

Gracias a esta filosofía verde, la cooperativa ha recibido la certificación internacional ISO 14001. De acuerdo con Bodegas Cuatro Rayas, "esta norma proporciona a las organizaciones un marco de referencia para proteger el medio ambiente y responder a las condiciones ambientales cambiantes en equilibrio con las necesidades socioeconómicas".