¿Poderío alemán o fuego amigo? La historia tras el fiasco del Banco de España en Europa

España sumó este miércoles un fracaso importante en la carrera por un gran puesto en Europa. El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió promover a la alemana Claudia Buch, vicepresidenta del Bundesbank, para la segunda silla más importante del organismo, la presidencia del Mecanismo Único de Supervisión (MUS) de los principales bancos de la eurozona, en lugar de Margarita Delgado, subgobernadora del Banco de España.

El mundo supervisor español había apostado fuerte por esta candidatura, pero se ha encontrado con una oposición mayor de la esperada. Han jugado en su contra factores como el interés de Alemania en controlar este cargo, la irrupción de la vicepresidenta Nadia Calviño en otra carrera europea (Banco Europeo de Inversiones o BEI) y los intereses de franceses e italianos.

TE PUEDE INTERESAR

El BCE elige a la alemana Buch frente a Delgado y allana el camino a Calviño en el BEI

J. Zuloaga

Según las fuentes consultadas, en Europa este tipo de decisiones se teje sobre grandes alfombras en que hay múltiples intereses, por lo que no hay un solo factor exclusivo que haya cerrado la puerta del MUS a Delgado. Lo que sí influye negativamente, añaden, es que no todos los requisitos necesarios (perfil, apoyo institucional, favores debidos...) estén alineados.

Por ello, la candidatura de la subgobernadora empezó a descarrilar cuando se conoció el pasado 14 de agosto que Calviño iba a opositar a la presidencia del BEI. Aunque desde determinados círculos se haya argumentado que eran procesos independientes, la realidad es que un país no puede gastar sus mejores cartas en dos partidas simultáneas, y menos cuando uno de los oponentes es Alemania.

Efectos secundarios

Otro de los factores que han jugado en contra de Delgado, según dichas fuentes, es la diferencia de perfil frente a Buch. Lo que le benefició en la audiencia frente al Parlamento podría haberla perjudicado en la batalla del consejo del gobierno del BCE.

La subgobernadora logró el apoyo unánime de los europarlamentarios por su perfil técnico, su experiencia en supervisión tanto en el Banco de España como en una de las direcciones generales del MUS y su visión del futuro del sector. Sin embargo, estas características podrían haberla perjudicado frente a la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y otros miembros del banco central, que buscan abrir menos frentes de batalla en los próximos años de mandato.

Lagarde y el resto del comité ejecutivo del BCE tendrán en Buch una supervisora menos experimentada y sobre la que poder influir más, según estas fuentes, al menos durante la primera parte de su mandato. Algo que podría convertirse en un arma de doble filo, teniendo en cuenta las turbulencias que ha habido en el sector en los últimos meses, con grandes sustos en Estados Unidos (Silicon Valley) y Suiza (Credit Suisse). Además, los banqueros españoles señalan otro posible interés en este nombramiento: seguir tapando las debilidades de la banca regional alemana.

Junto a los representantes franceses del consejo de gobierno, también habrían jugado un papel clave los italianos, que una vez más han sabido sacar partido de situaciones de este tipo al asegurarse un puesto en el comité ejecutivo del BCE, a pesar de la salida de Fabio Panetta.

Este desenlace deja grandes interrogantes de cara al futuro. El primero es si Calviño sabrá cobrarse esta derrota con la presidencia del BEI. De lo contrario, el movimiento de Calviño se habría convertido en un tiro en el pie por parte de los españoles. Y el segundo es si el Ejecutivo socialista compensará a Delgado por esta falta de apoyo, como el futuro cargo de gobernadora, cuya carrera se abrirá el próximo año.