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El BCE prepara un estacazo a los bancos en el último tramo de los test de estrés
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JUNTO A LA EBA

El BCE prepara un estacazo a los bancos en el último tramo de los test de estrés

De momento, cunde el optimismo en los bancos tras las primeras fases preparatorias de los test, pero el supervisor prepara ajustes que hagan más exigentes las pruebas

Foto: Sede del BCE en Fráncfort. (Reuters/Ralph Orlowski)
Sede del BCE en Fráncfort. (Reuters/Ralph Orlowski)
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El Banco Central Europeo (BCE) va a usar los test de estrés bancarios que están en marcha para lograr uno de sus grandes objetivos actuales: que no haya "complacencia" entre las entidades financieras, como han señalado esta misma semana tanto el vicepresidente de la institución europea, Luis de Guindos, como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Los test de estrés se encuentran en una fase clave, en la que esta semana los bancos han enviado la última tanda de información al BCE y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés). De momento, entre las entidades españolas reina el optimismo, ya que el ejercicio se está haciendo sobre su balance de 2022, con baja morosidad y resultados récord, y ante la mejora de márgenes que prevén registrar en los próximos años.

Foto: Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, en el IESE. (EFE/Sergio Pérez)

Sin embargo, el BCE tiene ahora unas semanas para revisar la información recibida de los bancos y pedir ajustes extraordinarios, algo que va a ocurrir, "con intensidad", según diversas fuentes financieras consultadas por este medio. "Es mejor que no se confíen", señalan. "Los resultados no van a ser para tirar cohetes", añade otra fuente supervisora consultada.

Tras la última criba del BCE, los resultados serán dados a conocer a finales de julio por parte de la EBA. Estos test se han centrado en un escenario de una severa caída del PIB (producto interior bruto) combinada con alta inflación y tipos de interés a niveles elevados. Y, por primera vez, estresan las carteras de los bancos en función de los sectores a los que están expuestos. El test se realiza a 70 bancos europeos que abarcan el 75% de los activos. En España, se someten a este ejercicio nueve bancos, los mayores (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Unicaja, Bankinter, Kutxabank, Abanca y Cajamar), salvo Ibercaja.

Precedentes

Los test de estrés han estado en tela de juicio en el pasado, con precedentes como los de Bankia y Banco Popular superándolos meses antes de tener que ser rescatados. Por ello, para el BCE y la EBA sería un problema de credibilidad que las entidades superaran sin problema estos exámenes. Al contrario que cuando se crearon hace más de una década, las autoridades europeas no dicen ahora quién aprueba o suspende, sino que se limitan a decir qué impacto de capital (depletion) tendrían los bancos en función de una serie de escenarios (suave y adverso), y en qué situación de solvencia quedarían.

Los inversores usan estos datos para realizar sus propios análisis, que pueden impactar en la cotización. Lo mismo ocurre con el propio supervisor (el Mecanismo Único de Supervisión del BCE), que puede imponer nuevas exigencias de capital en función de los resultados. De esta forma, estos test se convierten en una herramienta más de los supervisores para que los bancos refuercen capital.

Esto es algo que han anticipado en repetidas ocasiones desde el BCE y el Banco de España en las últimas semanas. De Guindos explicó el miércoles en un acto del IESE y EY que, contrariamente a lo que parece, los bancos se enfrentan a un escenario complejo. Primero, porque los efectos de las subidas de tipos tienen un tope y pueden tener efectos colaterales negativos, por los costes de financiación de los bancos y el aumento de la morosidad. Y, segundo, porque las entidades se enfrentan a un escenario de crecimiento moderado, alta inflación subyacente, menor liquidez y "posibles accidentes" por el camino. En este contexto, el vicepresidente del BCE pidió que los bancos moderen los dividendos y refuercen el capital, un mensaje que llevan dando los supervisores meses sin apenas éxito todavía.

placeholder Luis de Guindos (d) y Pablo Hernández de Cos. (EFE/Luca Piergiovanni)
Luis de Guindos (d) y Pablo Hernández de Cos. (EFE/Luca Piergiovanni)

En esta línea, el gobernador del Banco de España recordó en el mismo foro que "los importes distribuidos como dividendos superaron en 2022 los 7.200 millones de euros, hasta situar su ratio sobre beneficios en el 40%, nivel similar al observado antes de la pandemia". "Resulta necesario que nuestras entidades lleven a cabo una política prudente de planificación de provisiones y de capital", añadió, en la misma línea que De Guindos.

Banqueros consultados sobre estas declaraciones señalan que es "la obligación del supervisor pedir prudencia, aunque no hiciera falta", pero descartan por el momento seguir estos pasos. De ahí que los test de estrés sean una batalla clave en este pulso.

El Banco Central Europeo (BCE) va a usar los test de estrés bancarios que están en marcha para lograr uno de sus grandes objetivos actuales: que no haya "complacencia" entre las entidades financieras, como han señalado esta misma semana tanto el vicepresidente de la institución europea, Luis de Guindos, como el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

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