EIDF reformula sus cuentas, con un ajuste contable del 60% de su beneficio

EIDF Solar, la empresa de instalaciones de autoconsumo eléctrica cuya cotización fue suspendida por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al no presentar a tiempo las cuentas de 2022, ha decidido reformular sus números. Según aseguran fuentes del mercado, la compañía gallega, que protagonizó la mayor subida de la bolsa española el pasado año, reducirá sensiblemente su beneficio neto, que había estimado en cerca de 70 millones de euros, en la nueva auditoría encargada a Deloitte.

Según estas fuentes, EIDF Solar presentará ahora un beneficio que, a falta de los últimos apuntes, oscilará entre los 25 y los 30 millones. Por tanto, supondrá un ajuste de cerca del 60% del resultado que la compañía presidida por Fernando Romero había calculado inicialmente. Otras fuentes dicen que la diferencia se explica por factores contables, al no poder consolidar íntegramente determinados activos que la eléctrica había adquirido. Pero agregan que en ningún caso supone una salida de caja que afecte a la solvencia de la empresa.

Romero se ha puesto en manos de Deloitte para validar las nuevas cuentas después de que PwC se negara a rubricar en el informe anual los cálculos que había hecho el a su vez máximo accionista de EIDF. El primer ejecutivo quería integrar en el resultado de 2022 la aportación de algunas sociedades adquiridas recientemente, pretensión con la que no estaba de acuerdo la firma de auditoría.

Este encontronazo provocó que la empresa de renovables no llegase a tiempo de presentar las cuentas anuales dentro del plazo legal —el 31 de marzo como fecha límite— que concede la CNMV, que inmediatamente suspendió la cotización el pasado 14 de abril. EIDF se había revalorizado más del 2.000% desde su debut en bolsa en el segmento BME Growth en julio de 2021. Lo hizo a 4,2 euros por acción y, antes de la decisión del organismo regulador, se cambiaba a casi 30 euros. Su capitalización pasó de 57 a 1.700 millones, más de lo que vale alguna de las empresas del Ibex 35.

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Con este tamaño y al haber superado durante seis meses los 1.000 millones de valoración, la compañía estaba obligada a dar el salto al mercado continuo, la bolsa senior. Para ello, se puso en manos de bancos de inversión internacionales, como Lazard, Bank of America y Santander, que coordinarían una oferta pública de suscripción (OPS). Además, cambió de auditor en dos ocasiones. Auren renunció en 2021 y su lugar lo ocupó Crowe, que posteriormente fue relevada por PwC, una de las conocidas como Big Four, para que con su sello avalara su solvencia.

Corrección bursátil a la vista

Pero, cuando todo estaba preparado para estrenarse en la bolsa grande, el choque de trenes con PwC ha generado grandes dudas sobre su solvencia. No obstante, otras fuentes aseguran que los ajustes contables, vinculados a las adquisiciones de Nagini y ODF, no afectan a la posición de caja y que estas adquisiciones con las que el grupo se adentró en el sector de las comercializadoras de electricidad se las apuntará con cargo a 2023.

Con esta nueva auditoría de Deloitte, que incluirá una revisión del esquema societario y potenciales conflictos de interés entre los accionistas principales, Romero quiere despejar cualquier duda sobre la viabilidad de EIDF Solar y convencer a la CNMV de levantar la suspensión de la cotización. En el mercado, se espera que este ajuste de resultados derive en una fuerte corrección en bolsa, antes de dar el salto al continuo.

Puestos en contacto con EIDF, la compañía ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información.