El Estado impone en Sareb un plan de ajuste de sueldos y plantilla para reducir costes

Revolución en Sareb. La toma de control de la compañía por parte del Estado ha traído consigo un duro plan de ajuste que puede llegar a afectar a cerca de un tercio de la plantilla y que sigue la misma senda ya marcada para el consejo y el comité de dirección.

Según ha confirmado El Confidencial con varias fuentes conocedoras, el banco malo ha lanzado una batería de medidas dirigidas a recortar los sueldos de directores, responsables de negocio y gerentes con salarios por encima de los topes ya fijados para presidente, consejero delegado y comité de dirección.

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El Gobierno ha fijado un salario máximo de 189.000 euros de retribución fija para los consejeros ejecutivos, lo que supone una reducción de más del 40% con respecto al sistema anterior, así como una remuneración de entre 40.000 y 70.000 para los miembros del consejo, en función de su pertenencia y responsabilidad en los diferentes comités.

Además, redujo de 13 a nueve el número de miembros del máximo órgano de administración, lo que unido al recorte de las remuneraciones ha permitido recortar en algo más de un 40% la retribución global del consejo, tijera que se ha aplicado en proporciones similares al comité de dirección.

La consecuencia directa ha sido para algunos directores, responsables y gerentes que estaban cobrando por encima de los límites fijados para la primera fila directiva. De hecho, el sueldo medio en estos niveles de Sareb se mueve en torno a los 220.000 euros, lo que ha llevado al Estado a tomar la decisión de ajustar en la misma proporción.

Para llevarlo a cabo, Sareb se ha acogido al cambio de escenario que supone tanto la nacionalización como el proyecto SMO, por el cual Hipoges y Anticipa-Aliseda se han adjudicado la gestión de préstamos e inmuebles del banco malo por importe de casi 25.300 millones de euros, y ha decidido aplicar este ajuste como causa objetiva.

La entidad ha lanzado un plan para transferir plantilla a Hipoges y Anticipa-Aliseda

Esta exige abrir una mesa de negociación con los sindicatos por un plazo de dos semanas, que termina este jueves sin acuerdo, según las fuentes consultadas. Desde Sareb, han declinado realizar comentarios. Este recorte podría alcanzar a unas 60 personas.

En paralelo, Sareb ha abierto un plan de empleabilidad para transferir empleados a Hipoges y Anticipa-Aliseda. El objetivo con que la entidad lanzó este plan pasaba por conseguir que una treintena de empleados accedan voluntariamente a fichar por estos dos 'servicers', pero por el momento solo habrían aceptado cuatro personas.

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No obstante, el programa está abierto hasta octubre y, para fomentar el cambio, Sareb ofrece darles parte de su pasivo laboral como si fuera una indemnización. La plantilla actual de Sareb ronda los 345 profesionales.

Las limitaciones salariales impuestas por el Estado parecen estar detrás de la marcha del consejero delegado, Javier García del Río, que acaba de ser sustituido por Leopoldo Puig. Su mano derecha, Ana Aránguez, a quien Del Río se trajo de Aliseda, acaba de abandonar la compañía, y Marisa García Camarero, directora de asesoría jurídica y directora del consejo, también ha comunicado ya su marcha.