Pekín pide a las autoridades locales que se preparen para la quiebra de Evergrande

Las autoridades chinas están pidiendo a los gobiernos locales que se preparen para la posible caída del gigante inmobiliario Evergrande, según publica este jueves el diario neoyorquino 'The Wall Street Journal' citando a funcionarios familiarizados con las conversaciones. Esto indicaría, añade el periódico, una reticencia a rescatar a la promotora, agobiada por la deuda, mientras se prepara el escenario para cualquier consecuencia económica y social de su quiebra.

Los funcionarios describieron las acciones ordenadas como "prepararse para la posible tormenta", diciendo que las agencias gubernamentales locales y las empresas estatales han recibido instrucciones para intervenir, con el objetivo de limitar las consecuencias de la bancarrota, solo en el último minuto, si Evergrande no es capaz de manejar sus asuntos de manera ordenada.

Los gobiernos locales tienen la tarea de prevenir los disturbios y mitigar el efecto dominó en los compradores de viviendas y en la economía en general, por ejemplo, limitando la pérdida de puestos de trabajo, escenarios que han aumentado en probabilidad a medida que la situación de Evergrande ha empeorado.

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EFE

Evergrande tiene que hacer frente a una serie de pagos de bonos en las próximas semanas, incluido un plazo muy vigilado, este jueves, para el pago de los intereses de un bono en el extranjero.

Se ha ordenado a los gobiernos locales que reúnan grupos de contables y expertos legales para examinar las finanzas en torno a las operaciones de Evergrande en sus respectivas regiones, que hablen con los promotores inmobiliarios estatales y privados locales para que se preparen para hacerse cargo de los proyectos inmobiliarios locales y que establezcan equipos de aplicación de la ley para controlar la ira pública y los llamados "incidentes masivos", un eufemismo para referirse a las protestas, según las fuentes consultadas.

La semana pasada, Evergrande dijo que había contratado a asesores financieros y reiteró que el impago era un riesgo. Advirtió de la tremenda presión sobre su flujo de caja y liquidez, pero dijo que estaba "reforzando la aplicación de medidas para aliviar la crisis de liquidez", y dijo que los asesores explorarían formas de alcanzar "una solución óptima para todas las partes interesadas."

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Europa Press

Evergrande es una promotora de 25 años de antigüedad con sede en la metrópoli sureña de Shenzhen. Tiene proyectos —unos 800 en curso y repartidos en más de 200 ciudades— en todas las provincias de China continental, según su informe anual más reciente. Sus crecientes problemas financieros han sacudido a inversores, empleados, proveedores y compradores de viviendas, y han empezado a extenderse a otras partes de la economía china.

La empresa dijo que las obras de algunos de sus proyectos inmobiliarios se suspendieron tras retrasar el pago a proveedores y contratistas. Algunos contratistas y posibles propietarios de viviendas que no han cobrado han protestado ante las oficinas de Evergrande.

El principal regulador financiero de China, el Comité de Estabilidad Financiera y Desarrollo, dijo a principios de este mes a los gobiernos provinciales que establecieran grupos de trabajo para supervisar la inestabilidad social y económica en torno a Evergrande, según algunas fuentes.

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Agencias

Los responsables políticos también están considerando la posibilidad de suavizar gradualmente algunas restricciones a la propiedad en las ciudades chinas más pequeñas, como facilitar la propiedad de una segunda vivienda, según una de las fuentes. También podrían moderar algunas de las estrictas medidas de desapalancamiento de los promotores inmobiliarios que ayudaron a empujar a Evergrande, fuertemente endeudada, hacia el precipicio en los últimos meses. Aun así, cualquier moderación de las políticas se limitaría a las ciudades más pequeñas y no cambiaría la campaña nacional más amplia para frenar el sector inmobiliario, añadió esta persona.

En los últimos meses, estabilizar el mercado se ha convertido en una prioridad para el líder Xi Jinping, y los funcionarios repiten el mantra: "Las casas son para vivir en ellas, no para especular".