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De España al resto del mundo: así viajan cada día 22.000 paquetes a su destino
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De España al resto del mundo: así viajan cada día 22.000 paquetes a su destino

Cuando compras a golpe de clic, se pone en marcha un gran dispositivo para que tu paquete llegue a tiempo, un trabajo en transporte y almacenaje ininterrumpido durante 24 horas

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Hace 40 años, los paquetes se transportaban a mano, independientemente de su destino final. Durante aquellos años, los envíos de documentos a Europa se realizaban en avión y con un centro de operaciones: París. Todos los días, una persona cogía un vuelo a la ciudad francesa donde entregaba los sobres que procedían de España. Luego, volvía cargado con los que venían del resto de Europa a nuestro país. Aquella ruta internacional en la que cuatro personas empezaron en 1978 —desde Barcelona a París y también a Milán—, forma parte del anecdotario; hoy, son múltiples las conexiones internacionales que nos permiten recibir y mandar todo tipo de productos a cualquier lugar remoto.

“Barcelona es el principal centro de operaciones internacionales. Desde aquí movemos aproximadamente el 90% de toda la producción. Cada día salen 38 camiones cargados, que transportan entre 15.000 y 22.000 paquetes de salida y 25.000 de entrada”, explica a El Confidencial Ángel Arenal, director general de SEUR Internacional. La mayoría de los envíos internacionales se realizan entre países de Europa, fundamentalmente Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Alrededor del 95% de los servicios se efectúan por carretera, aunque también hay especiales de carga aérea y marítima.

Entrar en el centro de operaciones de SEUR en Barcelona es como adentrarse en una película de Navidad. Las cintas transportadoras dibujan un enorme Scalextric por el que los paquetes son capaces de viajar. Organizándose por tamaños y destinos, como si todos supiesen adónde tienen que llegar. Casi no hay ruido, todo es ritmo y continuidad.

Los paquetes que llegan a la nave pasan por una primera clasificación según su tipología. Los que son muy grandes se separan manualmente, mientras que los de tamaño intermedio y pequeña paquetería lo hacen de forma automática. En otro espacio separado está la sobrería. El contenido pertenece solo a remitente y destinatario, aunque existen áreas especiales para aquellos envíos que precisan de un control más estricto que el habitual.

Ante tal flujo de mercancías, cualquiera podría temer que su envío, si es de contenido frágil, dependa del azar para llegar intacto a su hogar. No obstante, desde dentro no queda duda de que nada queda en manos de la casualidad. “A pesar de que muchos de los procesos están automatizados, la fuerza humana sigue siendo fundamental. Manejamos todo el espectro de mercancías y son las personas quienes, con su experiencia y bagaje, prestan el cuidado necesario a cada paquete y notifican cualquier anomalía”, añade Juan Pérez de Lema, director de Operaciones de SEUR.

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La mercancía se envía por las noches a las 85 unidades de negocio y se reparte por la mañana entre los 115 centros de distribución de mercancía internacional. "Durante el día, las unidades de negocio recogen la mercancía y la traen a Barcelona, donde la direccionamos a los principales 'hubs' europeos. Casi toda la mercancía viene en palés y se va a granel para economizar el espacio y ser más eficientes”, agrega Pérez de Lema.

24 horas de trabajo, también desde los centros de Madrid e Irún, que les han permitido en lo que llevamos de 2018 realizar siete millones de envíos y recibir otros seis millones. De cara a 2019, trabajan para hacer frente a los cambios que traerá el Brexit desarrollando las infraestructuras necesarias para dar soporte a sus clientes y seguir en línea con las reglamentaciones comunitarias en materia de seguridad internacional. Además, advierten de que la fabricación vuelve a Europa y que, en consecuencia, aspiran a reducir los tiempos de tránsito.

Personalización y agilidad

“El comercio electrónico ha conseguido darle la vuelta al modelo de negocio y ahora más de la mitad de los envíos que movemos por carretera dentro de Europa son de comercio electrónico”, afirma Ángel Arenal.

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La tendencia del B2C —'business to consumer'— a la pequeña paquetería y los movimientos internacionales han sido los dos principales motivos por los que en SEUR han ampliado este año su antigua nave de transbordo de Barcelona, un espacio que ya contaba con 4.500 metros cuadrados, a los que se han sumado 4.000 más. Duplican así su capacidad de envíos para hacer frente a campañas como el Black Friday y ampliar su red internacional.

Para asumir los volúmenes de B2C que siguen creciendo y dificultan el modelo de arrastre y reparto, Ángel Arenal asegura que la innovación viene tanto por la gestión del transporte como por el modelo de entrega: “Lo que el consumidor pedía hace cinco años estaba muy lejos de lo que pide hoy. Hay que tener visión de hacia dónde va evolucionando el mercado para adelantarse y poder llegar a tiempo cumpliendo esas demandas”.

En este sentido, destaca que ha sido muy importante desarrollar herramientas tecnológicas para la entrega particular que hagan más fácil la vida de los usuarios: “Uno de los servicios más valorados por nuestros clientes es Predict, el modelo de prealerta con el que avisamos la fecha y hora exactas de entrega con la opción de cambiar los detalles desde el teléfono u ordenador. Sin duda, gracias a esta y otras innovaciones hemos conseguido mejorar la experiencia de nuestros clientes con el proceso de envíos y entrega de paquetes".

Hace 40 años, los paquetes se transportaban a mano, independientemente de su destino final. Durante aquellos años, los envíos de documentos a Europa se realizaban en avión y con un centro de operaciones: París. Todos los días, una persona cogía un vuelo a la ciudad francesa donde entregaba los sobres que procedían de España. Luego, volvía cargado con los que venían del resto de Europa a nuestro país. Aquella ruta internacional en la que cuatro personas empezaron en 1978 —desde Barcelona a París y también a Milán—, forma parte del anecdotario; hoy, son múltiples las conexiones internacionales que nos permiten recibir y mandar todo tipo de productos a cualquier lugar remoto.

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