Por qué España es un líder turístico mundial y por qué hay que invertir en el sector

Si hay un terreno en el que España puede sacar pecho, ese es el turismo. Y es que nuestro país es el líder turístico a nivel mundial, según 'The Travel & Tourism Competitiveness Report 2017', lo que lo sitúa a la cabeza universal dentro de un sector clave en la economía de todo el planeta.

Tal y como refleja este estudio, el turismo en nuestro país destaca por factores como las infraestructuras disponibles, la seguridad, el empleo en este sector y la digitalización, entre otras cosas.

A nivel nacional, de hecho, su papel es esencial: el sector turístico representa el 11,5% del PIB español, ha crecido un 18% desde el inicio de la recuperación y se ha adjudicado el 19% del crecimiento que ha experimentado nuestro país en los últimos años.

A nivel de empleo, la cosa resulta más representativa aún. Y es que el turismo genera uno de cada cuatro empleos desde 2013: concretamente, el 26,8%, y si todos estos nuevos trabajadores siguieran en paro, la tasa de desempleo española se situaría por encima del 20%.

La fórmula del éxito turístico español

Sin embargo, mantenerse en el primer puesto requiere una serie de esfuerzos muy similares a los de un deportista de élite: no vale con conservar la genética propia, también hay que trabajar todo aquello que pueda mejorarse. Y es esta combinación, la de los criterios 'genéticos' y los elaborados, la que configura la fórmula del éxito turístico español.

1) Climatología. Un factor conocido por todos. En España hay hasta cuatro climas diferentes (atlántico, mediterráneo, subtropical y de montaña), pero la mayoría de ellos se caracteriza por unas temperaturas y un ambiente agradable. En los meses de verano, de hecho, da igual que te guste más o menos el calor: podrás veranear por todo el país encontrando una climatología más que favorable.

El resto del año la cosa difiere, pero no demasiado: en comparación con otros países, España no cuenta con ninguna zona geográfica climatológicamente peligrosa, con lo que se forma el combo perfecto para que, aun en temporada baja, nuestro país cuente con el turismo como uno de los mayores activos de su economía.

2) Recursos naturales. En cuanto a recursos naturales, España también puede sacar pecho. De entrada, nuestro país está rodeado de cinco mares y un océano: el Mediterráneo, el Cantábrico, el Balear, el mar de Alborán, el mar de Cerdeña y el océano Atlántico.

Además, el país cuenta con 14 ríos, 13 sistemas montañosos y 78 picos de montaña. Todo esto, unido a las zonas de interior, la arquitectura y el patrimonio histórico, configura un país con todos los elementos básicos para ser un líder turístico a nivel mundial.

3) Sector atomizado. El sector turístico español está compuesto por unas 400.000 empresas de distintos ámbitos como el alojamiento, la restauración, el transporte, el alquiler de vehículos o las agencias de viajes. Se trata de un sector altamente atomizado, con muchas empresas de pequeña dimensión y relativamente pocas de tamaño grande.

Según la Cuenta Satélite del Turismo, de hecho, el 78,7% de las empresas turísticas tenía dos empleados o menos, y solamente 1.108 empresas (el 0,3% del total) contaban con 100 empleados o más. Las pymes, por tanto, dominan el paisaje turístico.

La clave: inversión en el sector

A menudo, conseguir el liderazgo no es tan difícil como mantenerlo, ya que es ahí, en lo alto de la cumbre, cuando más presión recibes para no precipitarte. Es entonces cuando España debe hacerse una pregunta: ¿cuál es la clave para mantenerse en lo alto de la tabla? Una palabra: inversión.

En los últimos años, el sector hotelero ha realizado un importante esfuerzo inversor en la renovación de instalaciones y en la modernización de la planta hotelera para reposicionar la oferta hacia los segmentos de demanda de mayor capacidad adquisitiva. En concreto, se ha incrementado notablemente la oferta de plazas turísticas en las categorías superiores (cuatro y cinco estrellas), que también gozan de un nivel de ocupación cada vez mayor, lo que ayuda a rentabilizar las inversiones.

Además, inversores nacionales e internacionales han encontrado un gran atractivo en el sector hotelero español: en 2016, el sector captó más de 2.000 millones de euros en inversión por segundo año consecutivo. Los inversores internacionales aportaron el 64% del volumen total de inversión y mostraron una preferencia por hoteles urbanos en las grandes ciudades.

El sector captó 2.000 millones de euros en inversión por segundo año consecutivo, el 64% procedente del extranjero

Por otro lado, los grandes grupos hoteleros españoles que cotizan en la bolsa española también tienen una gran presencia internacional: alrededor del 75% de sus ingresos proviene del resto del mundo. Sin embargo, las empresas turísticas solo representan el 1% de la capitalización bursátil total. A medio plazo, si se afianza la tendencia hacia la mayor consolidación en el sector, cabe esperar que el tamaño empresarial vaya en aumento, lo que facilitará el acceso a la inversión extranjera y los mercados de capitales.

Otro factor crucial para mejorar la oferta turística es incidir en la formación del capital humano, un ámbito en el que el recorrido de mejora es muy amplio: el perfil del trabajador medio del sector revela un menor nivel educativo y una menor experiencia de trabajo en el sector en comparación con los trabajadores del resto de sectores. Ello se debe a que el turismo, en muchos casos, ofrece oportunidades laborales a personas jóvenes sin experiencia laboral o de baja cualificación, con pocas opciones en otros sectores. La elevada estacionalidad del sector también implica un mayor uso de la contratación temporal y a tiempo parcial.

Además, el sector se encuentra en una fase de profunda transformación digital, lo que tiene el potencial de cambiar la naturaleza de muchos de los servicios que se ofrecen y de las habilidades requeridas de los trabajadores. Existe, por tanto, un recorrido importante ofreciendo a los trabajadores una carrera profesional atractiva, mejorando la oferta formativa y conjugando unas mejores condiciones laborales con la flexibilidad del nuevo paradigma tecnológico.

La oportunidad: Hotels & Tourism

La inversión es necesaria y, por tanto, el sector bancario puede ser un poderoso aliado para las empresas del sector turístico español. En este sentido, CaixaBank acaba de lanzar Hotels & Tourism, una línea de negocio basada en un nuevo modelo de proximidad con las empresas y negocios hoteleros y que se articula a través de un servicio especializado.

El catálogo incluye un dosier de productos específicos y financiación adaptada a los proyectos hoteleros, con un análisis previo gratuito. Además de asesorar en las inversiones de los clientes y fomentar la modernización de la planta hotelera existente, la entidad promueve la financiación de la compra de activos hoteleros y la de proyectos de nueva construcción, tanto en el segmento urbano como en el vacacional. Otras ventajas son el suministro de novedades y publicaciones del sector o la posibilidad de asistir a ferias, foros y eventos especializados, además de otras iniciativas que se desarrollarán en los próximos meses.

La entidad cuenta con 14.000 clientes y 5.000 millones de euros de negocio, y prevé un crecimiento del 20% en su primer año

"Queremos ayudar y acompañar a nuestros clientes a mantener su liderazgo mundial en este sector turístico y hotelero", asegura Juan Alcaraz, director general de CaixaBank. Así pues, la entidad estará presente por primera vez y de forma activa en la Feria Internacional de Turismo, Fitur, para dar a conocer CaixaBank Hotels & Tourism a la industria turística: "Articulamos esta propuesta de valor de la mano de un equipo de profesionales expertos en el sector que ofrecen un servicio de calidad y de proximidad para las empresas y negocios hoteleros".

CaixaBank organizará una 'pop up turística' bautizada como #WanderlustMadrid2018 para fomentar el intercambio de ideas entre profesionales del sector. La entidad, además, cuenta con un 'stand' de 60 metros en el que más de 30 profesionales especializados en el sector ofrecerán atención personalizada a las empresas hoteleras.

En 2016, la entidad concedió más de 1.300 millones de euros de crédito al sector hotelero, fruto en parte del acuerdo firmado, por ejemplo, con la Confederación de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

A día de hoy, además, la entidad cuenta con una cartera de más de 14.000 clientes y 5.000 millones de euros de volumen de negocio. Además, con esta nueva marca, prevé un crecimiento del 20% en su volumen de crédito concedido en su primer año de actividad. Actualmente, de hecho, dos de cada tres hoteles son clientes de CaixaBank, lo que se traduce en más del 63% del total de este colectivo.