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OHL lanza un código ético en medio de la imputación de parte de su cúpula
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OHL lanza un código ético en medio de la imputación de parte de su cúpula

El grupo, cuya cúpula se ha visto salpicada por los 'papeles de Bárcenas' y las 'tarjetas black', acaba de lanzar su hoja de ruta para combatir la corrupción y velar por el comportamiento ético

Foto: Juan Miguel Villar Mir (i) y Javier López Madrid (d) se encuentran actualmente imputados
Juan Miguel Villar Mir (i) y Javier López Madrid (d) se encuentran actualmente imputados

En un momento en el que los escándalos de corrupción copan los titulares y en el que se han levantado las alfombras de numerosas adjudicaciones irregulares a constructoras, OHL, una de las principales compañías del sector, ha puesto en marcha un nuevo código ético con la máxima de combatir el más mínimo atisbo de corrupción, según anunció ayer el consejero delegado de la compañía, Josep Piqué. "Una compañía como la nuestra, que cotiza en el Ibex, debe de tener este compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa", quiso dejar claro el exministro popular. "La ética forma parte de nuestro ADN", afirmó con rotundidad.

Esta clara declaración de principios llega en un momento especialmente sensible para el grupo, ya que tanto su presidente y fundador, Juan Miguel Villar Mir, como su yerno y consejero de la compañía, Javier López Madrid, están imputados por dos de las investigaciones que más ríos de tinta han hecho correr en los últimos tiempos: la trama Gürtel y las tarjetas black de Caja Madrid.

El presidente de OHL es uno de los empresarios españoles cuyo nombre aparece en los conocidos como papeles de Bárcenas, la lista donde, presuntamente, el extesorero del Partido Popular anotaba los pagos en B con los que se financiaba la formación de Génova. A la imputación por este motivo, que lleva más de dos años abierta y sobre la cual el empresario ha pedido su desimputación, con argumentos como la declaración en su favor de la propia María Dolores de Cospedal, se suma también la derivada de la investigación por el Hospital de Son Espases en Mallorca, la mayor obra pública adjudicada en la isla en la época de Jaume Matas, y en la cual también fue citado a declarar Florentino Pérez, presidente de ACS, pero con la diferencia de que lo hizo como testigo.

Javier López Madrid, por su parte, forma parte de la lista de 79 exresponsables de Caja Madrid y Bankia que han sido imputados por el juez Fernando Andreu por haber usado las tarjetas opacas de la entidad, escándalo que en el caso del consejero de OHL se limitó a 34.800 euros, dinero que ya ha sido devuelto, lo que le ha permitido ser uno de los pocos imputados a los que no se les ha pedido fianza. Además, ahora se enfrenta a otra nueva imputación por un presunto caso de acoso sexual.

Aunque el nuevo código ético se centra, sobre todo, en combatir la corrupción, hace clara referencia a que "la integridad y la ética, tanto en el ámbito personal como en el profesional, son activos fundamentales e imprescindibles para el Grupo", que ha depositado en las espaldas de la Comisión de Auditoría, a través de una Dirección de Cumplimiento, la responsabilidad de ir implementando el modelo de "prevención de riesgos penales del Grupo OHL y su mejora Continua", como se ha venido a llamar el desarrollo que todavía tiene pendiente este código para marcar líneas rojas y sanciones claras.

No obstante, por el momento, sí se detalla que "toda persona obligada por este código que resulte imputada o procesada en un procedimiento penal por una actividad relacionada con su actividad profesional debe informar con toda rapidez al director de Cumplimiento". Además, va dibujando límites como que "todas las personas del Grupo atenderán sólo los intereses de la empresa y, en consecuencia, se abstendrán de realizar cualquier actividad privada o de mero interés personal que pudiera suponer la aparición de conflictos de intereses. Si a pesar de ello así sucediese, avisarán de dicha circunstancia a la Dirección de Cumplimiento, facilitarán su pronta detección y participarán activamente en la resolución de los mismos".

Dentro del entorno de trabajo, "el Grupo prohíbe expresamente cualquier abuso de autoridad, así como cualquier otra conducta que pudiera generar un entorno de trabajo intimidatorio, ofensivo u hostil", además de dejar claro que "ninguna orden que contravenga lo dispuesto en una norma jurídica debe ser obedecida. Los empleados, de forma confidencial, a través de los canales establecidos, pueden comunicar la existencia de este tipo de órdenes".

Código para toda la plantilla

Garantizar el respeto a los derechos humanos, combatir la discriminación y el trabajo infantil, promover el derecho de asociación y negociación colectiva, velar por la protección de datos en las gestiones con clientes y proveedores, gestión de operaciones para evitar los pagos ilícitos, confidencialidad, respeto a la libre competencia, prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, prohibición de ofrecer dádivas a funcionarios públicos a cambio de contratos son sólo algunos de los puntos que pone sobre la mesa este código y que alcanzan a toda la plantilla, en todos los países donde opera el grupo, y a sus proveedores.

Aunque la compañía ya adelanta que "se podrán establecer regulaciones específicas, complementarias o que desarrollen este código ético, que incorporen determinadas medidas correctoras para casos de incumplimiento", por el momento no está tipificada sanción disciplinaria alguna, más allá de que "OHL ejercerá las medidas legales o disciplinarias que considere adecuadas, de acuerdo con la legislación vigente, para evitar el incumplimiento", y la advertencia de que "el comportamiento inadecuado, y por tanto sujeto a sanción legal o disciplinaria, alcanzará no sólo al que infrinja el código, sino también a aquéllos que por acción u omisión aprueben dichos comportamientos o tengan conocimiento de dichas infracciones y no traten de subsanarlas de inmediato".

En un momento en el que los escándalos de corrupción copan los titulares y en el que se han levantado las alfombras de numerosas adjudicaciones irregulares a constructoras, OHL, una de las principales compañías del sector, ha puesto en marcha un nuevo código ético con la máxima de combatir el más mínimo atisbo de corrupción, según anunció ayer el consejero delegado de la compañía, Josep Piqué. "Una compañía como la nuestra, que cotiza en el Ibex, debe de tener este compromiso con la Responsabilidad Social Corporativa", quiso dejar claro el exministro popular. "La ética forma parte de nuestro ADN", afirmó con rotundidad.

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