Jarro de agua fría en BBVA: cae un 4% tras anunciar una caída del 37% de su beneficio

El BBVA obtuvo un beneficio neto de 1.929 millones de euros hasta septiembre, el 37,3% inferior al de un año antes, aunque si se descuentan los ingresos extraordinarios obtenidos entonces, la ganancia neta habría crecido el 43,2%, hasta 2.277 millones, ha informado hoy la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Unas cuentas que no han gustado nada al mercado. Sus acciones se han cerrado entre las cinco peores del Ibex 35, con una caída del 4%, hasta 8,8 euros por acción.

De enero a septiembre de 2013, el BBVA se anotó importantes ingresos extraordinarios por la venta de sus negocios de reaseguro en España y de pensiones en México, Colombia y Perú, así como por la puesta en equivalencia de su participación en el banco chino CNBC.

El consejero delegado del Grupo, Ángel Cano, señala sobre estos resultados, algo inferiores a los que esperaban los analistas, que "el crecimiento de los ingresos refleja la fortaleza de nuestro modelo de negocio" y añade que esa fortaleza y su nivel de solvencia "han destacado entre la gran banca europea en las pruebas más exigentes hechas hasta la fecha al sector financiero europeo".

En concreto, según las citadas pruebas a la banca europea, publicadas el pasado domingo, el BBVA alcanzaría en 2016 una ratio de capital CET 1 del 8,2% en el escenario más adverso, lo que convierte a BBVA en "uno de los tres grandes bancos europeos que supera el umbral del 8% en el ejercicio", dice la entidad.

Asimismo, el ratio de morosidad del Grupo bajó por tercer trimestre consecutivo hasta el 6,1% frente al 6,4% de junio y al 6,7% de septiembre de 2013, al mismo tiempo que las coberturas se elevaron hasta el 63% desde el 60% de un año atrás. El crédito a la clientela de todo el Grupo creció ligeramente, el 1,1%, a cierre de septiembre, hasta alcanzar los 361.084 millones, mientras que los depósitos de la clientela se elevaron el 8,5 % y sumaron 329.610 millones.

En España, el Grupo ganó 836 millones, el 70,2% más, y registró un ratio de mora del 6,2 %, gracias al descenso de los créditos dudosos. En el tercer trimestre de 2014, BBVA destinó 1.245 millones de euros a saneamientos crediticios e inmobiliarios, en línea con los dos trimestres anteriores y claramente por debajo de 2013 y 2012, cuando destinó a este fin, respectivamente, 1.662 y 2.357 millones de euros de media al trimestre.

La actividad inmobiliaria en España continuó reduciendo la exposición neta a este sector, que acumula una disminución del 8,9 % desde finales del año pasado, explica el BBVA. Entre enero y septiembre, el banco vendió 16.049 unidades, el 10,2 % más en comparación interanual. En las cuentas acumuladas hasta septiembre, el área sufrió unas pérdidas de 598 millones de euros, que se redujeron el 29,1 % en tasa interanual.

En cuanto a los principales márgenes de la cuenta, el de intereses, que se considera el que mejor mide la evolución del negocio típicamente bancario, registrado entre julio y septiembre fue el más elevado desde 2012, 3.830 millones de euros, con un incremento interanual del 7,8%, aunque el acumulado del año se redujo el 2,9% y quedó en 3.198 millones. El margen bruto del tercer trimestre cayó el 3% interanual, hasta 15.592 millones, en tanto que el neto quedó situado en 7.546 millones, tras caer el 2,3%.

La recuperación se nota en las cuentas

El consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, ha asegurado que la recuperación económica de España se está notando ya en las cuentas del grupo, impulsadas también por la "positiva evolución de los negocios en todas las geografías" en las que el banco está presente.

En declaraciones a Efe, el banquero ha explicado que la mejora de los ingresos y la caída de las provisiones han ayudado a BBVA a obtener unos "resultados muy positivos", con un crecimiento del 43% si se excluyen las plusvalías extraordinarias y minoritarios que el banco obtuvo el año pasado por la venta de carteras de pensiones. Sobre el futuro, el "número dos" de la entidad es optimista, si bien reconoce que la evolución del negocio en España dependerá en buena parte de la demanda de crédito solvente que haya y ahí será determinante la petición de financiación por parte de las empresas.