Roldán (AEB) en su estreno: "Si los bancos no tienen beneficios, la economía sucumbe"

El nuevo presidente de la AEB, Jose María Roldán, ha iniciado su reto de limpiar la imagen de la banca tras la crisis con un mensaje contundente: "Si los bancos no tienen beneficios, la economía sucumbe", algo que ha quedado demostrado en el pasado reciente. Roldán ha pedido también que se huya de generalizaciones y que se reconozca el enorme esfuerzo de los bancos sanos para sanearse y sanear a las cajas. Asimismo, ha insistido en que están preparados para apoyar la recuperación económica atendiendo la demanda solvente de crédito. Incluso ha hecho un guiño a Luis de Guindos para tratar de limar asperezas después de la oposición del ministro de Economía a su nombramiento.

A juicio del exdirector general del Banco de España, "no hay una sola economía pujante que no tenga detrás un sistema financiero sólido y rentable". Y ha querido dejar claro que no basta con elevar las ratios de solvencia, como hacen las nuevas normas de Basilea III, sino que también es imprescindible que los bancos tengan beneficios. En ese sentido, ha destacado la capacidad de los bancos españoles para lograr ganancias pese a los bajos tipos de interés y las fuertes provisiones que han tenido que dotar.

Gracias a esa vuelta a la rentabilidad, ha asegurado en el Encuentro Financiero KPMG-Expansión que "los bancos están en disposición de apoyar, de manera sólida y sostenida en el tiempo este proceso de recuperación de la economía atendiendo, como de hecho ya lo están haciendo, la demanda de crédito solvente". Del msmo modo, ha destacado "la importancia de su papel en la financiación de las nuevas pymes y de empresas del sector de exportación bien directamente o en colaboración con organismos como el ICO".

Roldán ha recogido el reto lanzado por sus patronos, los bancos miembros de la AEB, de ser mucho más beligerante y pedagógico para mejorar la mala imagen del sector por culpa de la crisis. En este sentido, ha pedido que "no se realicen simplificaciones y generalizaciones innecesarias" y que "la crítica se haga desde el rigor y la responsabilidad". Al igual que su antecesor, Miguel Martín, ha echado la culpa de lo ocurrido a las cajas, a las que ha acusado de tener una deficiente gestión del riesgo y "un modelo de gobierno corporativo peculiar y arcaico". Sobre su papel en esta tarea, ha afirmado que "estoy seguro de que no voy a perder mi empleo, no al menos sin haber intentado, por todos los medios a mi alcance, que se distingan mitos de certezas respecto a las actuaciones de mi sector".

Su otro gran eje de actuación al frente de la patronal bancaria será la transición hacia la Unión Bancaria europea y la supervisión dsde Fráncfort del 90% del sistema financiero español. En este sentido, ha pedido al BCE que "se comprometa a respetar el equilibrio competitivo entre entidades. El BCE debe, no ya tratar a todas las entidades por igual, sino tratarlas en función de sus debilidades y fortalezas, esto es, tratarlas de manera justa", en referencia a la solidez del modelo de negocio de la banca española, basado en la relación con los clientes y en un esquema de filiales internacionales autónomas.

En este contexto, ha querido limar asperezas con el ministro de Economía, Luis de Guindos, después de la oposición de éste a su paso del supervisor a los supervisados. De hecho, Guindos tenía previsto acudir al mismo Encuentro pero se ha dado de baja a última hora con la excusa del Consejo de Ministros: "El Ministro de Economía, en un reciente artículo en el que explicaba la importancia de la Unión Bancaria, destacaba que las entidades españolas, culminado este proceso, pasan a ser entidades europeas. Dicho de otro modo, con la Unión Bancaria carece de sentido hablar de sistemas bancarios nacionales, pues a la regulación común y a la pertenencia a un área monetaria común, se une ahora la supervisión bajo una única institución, e incluso la potencial resolución bajo un esquema también común".