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La banca se muestra “escéptica” con el plan de Pescanova presentado hoy ante el juez
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El grupo pesquero presenta las subsanaciones

La banca se muestra “escéptica” con el plan de Pescanova presentado hoy ante el juez

La banca espera con frialdad los escritos de subsanación del convenio de Pescanova que la empresa presentará hoy ante el juez del concurso

Foto: Vista general de una junta de accionistas de Pescanova. (EFE)
Vista general de una junta de accionistas de Pescanova. (EFE)

La banca espera con frialdad los escritos de subsanación del convenio de Pescanova que la empresa presentará este miércoles ante el juez del concurso. En principio, esta modificación debería aunar los intereses de Damm y Luxempart, por un lado, y los siete bancos españoles que apoyan el rescate de la multinacional gallega, por otro. Pero fuentes financieras señalan que los bancos españoles se muestran escépticos ante lo que pueda ocurrir.

En teoría el ajuste del convenio debería incluir algunas ventajas para los bancos, pero lo cierto es que la relaciones entre las partes están muy alejadas, después del desencuentro de hace quince días.

El nuevo convenio de Pescanova debería mejorar las condiciones para la banca acreedora, que tendrá hasta el 10 de abril en el caso de las filiales internacionales y hasta el 30 en el caso de la matriz para adherirse al convenio. Está por ver que harán las entidades.

Fuentes financieras aseguran que entre las novedades que se incluyen en los escritos de subsanación habría una rebaja de la quita para los bancos.

El nuevo esquema prevé que Damm y Luxempart, los socios industriales se queden un 30%, mientras que la banca se reserva un 30,1% y un 4,9% queda para los accionistas minoritarios.

El 35% restante se reserva como derecho de suscripción para el resto de accionistas, como el expresidente Manuel Fernández de Sousa, pero se espera que este colectivo no acuda a la ampliación, por lo que la banca también suscribiría este tramo.

La banca, mayoritaria

La banca sería la mayoritaria, con más del 60%, a determinar en función de cómo se comporten el resto de los accionistas. Pero existen más detalles que separan los planteamientos de los bancos de los de Damm y su presidente, Demetrio Carceller.

La banca quiere que la deuda que mantenga Nueva Pescanova, la nueva sociedad que se constituye para que el negocio del grupo pesquero sea viable, llegue a 1.000 millones de euros. En cambio, Damm pretende que sea de 700 millones, lo que reduciría los costes financieros pero carga sobre los bancos una mayor parte del rescate.

La banca, en cambio, se ha salido con la suya para que se retire del convenio el veto que Damm se había reservado para ella y Luxempart, pese a tener sólo el 30%. Fuentes jurídicas, además, dudaban de la legalidad de esta medida.

El presidente de Pescanova, Juan Manuel Urgoiti, está convencido de la viabilidad del grupo pesquero a medio plazo si finalmente consigue sacar adelante el convenio del concurso.

La banca espera con frialdad los escritos de subsanación del convenio de Pescanova que la empresa presentará este miércoles ante el juez del concurso. En principio, esta modificación debería aunar los intereses de Damm y Luxempart, por un lado, y los siete bancos españoles que apoyan el rescate de la multinacional gallega, por otro. Pero fuentes financieras señalan que los bancos españoles se muestran escépticos ante lo que pueda ocurrir.

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