El PP bloquea la renovación de la CNE con las elecciones a la vista

El Partido Popular no va a poner fácil al Gobierno la creación de una Comisión Nacional de la Energía (CNE) a su medida con el actual secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, como presidente. Y es que los populares planean evitar la designación de los dos consejeros que les corresponden por cuota, lo que obligará al Ejecutivo a montar un supervisor sin representantes de la oposición. Una coartada perfecta para que, como ya se ha avanzado desde Génova, un futuro Gobierno de Mariano Rajoy cese a los nuevos inquilinos en la cúpula de la CNE tras las próximas elecciones generales.

“A día de hoy no hay contactos entre los dos partidos. Los populares se quejan de que el Gobierno no quiere negociar y de que el presidente se va a elegir sin consenso. En ese escenario, tampoco tienen mayor interés en designar a los dos consejeros que les tocan. Una CNE monocolor tiene poco sentido y los días contados, con las elecciones a la vista”, aseguran fuentes conocedoras del proceso. Y no hay demasiado tiempo para estrechar lazos. El mandato de cinco de los consejeros del supervisor vence el 6 de junio y el Gobierno debería hacer su propuesta de renovación en el Consejo de Ministros de mañana o, a lo sumo, en el del próximo viernes.

La Ley de Economía Sostenible (LES) obligaba a reducir de nueve a siete el número de consejeros de la CNE. El Congreso de los Diputados ya dio luz verde a primeros de mayo a las candidaturas de Tomás Gómez e Idoia Zenarruzabeitia, propuesta por el PNV. En paralelo, el Gobierno acordaba el cese de cuatro de los consejeros en liza para cuadrar los números. La siguiente tanda de salidas y entradas se produce ahora: cinco fuera, cinco dentro. En esta remesa debería estar el presidente –con toda probabilidad Ocaña-. Dos corresponden al PSOE, otros dos al PP y uno a CiU, que presenta la candidatura de Julio Molinaro, abogado del Estado.

El PP no se ha movido un ápice de la postura expresada hace dos semanas por su coordinador económico, Cristóbal Montoro. El ex ministro de Hacienda se quejó de que el Gobierno estaba intentando “dar salida” a sus secretarios de Estado y lamentaba en nivel de injerencia política en sectores estratégicos de la economía. En esta línea, añadió que el PP cesaría a todos los consejeros que se elijan ahora si accede al poder. Paradójicamente, ni Montoro ni su número dos, Álvaro Nadal, están detrás de las negociaciones, que lleva en primera persona la portavoz del partido en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría.

La pelea en el Gobierno

La batalla por el control de la CNE no sólo enfrenta a PP y PSOE. También ha supuesto choques en el propio Gobierno. La candidatura de Ocaña, en principio la propuesta de Elena Salgado, ha tenido que superar la de Tomás Gómez, el preferido de Miguel Sebastián. Incluso la vicepresidenta daba el martes una vuelta de tuerca al embrollo, al expresar su deseo de que Ocaña continúe al frente de Hacienda. Salgado despachó la cuestión con un críptico “los ministros cada vez mandamos menos”. Más allá del posible descontento de la vicepresidenta, fuentes próximas al PP consideraba ayer poco serio que se contemple un cambio al frente de Hacienda en un momento tan delicado para las finanzas públicas.

Por su parte, Sebastián tendrá que hacer de nuevo de tripas corazón. No en vano la LES atribuye a su Ministerio la designación del presidente de la CNE. Según recoge el artículo 13 de la norma, “el presidente y los consejeros serán nombrados por el Gobierno, mediante Real Decreto, a propuesta del titular del Ministerio competente, entre personas de reconocido prestigio y competencia profesional”. Su apuesta por Gómez pasó rápido a mejor vida. “Con el anterior marco legal, el presidente se elegía de entre los consejeros. Era un primus inter pares. Sin embargo, la LES obliga a escoger seis consejeros y un presidente. Si el Gobierno opta por Gómez, tendría que dimitir como consejero y ser nombrado luego como presidente. Toda una complicación legal”, aseguran fuentes próximas al proceso.

El mandato del presidente y los consejeros del supervisor se prolonga durante seis años, con lo que la renovación en marcha recorrería la próxima legislatura. La CNE era ayer un hervidero de rumores sobre posibles aspirantes, ante la contingencia de que el Gobierno designara este mismo viernes a los nuevos consejeros. En esta pelea, Sebastián y Salgado también han tenido competencia. Como avanzó El Confidencial, el ex ministro y vicepresidente ejecutivo de la Fundación Ideas, Jesús Caldera, también habría apadrinado la opción de Marcel Coderch, un hombre de ERC conocido por sus postulados en contra de la energía nuclear.