El Banco de España no concederá la ayuda de emergencia pedida por NovaCaixaGalicia

El Banco de España no concederá los fondos adicionales del FROB solicitados por NovaCaixaGalicia el viernes justo antes de la aprobación del Real Decreto-Ley de recapitalización del sector. La razón es que el supervisor sólo concederá más ayudas del FROB original (FROB 1.0) antes de la nacionalización a las entidades que suspendieron los test de estrés de julio y estaban negociando la solicitud de ese dinero antes del Decreto.

La fusión de Caixa Galicia y Caixanova se apresuró a pedir el viernes una ampliación del dinero recibido inicialmente del FROB -1.162 millones- en otros 582 millones, en un intento desesperado de captar dinero público antes de que fuera imprescindible para ello convertirse en banco. Tras la aprobación del Real Decreto-Ley, la entidad se agarra a un régimen transitorio que, en teoría, le permitiría acceder a los fondos sin dejar de ser caja de ahorros.

La disposición transitoria cuarta del Decreto dice que "el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria podrá adquirir los títulos emitidos por las entidades de crédito que, a la entrada en vigor de este real decreto-ley, sin incurrir en las circunstancias del artículo 6 del Real Decreto-ley 9/2009 [que no estén en situación de insolvencia] hayan iniciado la negociación al efecto de solicitar al Fondo su adquisición para el reforzamiento de sus recursos propios. Dichas adquisiciones podrán referirse a participaciones preferentes convertibles en acciones o cuotas participativas".

Sin embargo, el Banco de España asegura que se trata de un régimen limitado exclusivamente a las entidades que suspendieron los test de estrés y que estaban pendientes de recibir del FROB el déficit de recursos propios detectado en estas pruebas. Una situación en la que se encuentran CatalunyaCaixa y Unnim, pero no NovaCaixaGalicia, que aprobó aquellas pruebas. Banca Cívica ya ha recibido 1.000 millones y Caja Duero-España asegura que no necesita más dinero del FROB.

Este dinero debía haberse entregado antes de fin de año, según anunció en su día el gobernador Fernández Ordóñez. Pero a 23 de febrero todavía no se ha hecho efectivo. CatalunyaCaixa había iniciado los trámites antes del Decreto, aunque no ha concretado el importe solicitado (el déficit detectado en los test fue de 1.032 millones). Unnim solicitó 200 millones allá por noviembre.

NovaCaixaGalicia, atrapada por todos los fuegos

Volviendo a la fusión gallega, se ha convertido en una de las entidades más perjudicadas por el Decreto, lo que ha hecho que la Xunta adopte una postura beligerante contra la norma con el anuncio de un posible recurso judicial. Además, algunas fuentes señalan que la entidad que preside Mauro Varela está dispuesta a pelear en los tribunales esta interpretación del gobernador, ya que no se recoge en la literalidad del Decreto.

Porque, con la negativa del Banco de España a concederle más dinero del FROB 1.0, tendrá que acogerse al FROB 2.0 y, en consecuencia, convertirse en banco y pasar a tener al Estado en su consejo. Para evitarlo, está explorando todas las vías posibles, como la implicación de las grandes fortunas de la comunidad autónoma o una fusión con Banco Pastor apoyada por la Xunta, de la que ayer dio cuenta El Confidencial,  que se antoja complicada porque este último exige tener el control en una operación así.

Lo cierto es que a NovaCaixaGalicia le ha hecho mucho daño el cambio constante de las reglas del juego del sector. Fue de las primeras entidades en fusionarse pese a una enorme oposición política y social; por esa premura y por optar por la fórmula favorecida desde Cibeles -la fusión pura-, no pudo beneficiarse de la fórmula del SIP, desarrollada posteriormente. Si lo hubiera hecho, tendría mucho más fácil ahora salir a bolsa o captar capital privado, al contar con un banco como entidad central.

Además, se había centrado en la dura reestructuración y saneamiento de balance a que se comprometió a cambio del dinero del FROB, en vez de acumular capital, lo que ahora imposibilita que pueda cumplir por sí misma con los requisitos del Decreto. Y por si fuera poco, haber aprobado los test de estrés (en teoría algo positivo) le perjudica porque no puede acceder a este régimen transitorio.

Así las cosas, y al margen de posibles peleas judiciales, sólo parece haber dos salidas para NovaCaixaGalicia: una fusión en la que pierda el control o la nacionalización. Y en ambos casos, tendrá que convertirse en banco.