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Fitch mantiene el grado de inversión de Italia: "Las medidas son más suaves ahora"
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BBB- ESTABLE

Fitch mantiene el grado de inversión de Italia: "Las medidas son más suaves ahora"

La agencia no deja de subrayar la llegada de la segunda ola en la economía italiana, así como su alto nivel de endeudamiento. Pero tiene fe en su modelo económico y apoyos como el del BCE

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Italia respira tranquila. La agencia de calificación de 'rating' Fitch ha mantenido la nota sobre su deuda en un BBB- con perspectiva estable. El país transalpino esquiva así acercarse aún más al grado de especulación al que está a un peldaño de alcanzar.

Pese a los riesgos que ha exacerbado la pandemia, Fitch reconoce otras fortalezas y diferencias respecto al primer golpe de primavera que apoyan que Italia pueda mantener el grado de inversión.

La agencia no deja de subrayar la llegada de la segunda ola en la economía italiana, con una media semanal en el ratio de mortalidad de 700 fallecidos diarios, mientras que el número de contagiados es ahora siete veces mayor que en la primera ola. "Sin embargo, las medidas actuales de contención son menos severas que en la primavera y llevarán probablemente a un menor coste económico".

Foto: Sede del BCE en Fráncfort. (Reuters)

"La pandemia del coronavirus ha supuesto un impacto relevante en la economía italiana y su posición fiscal soberana", explican los analistas en el comunicado. "La alta deuda del gobierno y un crecimiento económico estructuralmente débil continúan pesando sobre el 'rating", aseveran desde la agencia.

No obstante, Fitch también reconoce que "el 'rating' se ve apoyado por una economía diversificada, de alto valor añadido, por ser miembro de la eurozona, por el GNI per capita y unos indicadores de gobierno y desarrollo humano que son mucho más fuertes que sus compañeros de grupo [crediticio]".

"Italia se beneficia de una gran escala de expansión cuantitativa de los programas del Banco Central Europeo (BCE), el endeudamiento privado es moderado, y tiene una media favorable de vencimientos en la deuda pública (6,95 años), una cuenta de superávit sólido y una posición de inversión internacional neta cercana al balance", matizan desde la agencia.

Foto: Test de coronavirus en Turín. (EFE)

El PIB italiano creció en el tercer trimestre un 15,9%, después de unas contracciones del 5,5% y el 13% en el primer y segundo trimestres, respectivamente. El crecimiento económico está por tanto alrededor de un 5% por debajo de los niveles pre-pandémicos, a la par con sus vecinos europeos. Fitch prevé que en el total de 2020 la economía italiana se contraiga un 9,1% para luego crecer un 4,5% en 2021 y un 4,3% en 2022.

El BCE

En el largo comunicado de análisis, Fitch abarca un amplio abanico de condiciones, desde el entramado de apoyo fiscal del país hasta la estabilidad política (cree que los italianos tienen estabilidad a corto plazo tras las elecciones regionales, aunque avisa de los movimientos en la oposición, el partido M5S). Uno de los parámetros más relevantes es el del apoyo del BCE, tema que ha sido motivo de debate en las esferas de política monetaria de Europa este año. La institución presidida por Christine Lagarde no compra en su programa bonos basura - de haberle rebajado Fitch el 'rating' a Italia este viernes, el país transalpino no se habría visto del todo en la cuerda floja (teniendo el grado de inversión por parte de otras agencias) pero sí que habría comprometido al BCE políticamente.

En este sentido, Fitch hace una mención escueta de la dependencia de la economía italiana en el regulador monetario. "El programa PEPP del BCE reduce los riesgos en el corto y medio plazo y ayuda a facilitar la respuesta fiscal a la crisis a través de unos tipos de los bonos más bajos", argumentan desde la agencia. "Hasta septiembre de 2020, las compras de bonos soberanos italianos del PEPP alcanzaron los 95.200 millones de euros desde un total de 511.500 millones de euros, en un porcentaje de activos italianos del 18,6%".

En este contexto, la agencia se apoya con las expectativas generalizadas de que la entidad de Lagarde aumentará la potencia del programa en la reunión de la semana que viene y hace apunte de cómo se mueve el dinero impreso por el banco central dentro del entramado público. "Fitch estima que el Banco de Italia ganará anualmente en torno a 10.000 millones de euros (un 0,6% del PIB) en 'beneficios extra del QE' y que pagará esto en forma de dividendo al Tesoro, reduciendo así el déficit presupuestario", anota. "Este pago probablemente continúe en los próximos dos años y los beneficios podrían aumentar si el BCE expande el PEPP de 1,35 billones en su reunión del 10 de diciembre".

Italia respira tranquila. La agencia de calificación de 'rating' Fitch ha mantenido la nota sobre su deuda en un BBB- con perspectiva estable. El país transalpino esquiva así acercarse aún más al grado de especulación al que está a un peldaño de alcanzar.

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