La empresa tabaquera pública aumenta actividad y empleo en plena crisis del sector

En plena crisis económica y del sector, la empresa estatal dedicada a la adquisición y venta nacional e internacional del tabaco en rama se ha convertido en la excepción del sector público al aumentar su actividad y crear empleo durante 2012. La Compañía Española de Tabaco en Rama (Cetarsa) bate su marca histórica de transformación de tabaco (con 32.500 toneladas), aumenta su nivel de producción en un 25 por ciento y prevé incrementar en un 16 por ciento su plantilla este año.

Los datos del balance de Cetarsa a que ha tenido acceso El Confidencial confirman que la empresa pública (80 por ciento del accionariado es de la Sepi) cumplió el pasado año su principal función: comprar casi toda la producción nacional de tabaco y colocarla a las principales multinacionales del sector con las que tiene contratos.

Además de las ventajas para los productores nacionales que han logrado vender sus labores sin bajar los precios, e incluso con una subida del 4 por ciento, los beneficiarios más directos del ejercicio en positivo de Cetarsa son los 450 trabajadores que se libran de la sombra de los expedientes de regulación de empleo que amenaza al resto del sector público. La empresa aumentó incluso su personal fijo discontinuo en un 4,5 por ciento durante el pasado año y espera multiplicar por tres esa cifra durante 2013. 

La compañía estatal, presidida por Javier Gómez Darmendrail, ha podido aumentar sus compras en un 20 por ciento sus gracias a las gestiones con las grandes empresas manufactureras, lo que permite dar garantías de “sostenibilidad” al sector tabaquero agrícola nacional, según Cetarsa. Casi toda la producción española de tabaco, más del 80 por ciento de los ingresos totales, está destinada a la exportación. Y el 95 por ciento de los cultivos está en Extremadura.

El éxito en la gestión empresarial tiene mayor mérito si se tiene en cuenta que es un sector en grave crisis, según reconocen en fuentes de la propia compañía pero para resaltar que se mantienen las mismas incertidumbres sobre su futuro. El descenso del consumo de cigarrillos en España ha bajado en un 40 por ciento en cuatro años, el contrabando y falsificación del producto es una actividad delictiva al alza que puede acercarse casi al 10 por ciento del total; y no esté claro que el cultivo del tabaco pueda seguir benefiándose de las ayudas de la PAC (política agraria común).

La empresa pública transformará en este ejercicio un volumen aproximado de 32.500 toneladas de tabaco, la mayor cifra desde su constitución, con un incremento medio de producción sobre los últimos años de un 25 por ciento.