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Sólo las pymes despiertan el apetito inversor del capital riesgo en España
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REINVENCIÓN DE LA INDUSTRIA

Sólo las pymes despiertan el apetito inversor del capital riesgo en España

España ya no es lo que era y tampoco el capital riesgo en versión local. La crisis en su contexto general y la falta de crédito

España ya no es lo que era y tampoco el capital riesgo en versión local. La crisis en su contexto general y la falta de crédito como síntoma particular han transformado la manera de gestionar el dinero de los inversores privados. Con las estadísticas del último ejercicio recién horneadas, los datos vuelven a confirmar la tendencia a la baja que arrancó hace cuatro años. En 2012, la inversión de las compañías de capital riesgo en España alcanzó los 2.525 millones de euros, otro 22% menos que se acumula a caídas anteriores, según los datos presentados ayer por Carlos Lavilla, nuevo presidente de la Asociación Española de Capital Riesgo (Ascri).

Dentro de la espiral negativa que todo lo inunda, el private equity español quiere asomar la cabeza y reivindicar que las empresas españolas siguen atrayendo la inversión extranjera. "A pesar del pesimismo, hay inversores que identifican España como una buena oportunidad para invertir", afirma el socio de Corpfin Capital, que estará al frente de la patronal los próximos dos años. Sin embargo, ese dinero está encontrando un camino muy determinado, lejos de grandes compañías como en años anteriores, dado que el el 97% de las operaciones  realizadas en España se dirigieron a financiar pymes en fases iniciales y expansión.

En general, esta inversión busca sectores innovadores, anticíclicos y de fácil internacionalización como informática, salud y medicina, energía y biotecnología. Hace tiempo que las compañías de bienes de consumo, antaño favoritas entre los inversores, ya no tienen cabida para el capital riesgo. El mercado ha cambiado y las nuevas condiciones han reorientado las prioridades para invertir, de manera que son las pequeñas y medianas empresas quienes parten con situación de ventaja para optar al dinero existente, aunque en 2012 la captación de nuevos fondos cayó otro 9%, hasta 2.172 millones, del que dos terceras partes fue extranjero.

Aunque hay menos dinero nacional disponible, su hueco es ocupado por otros inversores internacionales, como HIG, Bain Company o Trilantic, que durante 2012 se han estrenado en España. Ellos han protagonizado el mercado de transacciones, en el que sólo se han ejecutado desinversiones por importe de 956 millones, un 47% menos que en el año anterior. Y es que, como explica Lavilla, todavía existe dificultad para encontrar compradores que quieran entrar, fruto de un entorno económico negativo, de la falta de financiación bancaria y de las valoraciones de activos poco atractivas.

Intermediarios de financiación pública

A medio camino entre la reinvención y la oportunidad de negocio, el sector de capital riesgo reclama su papel como "actor fundamental en la financiación y en la puesta en marcha de nuevos proyectos empresariales" y de apoyo a las pymes. En ese contexto, Lavilla recuerda el interés de la industria, que ocupa a casi un millar de profesionales, porque el sector público impulse medidas de apoyo para crear un mecanismo de financiación para pequeñas y medianas empresas, distinto al bancario, en el que participen tanto el dinero privado como los mercados de capitales, algo que recoge el Memorando de Entendimiento (MoU).

En este sentido, Ascri trabaja en la presentación de una propuesta para que el Gobierno cree un fondo público de inversión que sea gestionado por firmas privadas para invertir en pymes y proyectos de emprendedores como ya se hace en otros países del entorno europeo. En su opinión, las entidades de capital riesgo "ya han demostrado que saben invertir y que lo hacen bien", por lo que cree que la mejor forma de que se gestione ese fondo público es que lo haga el sector privado, de manera que exista una combinación y colaboración de los dos esferas por reactivar los instrumentos de financiación no bancarios para las empresas.

España ya no es lo que era y tampoco el capital riesgo en versión local. La crisis en su contexto general y la falta de crédito como síntoma particular han transformado la manera de gestionar el dinero de los inversores privados. Con las estadísticas del último ejercicio recién horneadas, los datos vuelven a confirmar la tendencia a la baja que arrancó hace cuatro años. En 2012, la inversión de las compañías de capital riesgo en España alcanzó los 2.525 millones de euros, otro 22% menos que se acumula a caídas anteriores, según los datos presentados ayer por Carlos Lavilla, nuevo presidente de la Asociación Española de Capital Riesgo (Ascri).

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