Sabadell y Santander, los más interesados en la nueva subasta de CatalunyaCaixa

Una vez superados los test de estrés de Oliver Wyman y con los planes de recapitalización encima de la mesa, comienzan de nuevo los movimientos de consolidación en el sector. Se supone que la primera subasta será la de CatalunyaCaixa, que se celebrará a principios de año tras traspasar sus activos al 'banco malo', para la que los más interesados son Sabadell y Santander. Pero luego vendrá el resto de las nacionalizadas y el sector da por hecho que Liberbank -una vez que rompa con Ibercaja- y BMN también tendrán que ser absorbidas por alguna de las siete entidades aprobadas.

En el caso de la entidad catalana, Sabadell ya se había mirado con mucho interés CatalunyaCaixa en la subasta aplazada en junio, hasta el punto de que la mayoría de la documentación recibida en el data room fue solicitada por el banco que preside Josep Oliu. El Sabadell quiere seguir creciendo más allá de la CAM, ya que su EPA y las ampliaciones de capital de este año le permiten hacerlo, y CatalunyaCaixa le aporta una complementariedad muy importante: el banco está centrado sobre todo en las pymes y banca personal, mientras que la fusión de las cajas de Catalunya, Manresa y Tarragona es pura banca minorista. Además, la Generalitat está presionando para que sea el banco catalán el que se quede con la caja, máxime en un escenario político como el que se ha abierto ahora en la comunidad.

En cuanto al Santander, su interés se fundamenta en la necesidad de crecer en Cataluña, donde su cuota de mercado es inferior a la del resto de España, y en responder al golpe asestado por BBVA con la compra de Unnim, que lo ha situado por delante del banco de Emilio Botín en esa comunidad. BBVA también pretende presentarse a la subasta puesto que no quiere perder esa ventaja frente al eterno rival y porque la fusión de Unnim con CatalunyaCaixa le proporcionaría una posición de privilegio clara en Cataluña.

Según las fuentes consultadas, CatalunyaCaixa tiene otros pretendientes con menos posibilidades, como Unicaja -enfrascada en la integración de Caja España-Duero- o Kutxabank, e incluso podrían presentarse algunas entidades extranjeras con ganas de crecer en España como Deutsche Bank. Esta demanda se explica porque, una vez saneada con la transferencia de sus activos al banco malo y la inyección de capital de 10.850 millones, la caja catalana es una de las franquicias más poderosas de España. Como muestra, en el último año no sólo no ha perdido depósitos sino que ha crecido ligeramente, según datos de la CECA, frente a desplomes superiores al 25% en Bankia o Caja España.

La gran ausente de la puja es La Caixa, cuya posición dominante en Cataluña haría que tuviera múltiples redundancias (y problemas de competencia) con CatalunyaCaixa. Según distintas fuentes consultadas, sus ojos están puestos en NovaGalicia, aunque desde otras fuentes cercanas a la entidad niegan este extremo, al igual que su interés en Popular publicado por algunos medios. En Galicia, La Caixa más Banca Cívica tiene una cuota de sólo el 9% frente al 16,25 que tiene en el conjunto de España, lo que la sitúa en la misma situación que el Santander en Cataluña.

Todo el mundo tendrá que quedarse con algo

Tampoco es cierto que los compradores estén focalizados en una única 'presa'. Tanto Sabadell como Santander están considerando otras opciones. En todo caso, los cuatro grandes (Santander, BBVA, La Caixa y Sabadell) han asumido que tendrán que participar en un nuevo movimiento de concentración, y probablemente entrarán KutxaBank y Unicaja -e incluso podría verse forzado  a participar Bankinter-. Popular de momento se ha caído de la carrera por su necesidad de captar 3.223 millones antes de junio, aunque el objetivo del banco que preside Ángel Ron es preservar su independencia.

Pero es que hay muchas entidades para repartirse. Aparte de CatalunyaCaixa y NovaGalicia, está Banco de Valencia (aunque ésta es clara candidata a ser liquidada) y, por supuesto, BFA-Bankia, para la que la opción más probable es el troceo y la venta por partes. Una operación en la que tendrán que participar forzosamente los grandes.

Pero no se trata sólo de ellas. Las entidades que han suspendido los test y que pasarán a engrosar el Grupo 2 también tienen muy difícil captar el capital que necesitan para cumplir las exigencias de Oliver Wyman y, en consecuencia, su supervivencia en solitario. Hablamos básicamente de BMN (Mare Nostrum) y de Liberbank si, como todo indica, se rompe su proyecto de fusión con Ibercaja. También podría entrar en este grupo Caja3, aunque la intención de Ibercaja es mantener su fusión con la más pequeña del grupo. Aunque todos ellos han presentado planes para seguir en solitario, el sector duda de que puedan devolver los CoCos que van a recibir. Por tanto, habrá prácticamente tantos compradores como entidades que deben ser vendidas.

Por último, hay una gran diferencia entre las subastas que van a comenzar en cuanto se ponga en marcha el 'banco malo' y las que hemos visto hasta ahora (CajaSur, CAM y Unnim). En las ya celebradas, se trataba de una subasta inversa en la que ganaba el que menos garantías contra pérdidas (EPA, esquema de protección de activos) y menos capital adicional pedía. Ahora, las entidades que el FROB pondrá a la venta habrán recibido fuertes inyecciones de capital público y habrán traspasado sus activos tóxicos al 'banco malo', con lo que estarán completamente saneadas. Por tanto, serán subastas normales, en las que ganará el que más pague por las entidades.