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La Seguridad Social prevé que España pierda un millón de habitantes esta década
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EL INFORME ECONÓMICO-FINANCIERO DIBUJA UN NEGRO FUTURO

La Seguridad Social prevé que España pierda un millón de habitantes esta década

La cifra es espectacular. Y supone no sólo un cambio de tendencia, sino una auténtica bomba de relojería para la Seguridad Social. El sistema público de

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La Seguridad Social prevé que España pierda un millón de habitantes esta década

La cifra es espectacular. Y supone no sólo un cambio de tendencia, sino una auténtica bomba de relojería para la Seguridad Social. El sistema público de protección social estima que en lo que queda de década -hasta 2020- España perderá población de forma muy acusada. Hasta el extremo de que el saldo entre emigración e inmigración supondrá una pérdida de 945.000 habitantes.

Según los cálculos oficiales, se estima un flujo anual de inmigrantes equivalente a 450.000 personas al año, mientras que, por el contrario, la salida será muy superior a esa cifra. En este caso, debido a un doble fenómeno: el regreso a casa de extranjeros que vinieron a España en los años del boom económico y la salida de nacionales en busca de oportunidades laborales en el extranjero. Aunque no sólo eso.

Los datos que incorpora el Informe Económico-Financiero de la Seguridad Social 2013 -un documento clave para entender la evolución del sistema público de pensiones- reflejan que España sufrirá un movimiento vegetativo negativo hasta 2020. En concreto, de 19.969 personas cada año.

La causa tiene que ver, lógicamente, con un descenso de los nacimientos -fenómeno derivado en gran parte de la crisis económica- y un incremento de las defunciones que hay que vincular al envejecimiento de la población. No se trata, sin embargo, de un episodio coyuntural. La propia Seguridad Social estima que “en la década de los años 20 posiblemente el saldo sea negativo”, lo que sin duda lastra el funcionamiento del sistema de reparto (los activos pagan las pensiones de quienes han alcanzado la edad de jubilación).

El informe de la Seguridad Social está elaborado a partir de las proyecciones demográficas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y parte de que durante la presente década el número de nacimientos será inferior en un 4,7% a la década anterior. En 2020, según esas estimaciones, se registrarán 396.000 nacimientos, lo que representa un 18,1% menos que en 2010. El descenso no tiene que ver con la menor tasa de fecundidad, sino por la reducción del número de mujeres en edad fértil.

El envejecimiento de la población llevará, igualmente, a que se dispare el número de fallecimientos en los próximos años. Las defunciones serán en la próxima década, un 7,46% superiores a las de la década anterior.

Factor de sostenibilidad y pensiones 

Los datos son relevantes porque impactan de lleno en la línea de flotación de la Seguridad Social, cuya situación presupuestaria está determinada por tres factores: el empleo, la productividad y la evolución demográfica. Sobre estas tres variables gira el llamado factor de sostenibilidad, un concepto introducido en el ordenamiento legal en la última reforma de la Seguridad Social que el Gobierno de Mariano Rajoy  revisará en las próximas semanas.

La revisión es una exigencia a España por parte del Consejo Europeo, y es el argumento que utilizará el Gobierno para acelerar la entrada en vigor de la jubilación a los 67 años, cuya periodo transitorio finaliza en 2027.

A corto plazo, sin embargo, las presiones demográficas son menores. Los datos de la Seguridad Social muestran que las pensiones de jubilación tuvieron un  crecimiento comparativamente bajo en los primeros años de la década con la excepción del año 2005, momento en el que cumplieron 65 años los nacidos en 1940, año en que aumentó la natalidad al finalizar la Guerra Civil.  

En los años siguientes, el incremento se situó en torno a un 2%, correspondiendo dos tercios del incremento a pensiones de jubilación. Desde 2011 se inicia una tendencia descendente que para 2013 se estima será de un 1,25%. Una tasa reducida pero que se sitúa ligeramente por encima de las que se registraron entre 1998 y 2004 debido al impacto demográfico del  periodo comprendido entre 1933 y 1939.

En la otra parte de la balanza hay que poner, sin embargo, la diferencia, cada vez mayor, entre la cuantía de las nuevas altas de pensiones y las bajas por fallecimiento. Mientras que la pensión media mensual de las altas de jubilación dentro del régimen general se situaba en agosto en 1.092 euros, las bajas apenas alcanzaban los 898,8 euros, lo que presiona la solvencia de la Seguridad Social. O dicho en otros términos, los que entran al sistema de pensiones cobran más que los que salen, lo que no es achacable sólo a que las cotizaciones han sido más elevadas durante la vida laboral. También contribuye que más de un tercio de los pensionistas percibe complemento de mínimos; es decir, lo que el Estado aporta para alcanzar el umbral establecido por ley.

La cifra es espectacular. Y supone no sólo un cambio de tendencia, sino una auténtica bomba de relojería para la Seguridad Social. El sistema público de protección social estima que en lo que queda de década -hasta 2020- España perderá población de forma muy acusada. Hasta el extremo de que el saldo entre emigración e inmigración supondrá una pérdida de 945.000 habitantes.

Banco de España Seguridad Social