Es noticia
Linares se marcha con más de 30 millones en la nevera
  1. Economía
TRAS CUARENTA AÑOS DE LEALTAD AL GRUPO

Linares se marcha con más de 30 millones en la nevera

La fidelidad tiene su premio. Y gordo cuando se trata de echar cuentas de la liquidación de la primera gran empresa española. Julio Linares, hasta ayer

Foto: Linares se marcha con más de 30 millones en la nevera
Linares se marcha con más de 30 millones en la nevera

La fidelidad tiene su premio. Y gordo cuando se trata de echar cuentas de la liquidación de la primera gran empresa española. Julio Linares, hasta ayer consejero delegado de Telefónica, deja la compañía tras cuarenta años de lealtad a un grupo en el que entró en 1970, en plena dictadura, con un monopolio que no se rompió hasta finales de los noventa, cuando el Estado llevó a cabo la privatización completa de la operadora.

Al dejar sus funciones ejecutivas, el veterano directivo de Telefónica tiene derecho a percibir una compensación consistente en un máximo de tres anualidades más una por antigüedad en la empresa. En números gruesos, como el pasado año percibió 5,10 millones de euros, a Linares le corresponderían algo más de 20 millones. A esa cifra habrá que añadir el plan de pensiones acumulado en su larga trayectoria y que no viene detallado en la memoria de Telefónica. No obstante, el pasado ejercicio recibió más de 500.000 euros por ese concepto.

Sin embargo, Linares no podrá cobrar esos emolumentos de forma inmediata. La compañía ha pactado abonárselos cuando la abandone por completo, cuando deje su nuevo cargo y sus puestos en los consejos de varias filiales. Un buen premio para un hombre "excepcional", según varios compañeros de consejo, con más de 410.000 acciones de Telefónica en su cartera y con otras casi 500.000 opciones pendientes de ejecución.

Un currículo 'made in Telefónica'

Tras pasar por numerosos puestos de responsabilidad, como el centro de investigación y desarrollo, la dirección general de marketing, la división multimedia, la presidencia de Telefónica de España y de otras filiales, como Telyco y Chile, Linares fue ascendido a consejero delegado del grupo en diciembre de 2007 para afrontar la etapa posterior a la burbuja económica.

Una transformación que a Telefónica le está costando más de la cuenta por la aparición de nuevos modelos de comunicación y competidores ajenos a las telefonía tradicional. Una nueva etapa para la que Alierta prefiere confiar en los ejecutivos más jóvenes, más profanos en el mundo financiero que en el operativo, si bien Linares seguirá como vicepresidente tercero.

La fidelidad tiene su premio. Y gordo cuando se trata de echar cuentas de la liquidación de la primera gran empresa española. Julio Linares, hasta ayer consejero delegado de Telefónica, deja la compañía tras cuarenta años de lealtad a un grupo en el que entró en 1970, en plena dictadura, con un monopolio que no se rompió hasta finales de los noventa, cuando el Estado llevó a cabo la privatización completa de la operadora.

Julio Linares