Es noticia
UBS exige 200 millones a Manuel Jove para no ejecutarle el 2,5% de BBVA
  1. Economía
EN DOS SEMANAS LE VENCE UN PRÉSTAMO DE CASI 900 MILLONES

UBS exige 200 millones a Manuel Jove para no ejecutarle el 2,5% de BBVA

Manuel Jove tiene que decidir en los próximos quince días qué hace con el 5% del capital de BBVA que compró en 2007 con un crédito

Foto: UBS exige 200 millones a Manuel Jove para no ejecutarle el 2,5% de BBVA
UBS exige 200 millones a Manuel Jove para no ejecutarle el 2,5% de BBVA

Manuel Jove tiene que decidir en los próximos quince días qué hace con el 5% del capital de BBVA que compró en 2007 con un crédito de hasta 2.600 millones, de los que cerca de 900 millones le vencen el próximo 31 de julio. UBS, su principal acreedor, le exige una nueva aportación de fondos que ronda los 200 millones de euros para alargar la fecha de pago. De lo contrario, la entidad suiza ejecutaría la garantía y se quedaría con el 2,5% del banco presidido por Francisco González.

Fuentes oficiales de Inveravante, el holding creado por Jove tras vender Fadesa por 2.200 millones de euros a finales de 2006, han declinado hacer ningún comentario sobre esta información. Se limitan a señalar que el inversor gallego todavía no ha tomado una decisión definitiva sobre la que el mismo califica como “ruinosa” inversión en BBVA. Para poder renovar el préstamo sindicado, UBS le urge hacer un nuevo desembolso que según distintas fuentes oscila ronda los 200 millones, un dispendio que a Jove le cuesta acometer en estos momentos.

Para el mayor inversor de BBVA se trata de una medida difícil puesto que ya destinó unos 500 millones de euros en metálico en el verano de 2007 para hacerse con el 5% del banco con sede en Bilbao. Aquella operación se estructuró con ese cash más un préstamo de 2.700 millones. En total, una inversión inicial de 3.200 millones, más otros 250 millones adicionales puestos en 2010, que hoy apenas tiene un valor de mercado de 1.350 millones.

Tras varias amortizaciones y renegociaciones, Jove había conseguido reducir la deuda vinculada a BBVA a unos 1.750 millones, de los cuales hace poco refinanció 875 hasta julio de 2013, como adelantó El Confidencial el pasado lunes. Le queda la otra mitad, que expira en dos semanas. Gracias a complejas operaciones de cobertura con derivados, el ex dueño de Fadesa ha conseguido minimizar las pérdidas brutas de 2.300 millones por esta aventura bursátil. No obstante, según fuentes financieras a Jove le ha costado un agujero de entre 600 y 800 millones de su patrimonio la apuesta sobre el segundo banco de España.

El préstamo tiene como garantía en prenda las propias acciones de BBVA, por lo que, si no se renueva, UBS pasará a ser accionista de referencia del grupo dirigido por Francisco González. Para la entidad financiera española esa situación puede ser problemática porque supondría que el banco suizo y los otros acreedores pudieran vender en mercado esa participación. Ello supondría una presión adicional sobre la cotización de BBVA, muy castigada, como el resto de sus competidores, por la incertidumbre sobre el sector y la economía nacional. Por ello no se descarta que González tome cartas en el asunto para minimizasr el impacto.

Otras fuentes añaden que UBS también cubrió su riesgo con Jove de forma directa y con BBVA de forma indirecta mediante una emisión de bonos convertibles por 3.171 millones, por lo que aparentemente apenas sufriría pérdidas por la ejecución del préstamo al empresario gallego.

Desde que Manuel Jove se convirtió en el principal accionista de BBVA, la entidad presidida por Francisco González se ha derrumbado cerca de  un 75%, llegando a registrar en ese periodo las dos mayores caídas anuales de la última década, en línea con el comportamiento de otros bancos como Santander, Popular y Sabadell.  Por si fuera poco, en noviembre de 2010, BBVA hizo una ampliación de capital de 5.059 millones para financiar la compra del turco Garanti Bank por 4.200 millones y reforzar los recursos propios. La inyección, a 6,75 euros por título, supuso diluir un 20% a todos los accionistas. Para evitarlo, Jove optó por acudir a la ampliación y aportar otros 250 millones, ya que si su participación hubiera disminuido por debajo del 5% hubiera perdido las ventajas fiscales de no tener que tributar por los dividendos. Ese desembolso también se hizo con préstamos.

Una compleja red coberturas

Jove entró en BBVA en plena burbuja del crédito. Lo hizo tras recibir numerosas propuestas de inversión con el cebo de que debía invertir los 2.200 millones captados en la venta de Fadesa para beneficiarse del benevolente tratamiento fiscal de la reinversión de plusvalías. Optó, animado incluso por el Gobierno, por la del banco bilbaíno sin más interés que el puramente financiero, ya que nunca pidió asiento en el consejo de administración.

Compró los 224,32 millones de títulos a 18,22 euros por acción (el viernes valían apenas 5). Para protegerse de tan significativa inversión en el caso de que BBVA pudiera caer en bolsa, Jove contrató diversas coberturas con derivados. Así ocurrió en 2008. El batacazo fue tan brutal –más del 50%-  que Inverante se vio obligado a finales de ese año a modificar esas posiciones. En concreto, acordó con UBS un precio por acción de 11,25 euros, frente a los 18,22 iniciales.

En esa restructuración se estableció un collar por el que se aseguraba que su pérdida máxima no superaría el 15%, mientras que la ganancia más alta no llegaría al 20%. Es decir, que si BBVA caía por debajo de 9,59 euros, las minusvalías corresponderían a UBS, mientras que si la cotización subiera por encima de los 13,50 euros, las plusvalías se las apuntaría el banco financiador.

Pero no fue suficiente. En 2009, Jove redujo de forma significativa los títulos que tenía de BBVA a través de UBS, BNP Paribas y Banco Pastor y los traspasó a JP Morgan para “reforzar más la cobertura”,  ya que el grupo presidido por Francisco González cayó por debajo del precio pactado con anterioridad. A principios de 2010 comunicó también a la SEC que había disminuido en 7,18 millones de acciones la posición que tenía en UBS,  que ya solo manejaba 114,73 millones de títulos de BBVA como garantía del préstamo inicial, frente a los 174,04 que tenía cuando el empresario coruñés anunció que había adquirido el 5% del capital del banco español en 2007.

Entre 2008 y 2010, Jové amortizó 921 millones, por lo que la deuda se había reducido a 1.748,9 millones. Aun así, en febrero de 2011, la sociedad de cartera del multimillonario gallego informó al regulador estadounidense que había contratado los servicios de Brussels Branch, Morgan Stanley y Citi para reforzar su participación, ya que la caída no se frenaba. Como ha ocurrido hasta hoy.

Manuel Jove tiene que decidir en los próximos quince días qué hace con el 5% del capital de BBVA que compró en 2007 con un crédito de hasta 2.600 millones, de los que cerca de 900 millones le vencen el próximo 31 de julio. UBS, su principal acreedor, le exige una nueva aportación de fondos que ronda los 200 millones de euros para alargar la fecha de pago. De lo contrario, la entidad suiza ejecutaría la garantía y se quedaría con el 2,5% del banco presidido por Francisco González.