BFA y Bankia adelantan sus consejos a este miércoles para nombrar de urgencia a Goirigolzarri

BFA y Bankia han convocado de urgencia sus respectivos consejos para este miércoles con el fin de adelantar el nombramiento como presidente de José Ignacio Goirigolzarri, previsto inicialmente para el viernes. Se da la paradoja de que, con la fórmula elegida por el Gobierno para nacionalizar la entidad, los consejos actuales tienen que dar el visto bueno al presidente que va a destituir a la mayoría de sus miembros, ya que se da por hecha una renovación completa con la nueva gestión.

Este adelanto pretende aliviar la situación de incertidumbre que pesa sobre la entidad tras la salida de Rodrigo Rato anunciada el lunes, con el valor desplomándose en bolsa y una fuerte inquietud entre los clientes que corre el riesgo de traducirse en una fuga de depósitos. De esta forma, Goirigolzarri podrá tomar las riendas de la entidad inmediatamente y anunciar cuáles son sus planes y en qué va a consistir el saneamiento con dinero público.

Ahora mismo, todo son incógnitas sobre la situación de BFA-Bankia ante la falta de información de la propia entidad, de Economía y del Banco de España. Se desconocen los motivos que han provocado el rescate con dinero público después de que el supervisor aprobara el plan de saneamiento de la entidad, el tamaño definitivo de la inyección (el lunes fuentes oficiales hablaban de 7.000 millones), cómo se va a arbitrar (inicialmente se planteó como convertibles contingentes (cocos) pero eso exige una fusión de BFA y Bankia, y otras fuentes hablan de acciones o de la conversión en capital de las preferentes del FROB 1) e incluso la fiabilidad de las cuentas no auditadas presentadas la semana pasada y los motivos por los que Deloitte se negó a firmarlas.

Los consejeros, muy descontentos

El hecho de no haber optado por una intervención clásica -como las adoptadas en CCM, CajaSur, CAM y Banco de Valencia- provoca que los consejos actuales de BFA-Bankia tengan que pasar por el trago de dar su visto bueno a un presidente que probablemente va a destituir a la mayoría de sus actuales miembros. Fuentes financieras dan por hecho que saldrán, como mínimo, todos aquellos con filiación política o sindical de cualquier signo, así como los ejecutivos afines a Rato.

Fuentes de estos órganos muestran su descontento con esta situación y aseguran que van a exigir al nuevo presidente amplias explicaciones sobre lo sucedido y sobre las medidas que se van a tomar a partir de ahora. Asimismo, pretenden reprochar a Rato que les haya mantenido al margen de todo el proceso e incluso de su intención de dimitir, que sólo comunicó a su círculo más cercano.