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La banca y los ricos de Eolia pierden al ángel salvador de su inversión en renovables
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EL FONDO AMERICANO FIRST RESERVE DESCARTA LA COMPRA

La banca y los ricos de Eolia pierden al ángel salvador de su inversión en renovables

La incertidumbre regulatoria sobre el sector de las energías renovables tiene una nueva víctima. Se trata de Eolia Renovables, la compañía de molinos de viento participada

Foto: La banca y los ricos de Eolia pierden al ángel salvador de su inversión en renovables
La banca y los ricos de Eolia pierden al ángel salvador de su inversión en renovables

La incertidumbre regulatoria sobre el sector de las energías renovables tiene una nueva víctima. Se trata de Eolia Renovables, la compañía de molinos de viento participada por un gran número de bancos españoles y Telefónica, así como varios grandes patrimonios privados. First Reserve, el fondo estadounidense con el que negociaba su venta por algo más de 300 millones, ha roto las conversaciones

Así lo aseguran varias fuentes próximas a Eolia Renovables, proyecto de inversión en energías verdes lanzado en 2007 por N+1. La operación, que estaba siendo asesorada por Uría y Menéndez, se ha caído por las amplías discrepancias entre el precio que quieren percibir los accionistas del grupo y el que estaba dispuesto a pagar First Reserve.

La negativa del fondo estadounidense, que el año pasado cerró un acuerdo de coinversión con otra empresa española, Renovalia Energy, propiedad del exdueño de Forlasa, Juan Domingo Ortega, tensa aún más las relaciones entre los inversores de Eolia y los promotores de la sociedad de capital riesgo. Entre los primeros se encuentras bancos como Sabadell, Bankinter y Kutxaban, los cuáles han exigido en distintas ocasiones que los responsables de N+1 les dieran una ventana de liquidez para poder vender sus participaciones.

Sin embargo, las exigencias de precios y las turbulencias de los mercados han hecho imposible encontrar una salida para los accionistas, entre los que también se encuentran family office y otros grandes patrimonios de Castilla y León y Valencia. La empresa trató de salir a bolsa entre finales de 2007 y 2008, hasta el punto de registrar su solicitud en la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Con el asesoramiento de Citi, en ese momento se valoró en 1.000 millones, capitalización que permitía a sus socios multiplicar por varias veces su inversión.

Pero la caída en picado de empresas similares, como Iberdrola Renovables, Solaria y Fersa, obligó a rebajar la valoración a unos 600 millones. Un ejercicio de realismo que no sirvió de mucho cuando en 2010 volvió a intentar dar el salto a los mercados de capitales. Para ese segundo intento, Eolia contrató a Deutsche Bank y Goldman Sachs, cuyos informes de valoración fueron rechazados por los propios accionistas al considerar que “malvendían la compañía”.

Este nuevo fracaso llevó al presidente de la empresa, Miguel Salis, exdirectivo de Jazztel, y a sus inversores a trocear el grupo y venderlo por activos. En 2011 consiguió desprenderse de casi 300 megawatios de potencia en México, un país que, a diferencia de España, sí ha mantenido las primas a las renovables. Este el principal motivo por el que First Reserve ha decidido paralizar la adquisición.

Una marcha atrás que, sin duda, va a caldear todavía más las estridentes relaciones entre N+1 y sus promotores, algunos de los cuales también están en otros vehículos de inversión de la firma de capital riesgo. Eolia está participada por cerca de 150 accionistas. Los más importantes son Pireneal, con el 15,33% -un grupo de inversores de Castilla y León-; Inverduero Eólica, con el 6,15%; Sabadell, con el 5,74%, Gesfesa Energía, con el 5%; Bankinter, con el 3,7%; BBK, con el 3,58%; N+1, con el 3,26%; Fonditel, con el 3,40%, Kutxa, con el 2,95% y Miguel Salís, consejero delegado, con el 2,39%. El restante 48,26% está en manos de numerosos pequeños empresarios que aportaron sus activos o clientes de N+1.

La incertidumbre regulatoria sobre el sector de las energías renovables tiene una nueva víctima. Se trata de Eolia Renovables, la compañía de molinos de viento participada por un gran número de bancos españoles y Telefónica, así como varios grandes patrimonios privados. First Reserve, el fondo estadounidense con el que negociaba su venta por algo más de 300 millones, ha roto las conversaciones