El Banco de España gana 3.200 millones de euros por la escalada del oro

La escalada en el precio del oro le sienta bien al Banco de España. Hasta el extremo de que el valor de las reservas de oro se ha apreciado en nada menos que 3.213 millones de euros en los últimos doce meses. O lo que es lo mismo, las 9,05 millones de onzas que todavía hoy obran en poder del Banco de España valen un 37% más que hace un año. El ‘rally’ hubiera sido mayor si en 2007 el banco central no hubiera vendido el 32% de sus reservas, justo cuando con el comienzo de la crisis se disparó el precio del oro como valor refugio.

Y todavía más si se compara con las 16,8 millones de onzas que llegó a tener el Banco de España en su poder entre 1999 y 2005, año en el que comienzas las ventas de oro.

Esta ‘explosión’ del oro explica que las reservas de divisas se hayan disparado., hasta alcanzar su máximo registro desde enero de 2003. En concreto, se situaron en enero de este año en 37.017 millones. El mínimo se alcanzó en agosto de 2005, cuando el volumen de reservas apenas alcanzaba los 13.260 millones de euros, prácticamente una tercera parte de los niveles actuales. El aumento del precio del oro explica en buena medida lo sucedido, pero también el incremento de las divisas convertibles distintas del euro.

Las reservas de divisas españolas, en todo caso, siguen siendo muy reducidas respecto del peso de su economía. Un país más pequeño que España como es Holanda (volcado al comercio exterior) posee 39.623 millones, mientras que el Banco de Francia tiene en su poder divisas por valor de 133.091 millones, el triple que España. Italia tiene un volumen similar  al de Francia y en el caso de Alemania, el Bundesbank poseía al acabar el año pasado 184.603 millones de euros, cinco veces más que España.

Las reservas internacionales de divisas -no se incluyen los activos frente a los países de la eurozona- comprenden los activos frente al exterior, líquidos y denominados en moneda extranjera, que estén bajo el control de las autoridades monetarias. A partir de esta definición, comprenden: el oro monetario, los Derechos Especiales de Giro, la posición de reserva en el FMI, los activos en moneda extranjera (moneda, depósitos y valores) y otros activos (entre los que se incluyen derivados financieros).

Como es lógico, la apreciación del oro no tiene efectos inmediatos sobre los beneficios del Banco de España, ya que se trata de plusvalías latentes. Es decir, que sólo se materializarían en caso de que el Banco de España decidiera una nueva enajenación como la aprobada por el anterior Gobierno. La onza de oro prácticamente se ha triplicado en los mercados internacionales desde aquella venta masiva.

Fuertes desequilibrios

El volumen de reservas de divisas fue un indicador clave hasta que España entró a formar parte del euro, y aunque ha ido perdiendo importancia, todavía tiene relevancia económica. Sobre todo en naciones que, como es el caso de España, acumulan fuertes desequilibrios de balanzas de pagos (el conjunto de transacciones económicas con el exterior).

Ayer mismo, Eurostat publicó que entre enero y noviembre del año pasado el déficit comercial español se situó en 42.700 millones de euros. La cifra -equivalente al 4% del PIB- contrasta con el gigantesco superávit alemán, pero también con el de Holanda e Irlanda, con un excedente entre exportaciones e importaciones, equivalente a 40.500 millones de euros. En el conjunto de la eurozona, sólo Francia tiene peores registros en términos absolutos (-79.100 millones), pero mejores en términos relativos debido al tamaño de la economía gala.

Un país como Grecia, al borde de la bancarrota, posee una reservas de 5.377 millones de euros, pero nada menos que el 81%  están depositadas en oro, y  sólo 23 millones están en moneda extranjera convertible. En España, por el contrario, más de la mitad de las reservas (19.972 millones) están denominadas en divisas convertibles.