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Filantropía a la española: los ricos prefieren invertir en ladrillo
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AMANCIO ORTEGA COMPRA LA TORRE PICASSO

Filantropía a la española: los ricos prefieren invertir en ladrillo

La compra por parte de Amancio Ortega de la Torre Picasso, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Madrid, ha supuesto un nueva muesca en

Foto: Filantropía a la española: los ricos prefieren invertir en ladrillo
Filantropía a la española: los ricos prefieren invertir en ladrillo

La compra por parte de Amancio Ortega de la Torre Picasso, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Madrid, ha supuesto un nueva muesca en la lista de millonarios españoles que invierten en ladrillo, a diferencia de las fortunas estadounidenses, que prefieren hacerlo en otros sectores. El último informe sobre riqueza mundial elaborado por la consultora inmobiliaria Knight Frank y el banco estadounidense Citigroup, revela que las grandes riquezas del viejo continente, en contraste con las del resto del mundo, invierten su fortuna en el sector inmobiliario. En concreto, la compra de una propiedad inmobiliaria en Europa se realizó en 2011 en un 71% en efectivo y en un 29% a través de deuda, porcentajes que se reducen al 47% y 53% respectivamente a nivel global.

Amancio Ortega compró la Torre Picasso a FCC por un importe de 400 millones de euros, después de que su inmobiliaria ampliara su cartera de edificios con los históricos del Santander y otros inmuebles de oficinas en Madrid. Antes, la familia Reyzábal, expropietaria del edificio Windsor, adquirió otro edificio en el Paseo de Recoletos (Madrid) por casi 50 millones de euros. También, Luis Fernández Somoza, empresario dueño de Transportes Azkar, adquirió a FCC por 60 millones de euros sus sedes corporativas de Madrid y Barcelona, ubicadas en la calle Federico Salmón de la capital y en la calle Balmes de la Ciudad Condal, respectivamente.

Entre las últimas operaciones de la constructora destaca también el traspaso de su futura sede en Las Tablas (Madrid), antes incluso de ser construida, como ya adelantó El Confidencial, y cuya adquisición ultima la familia Gorbea -ex propietarios de algunas salas de cine-, por alrededor de 80 millones de euros.

Junto a las rebajas que ofrecen los inmuebles, otra de las grandes razones para que las fortunas refuercen sus posiciones en el ladrillo es la inestabilidad de los mercados financieros. “La volatilidad de las bolsas y la baja rentabilidad de los bonos hace que muchos grupos familiares hayan elevado su exposición a la inversión inmobiliaria”, explica Humphrey White, director de inversión internacional de Knight Frank España.

Torre Picasso en particular es uno de los edificios más representativos de la capital. Ubicado en el Paseo de la Castellana, en pleno eje de negocios de Madrid, cuenta con una superficie total construida de unos 121.000 metros cuadrados y una altura de 157 metros con 45 plantas, de las que 42 son de oficinas dedicadas en cuerpo y alma al alquiler. Y el caso es que funciona. Desde que se inauguró en 1988 el edificio ha mantenido siempre la plena ocupación. El pasado año sin ir más lejos, generó ingresos de hasta 26 millones de euros y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 22 millones. Un ejemplo tan solo de cómo el ladrillo representa, a nivel europeo, la mitad de las carteras de inversión de las grandes riquezas. Y todo apunta a que seguirá jugando un papel relevante en el futuro. Pero no es el caso de otros importantes patrimonios foráneos.

¿Son los ricos extranjeros más solidarios?

Hace unos años, Warren Buffet fue designado el hombre más rico del mundo según la lista Forbes. Ahora, sin embargo ha bajado hasta el tercer puesto con 47.000 millones de dólares, por detrás del magnate de las telecomunicaciones Carlos Slim (53.500 millones) y de Bill Gates (53.000 millones). Esta caída tiene su explicación. En 2006, Buffet decidió donar el 80% de su fortuna a instituciones benéficas y entre estas donaciones, le otorgó 31.000 millones de dólares a la fundación del matrimonio Gates.

Bajo el título Stop Coddling the Super-Rich (Dejad de mimar a los súper ricos), el filántropo y multimillonario presidente del grupo Berkshire Hathaway, que factura anualmente cerca de siete millones de dólares (unos 4,8 millones de euros), no solo se ha empeñado en desafiar al establishment de EEUU, sino que ha llegado a asegurar que subir los impuestos a las clases altas no daña la inversión. E incluso llegó a criticar al Congreso estadounidense por su afinidad a las rentas altas. "Hemos sido mimados por un Congreso amigo de los multimillonarios", añadió en un conocido medio de comunicación norteamericano.

El Oráculo de Omaha tiene el 98% de sus bienes invertido en acciones de Berkshire Hathaway, por lo que la suerte de su patrimonio personal está ligada totalmente a la de su empresa. Ni rastro de inversiones en ladrillo.

Por su parte, Bill Gates anunció hace poco que iría dejando sus responsabilidades en Microsoft para centrarse en sus proyectos "caritativos" a través de la Fundación Bill & Melinda Gates, la mayor organización del planeta con fines filantrópicos y caritativos que busca llevar la innovación en salud y educación a la comunidad global y destaca por sus aportes a la investigación contra el VIH y múltiples proyectos en África. Esta fundación tiene por objetivo "erradicar las 20 mayores enfermedades del mundo", e incluso ha creado su propio instituto especializado en Población y Salud Reproductiva. Un ejemplo de las entidades que se benefician es Family Care International. Bill Gates donó a esta entidad 3,2 millones de dólares en 2005, otros 5,7 en 2003 y 8 millones en 2000.

Buffett y Gates no son las únicas riquezas norteamericanas en especializarse en obras caritativas. Otras enormes fundaciones ligadas a grandes magnates están en ello: la Ford Foundation, la William and Flora Hewlett Foundation, la Rockefeller Foundation o David and Lucile Packard Foundation. El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, también decidió unirse a la iniciativa del creador de Microsoft y el gurú financiero, de donar la mitad de sus fortunas a causas filantrópicas. Además, el pasado mes de septiembre, Zuckerberg anunció la donación de cien millones de dólares a las escuelas de Newark (Nueva Jersey).

Otras riquezas foráneas un tanto menos sustanciales también se han unido a la causa. Larry Ellison, el CEO de Oracle también ha donado importantes sumas de dinero a otras fundaciones con cifras de hasta 40 millones de dólares al año. La Fundación de los esposos Michael y Susan Dell, en Austin, Texas, al principio se centró en la mejora de la educación y la salud de los niños del centro de Texas, pero más tarde se expandieron para llegar a más niños a nivel mundial. Ahora, esta organización ha comprometido casi 450 millones de dólares para ayudar a organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en las grandes comunidades urbanas en los Estados Unidos e India.

La compra por parte de Amancio Ortega de la Torre Picasso, uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Madrid, ha supuesto un nueva muesca en la lista de millonarios españoles que invierten en ladrillo, a diferencia de las fortunas estadounidenses, que prefieren hacerlo en otros sectores. El último informe sobre riqueza mundial elaborado por la consultora inmobiliaria Knight Frank y el banco estadounidense Citigroup, revela que las grandes riquezas del viejo continente, en contraste con las del resto del mundo, invierten su fortuna en el sector inmobiliario. En concreto, la compra de una propiedad inmobiliaria en Europa se realizó en 2011 en un 71% en efectivo y en un 29% a través de deuda, porcentajes que se reducen al 47% y 53% respectivamente a nivel global.