El Tesoro paga hasta un 41% más por su deuda a corto plazo y no consigue colocar el máximo previsto

Malas noticias para el Tesoro. Hoy se enfrentaba a una nueva prueba de fuego y ni  el rescate de Grecia ya sobre la mesa ha rebajado la presión sobre España. Y es que ha tenido que pagar un 21% más por sus letras a 3 meses y un 41% más por la deuda a seis meses y ni con esas ha logrado el máximo previsto. En total ha colocado 750 millones y 2.140 millones de euros respectivamente frente a los 3.000 millones que pretendía.

Así, con la prima de riesgo por encima de los 300 puntos básicos, el Tesoro ha acudido al mercado con un escenario similar,  al de la subasta del jueves, en la que acabó pagando el precio más alto desde 1997 para colocar su deuda, pero con una diferencia fundamental, esta vez no tiene la excusa de la incertidumbre antes de conocer el resultado de la Cumbre europea sobre el segundo rescate a Grecia.

Para comparar con una subasta de estas características hay que remontarse al pasado 21 de junio, cuando el Tesoro colocó 2.988 millones de euros, cerca del máximo previsto en los 3.250 millones de euros, a una rentabilidad un 13% más cara en el caso de las letras a a tres meses y que fue ligeramente más moderada en la emisión a seis meses. Eso sí, el diferencial con el bund alemán a diez años se encontraba en los 250 puntos básicos, bastante lejos del cierre de ayer en los 326 puntos básicos y hay que tener en cuenta que entre medias ha habido una subida de tipos de interés del Banco Central Europeo de medio punto.La semana pasada España acudió a los mercados de deuda con la tensión en su máximo nivel. De hecho, el lunes la prima de riesgo rozaba de nuevo los 370 puntos básicos ante la creciente inestabilidad de Europa por la falta de acuerdo sobre cómo se iba a articular la participación privada en el rescate griego y eso, a pesar de que la banca patria salía bien parada de las pruebas de estrés de los bancos.

Finalmente, a última hora de la tarde del jueves llegaba el acuerdo y el riesgo de los países periféricos, que ya en la víspera se había moderado, se situaba en los 285 puntos básicos tras caer un 20% desde máximos y un 10% en un sólo día. Pero la tregua ha durado poco. Al cierre de los mercados del viernes, el Banco de España comunicaba la intervención de Caja de Ahorros del Mediterráneo y ayer los inversores castigaban con fuerza a España. 

De hecho, el sector financiero se llevaba por delante al Ibex 35 en una jornada semifestiva -salvo la bolsa, el resto del país celebró el día de Santiago- y la prima de riesgo se volvía a calentar por encima de los temidos 300 puntos básicos, en los que según los analistas comienza 'la espiral de la muerte' o 'el punto de no retorno'. Y es que mal ha sentado entre los inversores internacionales que la institución presidida por Miguel Ángel Fernández Ordoñez haya tenido que inyectar 2.800 millones de euros para sanear sus cuentas antes de venderla a otro banco después de su desastrosa actuación en los test de estrés.

Pero esta no es el único reto al que se tendrá que enfrentar el Tesoro español en los próximos días. El jueves celebrará su séptima subasta de liquidez en lo que va de año -la primera fue el 10 de enero, seguida de dos en febrero y una en marzo, abril y mayo- por la que realizará una operación de compraventa doble con la fecha en la que el Tesoro hace el préstamo a la entidad de turno, el tipo de interés y el día de devolución. En este caso, el periodo contemplado es del 1 de agosto al 6 de septiembre y el dinero a subastar no se conocerá hasta las 10 horas del mismo día.