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El juez cita al consejero delegado de Yamaha España por supuesto espionaje al comité de empresa
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LA MULTINACIONAL PRETENDE IRSE A FRANCIA

El juez cita al consejero delegado de Yamaha España por supuesto espionaje al comité de empresa

El hasta hace unos días consejero delegado de Yamaha en España, Hiroshi Tanaka, tendrá que comparecer el próximo día 27 de junio ante el juzgado de

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El juez cita al consejero delegado de Yamaha España por supuesto espionaje al comité de empresa

El hasta hace unos días consejero delegado de Yamaha en España, Hiroshi Tanaka, tendrá que comparecer el próximo día 27 de junio ante el juzgado de instrucción número 4 de Sabadell por un supuesto delito de espionaje industrial al comité de empresa. Los hechos se remontan al mes de marzo, cuando los integrantes del comité no pudieron acceder a sus correos electrónicos. “Llegaron a la compañía dos personas ajenas a la misma y que no están identificadas y realizaron copias de todas las comunicaciones del personal. Lo grave del caso es que eso se producía justamente en el momento en que empresa y trabajadores se encontraban en plena negociación del expediente de regulación de empleo con el que Yamaha pretende cerrar definitivamente su plante de producción en España”, señala a El Confidencial Lluís Salvadores, abogado que presentó una querella por este motivo.

En la denuncia se acusa a Tanaka, pero también al director de recursos humanos, César Ruano, y al director de informática, Juan Francisco Sierra. Estos dos acusados declararon ya ante el juez que la orden de copiar las comunicaciones había provenido del consejero delegado de la multinacional y que la acción se debió a “una autoría general informática”. Además, implicaron en la iniciativa al responsable de informática a nivel de Europa, Kojiro Iwasawa, contra quien el comité también estudia medidas legales.

El bloqueo de los correos electrónicos sucedió el día 9 de marzo. La compañía había presentado un expediente de regulación de empleo el día 2 del mismo mes, con la intención de trasladar toda su producción a la factoría que tiene en la localidad francesa de Saint Quentin, de donde, curiosamente, es oriundo el ministro francés de Industria. “Cuando llegamos a las oficinas, vimos que no funcionaba. Subimos a pedir explicaciones y nos encontramos con dos personas de fuera que estaban haciendo copias de todos los documentos y los correos electrónicos. Entonces, llamamos a los Mossos d’Esquadra, que levantaron acta, y más tarde formulamos la querella”, señala a este diario Óscar Rivera, secretario general de la sección sindical de CCOO en Yamaha.

Oposición de los gobiernos

Nadie entiende la decisión de la dirección de la multinacional de cerrar la planta española. “En los 30 años que lleva funcionando, Yamaha siempre ha tenido beneficios, excepto en el año 2009, cuando hubo cinco millones de euros de pérdidas. Pero si lo analizamos con la planta de Francia, allí ese año tuvieron 24 millones en números rojos”, explica Rivera. Por tanto, el comité sostiene que no hay razones objetivas para el cierre de la factoría de Palau Solità i Plegamans. De la misma manera lo entiende el consejero de Empresa y Ocupación, Francesc Xavier Mena, que ya anunció a la multinacional que la Administración catalana no veía motivos para aprobar el Ere. Por este motivo, Yamaha decidió retirar el expediente a finales de abril, aunque en su hoja de ruta continúa figurando la intención de abandonar España y trasladarse a Francia debido a la caída de ventas en Europa un 47% en tres años. Además, en las últimas semanas se llevó algunas piezas para la fábrica de Saint Quentin, presumiblemente para proceder a su homologación en Francia. Sin embargo, esta circunstancia no afectó a la producción de la factoría barcelonesa.

El pasado lunes, los representantes de los trabajadores se reunieron también con el director general de Industria, Jesús Candil, para hacerle llegar su preocupación por las intenciones de la dirección. “El director general nos dijo que el Gobierno está en contra del cierre y que haría todo lo posible para evitarlo. Además, nos prometió que el Gobierno central ayudará a la Generalitat en todo lo posible para que Yamaha se quede en España y se puedan mantener tanto la capacidad productiva como los puestos de trabajo”.

La compañía tiene una plantilla total de unos 500 trabajadores directos, entre los empleados de la factoría y los comerciales. Pero, además, es una empresa clave para la industria auxiliar de la zona del Vallès, comarca donde se ubica. La media docena de empresas de motos que operan en Cataluña dan trabajo a un sector que ocupa, en su conjunto, a unos 25.000 trabajadores.

El hasta hace unos días consejero delegado de Yamaha en España, Hiroshi Tanaka, tendrá que comparecer el próximo día 27 de junio ante el juzgado de instrucción número 4 de Sabadell por un supuesto delito de espionaje industrial al comité de empresa. Los hechos se remontan al mes de marzo, cuando los integrantes del comité no pudieron acceder a sus correos electrónicos. “Llegaron a la compañía dos personas ajenas a la misma y que no están identificadas y realizaron copias de todas las comunicaciones del personal. Lo grave del caso es que eso se producía justamente en el momento en que empresa y trabajadores se encontraban en plena negociación del expediente de regulación de empleo con el que Yamaha pretende cerrar definitivamente su plante de producción en España”, señala a El Confidencial Lluís Salvadores, abogado que presentó una querella por este motivo.

Comité Olímpico Español (COE)