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Portugal claudica, pide el rescate y recibirá 75.000 millones
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RECIBIRÁ ENTRE 75.000 Y 80.000 MILLONES

Portugal claudica, pide el rescate y recibirá 75.000 millones

Portugal ha pedido el rescate, finalmente. Lisboa ha solicitado la ayuda financiera a la Unión Europea, que cifra en 75.000 millones de euros la cantidad de

Foto: Portugal claudica, pide el rescate y recibirá 75.000 millones
Portugal claudica, pide el rescate y recibirá 75.000 millones

Portugal ha pedido el rescate, finalmente. Lisboa ha solicitado la ayuda financiera a la Unión Europea, que cifra en 75.000 millones de euros la cantidad de dinero que tendrán que dar al país para evitar el ‘default’ ante los vencimientos de deuda que tiene en abril y, sobre todo, en junio. El mercado calcula que el paquete sería de hasta 80.000 millones.

Fuentes de la Unión Europea han confirmado en declaraciones a Bloomberg que el paquete de ayuda a Portugal será de 75.000 millones de euros, lo que coincide con la cifra que dio a finales de marzo el presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker: "Si Portugal tiene que pedir ayuda europea, es una cifra que me parece apropiada".

La situación se había vuelto insostenible esta semana después de que los bancos dijeran que se negaban a seguir comprando deuda si no se solicitaba el rescate y la rentabilidad de los títulos a 5 años superase el 10%. Ahora, Portugal tendrá que negociar las condiciones del rescate, que pasarán por nuevas y más duras medidas de ajuste.

El ministro de Economía, Fernando Teixeira dos Santos, lo adelantó anoche y después lo confirmó el primer ministro, José Sócrates: Portugal ha iniciado los trámites para recibir la asistencia financiera del fondo de rescate. "Lo he intentado todo, pero ha llegado un momento en el que no tomar la decisión de pedir el rescate nos habría ocasionado unos riesgos que no podíamos asumir".

Expertos, inversores y gobiernos llevan descontando el rescate de Portugal desde enero, pero el Gobierno luso se había resistido hasta el último momento al mismo, pese al castigo que estaban sufriendo sus bonos. La rentabilidad que tenía que pagar por sus títulos superó el 7% en febrero y el 8% en marzo, lo que dificultaba seriamente cumplir con los compromisos de deuda que tenía el país, con vencimientos de 4.300 millones en abril y de 4.900 en junio, según los datos de RBS.

La crisis de deuda se cobra tres víctimas

Portugal se convierte así en el tercer país europeo que tiene que ser rescatado como consecuencia de la crisis de deuda soberana en los últimos doce meses. El pasado mes de mayo se aprobó un paquete de ayuda a Grecia de 110.000 millones de euros para un periodo de tres años, de los cuales, 80.000 millones fueron préstamos bilaterales.

Entonces se intensificaron los temores ante un posible contagio a otros países y los periféricos vieron cómo sus primas de riesgo (el diferencial entre la rentabilidad de los bonos nacionales y los alemanes, que se toman como referencia en Europa) se dispararon. El siguiente país en caer fue Irlanda, en noviembre y por culpa de la banca y el agujero que provocó a las arcas del Estado. Al final, Dublín cedió a las presiones internacionales y se le concedió una ayuda de 85.000 millones.

En los tres casos, los respectivos gobiernos negaron hasta el último minuto la necesidad de ayuda: por un lado, se percibe como un estigma y, por otro, supone la imposición de condiciones económicas y control al que ningún país quiere someterse.

La crisis política, el pistoletazo de salida para la petición del rescate

Los problemas de Portugal se intensificaron el pasado 24 de marzo cuando el primer ministro José Sócrates dimitió tras el rechazo de la oposición a su cuarto plan de ajuste. La prima de riesgo del país, que había ido subiendo en las semanas anteriores, tomó carrerilla y el 31 de marzo superó los 500 puntos básicos, un nivel superior al que tenían las de Grecia e Irlanda antes de sus rescates. El rendimiento de los bonos lusos se situó por encima del 8% en el caso de los de 2 años y los de 10 y 5 años llegaron hasta el 9%.

Los expertos de Barclays destacan que el problema fundamental de Portugal es el bajo crecimiento de la productividad. Si ésta no mejora, será muy difícil darle la vuelta a la relación deuda/PIB que podría llegar a situarse alrededor del 100% en tres años.

Ahora Portugal se enfrenta a un periodo transitorio y de incertidumbres. Tendrá que tomar más medidas de ajuste para controlar el déficit del Estado y celebrará elecciones anticipadas el próximo 5 de junio. El presidente del país, Anibal Cavaco Silva, dijo en el momento de anunciar la convocatoria de los comicios que “el próximo gobierno se enfrenta a una crisis económica y financiera sin precedentes”.

Portugal ha pedido el rescate, finalmente. Lisboa ha solicitado la ayuda financiera a la Unión Europea, que cifra en 75.000 millones de euros la cantidad de dinero que tendrán que dar al país para evitar el ‘default’ ante los vencimientos de deuda que tiene en abril y, sobre todo, en junio. El mercado calcula que el paquete sería de hasta 80.000 millones.

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