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Llega la semana clave para la bolsa: elecciones en EEUU y reunión de la Reserva Federal
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LOS RIESGOS DE CAÍDA SON MAYORES QUE LOS DE UNA REACCIÓN ALCISTA

Llega la semana clave para la bolsa: elecciones en EEUU y reunión de la Reserva Federal

La bolsa afronta a partir de hoy la semana más decisiva del año (después de la de la crisis de la deuda de los países periféricos),

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Llega la semana clave para la bolsa: elecciones en EEUU y reunión de la Reserva Federal

La bolsa afronta a partir de hoy la semana más decisiva del año (después de la de la crisis de la deuda de los países periféricos), que puede marcar no sólo el fin de año, sino también la tendencia del mercado a largo plazo. Wall Street y varias plazas europeas han alcanzado la zona de máximos del año y su superación definitiva depende de los dos grandes acontecimientos de los próximos días: las elecciones legislativas en EEUU de mañana y la reunión de la Reserva Federal del miércoles. Y los expertos consideran que los riesgos de recaída son mayores que los de una ruptura alcista definitiva.

El mercado ha estado subiendo en las últimas semanas porque descuenta una victoria de los republicanos, que retomarían el control del Congreso, y un programa de compras de bonos por parte de la Fed, el llamado Quantitave Easing 2, que sea masivo. Pero "todo tiene que producirse como espera el mercado para que sigamos subiendo", como dice  el gestor norteamericano Alan Lancz.

En consecuencia, si cualquiera de estos dos acontecimientos clave sale mal -porque ganan los demócratas o porque la Fed lanza una medida más modesta de la que anticipa el mercado-, la bolsa puede sufrir una dura corrección.

Y ésta puede llegar incluso aunque se cumplan las expectativas: "Podemos estar ante un caso típico de comprar con el rumor y vender con la noticia. El escenario más positivo ha sido descontado de sobra en los precios, así que su confirmación podría dar paso a una toma masiva de beneficios", opina un analista independiente. En ese caso, la gran pregunta es que pasaría después: si se trataría sólo de una corrección antes de que los índices vuelvan a intentar asaltar los máximos, esta vez con el entorno de su parte, o si significaría el final del rally y una vuelta a la parte baja del movimiento lateral en que se han movido los índices casi todo el año.

Los mercados desean una victoria republicana porque se supone que así el Congreso actuará de contrapeso a la política de estímulos de Obama, lo que le obligará a frenar el gasto público. Algo que sería bueno para el dólar y para el comercio mundial, a juicio de Ed Fitzpatrick, gestor de Schroders. Ahora bien, cree que puede haber un efecto negativo a corto plazo, porque el Congreso bloqueará la extensión de las rebajas fiscales y eso será negativo para el consumo y, en consecuencia, para el crecimiento económico.

Según las encuestas, parece casi segura la victoria de los republicanos en el Congreso, pero el Senado está en el aire. Una victoria demócrata en esta cámara no gustaría demasiado al mercado, aunque tampoco le sorprendería. Lo que sería catastrófico sería un triunfo demócrata en el Congreso.

Bernanke comprará bonos, pero ¿cuántos?

En cuanto a la Fed, los últimos comunicados y discursos de Ben Bernanke han dejado claro que el banco central está decidido a lanzar un segundo programa de compra de bonos para estimular la anémica recuperación económica en EEUU y, sobre todo, para evitar el peligro de deflación, que es lo que más miedo le da a la Fed. Por tanto, la única sorpresa aquí sería que no lo lance, lo que causaría un terremoto en los mercados. Pero es tremendamente improbable.

La cuestión que tiene a los operadores mordiéndose las uñas es cuál será el tamaño de la operación. El mercado empezó descontando 500.000 millones de dólares, luego elevó la cifra a un billón e incluso hay quien habla de dos. "Si el tamaño del estímulo es inferior al esperado, podemos ver cierta caída, pero el mercado aceptará esa cantidad de forma positiva si la Fed deja la puerta abierta a incrementarla si es necesario para conseguir sus objetivos", señala Doug Roberts, estratega jefe de Channel Capital. 

En efecto, hay cierta corriente en el mercado que piensa que Bernanke ni siquiera va a dar la cifra total que piensa gastarse, sino sólo una previsión hasta la siguiente reunión de la Fed, y así sucesivamente. Esto es precisamente lo que hizo el BCE hace unos meses y le permitiría una gran flexibilidad al no fijar un compromiso de antemano. Pero eso alimentaría la incertidumbre de los inversores, y probablemente sería muy mal recibido, al menos a corto plazo.

¿Qué pasará con el dólar y la deuda?

Tampoco debemos olvidarnos del impacto en otros mercados. Credit Suisse considera que un compromiso abierto de la Fed alimentaría la actual depreciación del dólar, que tendría que conjugarse con las implicaciones del resultado electoral. En cuanto a los bonos, este banco cree que se mantendrán planos -su rentabilidad ha caído a mínimos históricos- por la certeza de que los inversores tendrán un comprador de sus títulos, pero que empezarán a caer en precio y a subir en rentabilidad en cuanto se aprecie que la actuación del banco central tiene éxito y la recuperación económica se acelera.

En cambio, Bill Gross de Pimco, el gestor del mayor fondo de bonos del mundo, opina que la puesta en marcha del Quantitative Easing 2 marcará nada menos que el final de la tendencia alcista de la deuda de los últimos 30 años porque las rentabilidades actuales son insostenibles y por las expectativas de mayor crecimiento e inflación.

En todo caso, está claro que nos encontramos en una semana absolutamente decisiva y en la que puede haber movimientos muy violentos en uno u otro sentido. Así que los inversores deben estar preparados para tomar decisiones con gran velocidad.

La bolsa afronta a partir de hoy la semana más decisiva del año (después de la de la crisis de la deuda de los países periféricos), que puede marcar no sólo el fin de año, sino también la tendencia del mercado a largo plazo. Wall Street y varias plazas europeas han alcanzado la zona de máximos del año y su superación definitiva depende de los dos grandes acontecimientos de los próximos días: las elecciones legislativas en EEUU de mañana y la reunión de la Reserva Federal del miércoles. Y los expertos consideran que los riesgos de recaída son mayores que los de una ruptura alcista definitiva.

Salidas a bolsa Wall Street Journal