Es noticia
Energía geotérmica: cuando el negocio está a 4.500 metros bajo tierra
  1. Economía

Energía geotérmica: cuando el negocio está a 4.500 metros bajo tierra

Novedades tecnológicas que hoy podrían parecernos extrañas e incluso lejanas, están a la orden del día: fibras acústicas, energía geotérmica o la biomedicina, son proyectos en los

Foto: Energía geotérmica: cuando el negocio está a 4.500 metros bajo tierra
Energía geotérmica: cuando el negocio está a 4.500 metros bajo tierra

Novedades tecnológicas que hoy podrían parecernos extrañas e incluso lejanas, están a la orden del día: fibras acústicas, energía geotérmica o la biomedicina, son proyectos en los que se están volcando los investigadores con el apoyo de grandes grupos de inversores y con los que esperan hacerse millonarios descubriendo la energía del futuro o haciendo más cómoda la vida de las personas.

Presisamente una de las áreas donde más dinero se está invirtiendo es la energía geotérmica. El último número de la revista 'The Economist' realiza un extenso reportaje sobre este 'futuro negocio' que ya está seduciendo a gobiernos y magnates de todo el mundo. Sin ir más lejos, el Departamento de Energía de los Estados Unidos ha destinado 338 millones de dólares en 123 proyectos basados en este tipo de energía.

El principal área de pruebas del mundo se ubica en Australia, donde actualmente se han otorgado 400 licencias para expermientar con la energía geotérmica. El área de pruebas no es nada desdeñable, ya que ocupa el equivalente a la superficie España. En ese vasto territorio proliferan cientos de perforaciones que no buscan ni petróleo, ni gas. Únicamente el calor que emanan las piedras a más de 4.500 metros de profundidad. La energía geotérmica ya no sólo se limita a las regiones volcánicas. Mediante la perforación de pozos profundos bajo el suelo se puede obtener esta energía en casi cualquier lugar del planeta.

El procedimiento que sigue es aparentemente sencillo. A través de la excavación se inyecta agua fría a alta presión, que al entrar en contacto con las rocas calientes produce un vapor de agua que ya en la superficie se transforma en energía. El proceso es más barato y la energía es más limpia, lo que incentiva su desarrollo. Los costes de producción de un kilowatio se reducen en un 40% respecto a la energía tradiciona -pasa de 0,19 dólares por kilowatio a los 0,09 dólares- lo que explica el interés por esta tecnología.

El principal problema de la energía geotérmica es que puede desatar terremotos de muy baja intensidad. De hecho, este ‘inconveniente’ es necesario para que la tecnología funcione ya que son las fracturas de las rocas donde se efectúan estas inyecciones de agua. La solución de los expertos pasa por llevar a estos generadores de energía naturales a las afueras de las grandes ciudades.

Un accionista español entre rocas

En España también se trabaja en el desarrollo de la energía geotérmica, aunque el campo de pruebas se asienta en zonas volcánicas, como en las Islas Canarias, donde trabaja la australiana Petratherm. La compañía lleva trabajando en la isla de Tenerife desde hace más de un lustro y destaca su enfoque hacia España por las condiciones naturales para extraer energía del calor del interior de la tierra y por el ventajoso marco regulatorio ibérico.

Su filial española, Petratherm España, fue constituida en 2006 y está presidida por Derek Carter, su consejero delegado es José Manuel Prada. Cuenta con un socio local, la consultora andaluza Prehenita, especializada en el sector de la minería.

Novedades tecnológicas que hoy podrían parecernos extrañas e incluso lejanas, están a la orden del día: fibras acústicas, energía geotérmica o la biomedicina, son proyectos en los que se están volcando los investigadores con el apoyo de grandes grupos de inversores y con los que esperan hacerse millonarios descubriendo la energía del futuro o haciendo más cómoda la vida de las personas.

Presisamente una de las áreas donde más dinero se está invirtiendo es la energía geotérmica. El último número de la revista 'The Economist' realiza un extenso reportaje sobre este 'futuro negocio' que ya está seduciendo a gobiernos y magnates de todo el mundo. Sin ir más lejos, el Departamento de Energía de los Estados Unidos ha destinado 338 millones de dólares en 123 proyectos basados en este tipo de energía.

El principal área de pruebas del mundo se ubica en Australia, donde actualmente se han otorgado 400 licencias para expermientar con la energía geotérmica. El área de pruebas no es nada desdeñable, ya que ocupa el equivalente a la superficie España. En ese vasto territorio proliferan cientos de perforaciones que no buscan ni petróleo, ni gas. Únicamente el calor que emanan las piedras a más de 4.500 metros de profundidad. La energía geotérmica ya no sólo se limita a las regiones volcánicas. Mediante la perforación de pozos profundos bajo el suelo se puede obtener esta energía en casi cualquier lugar del planeta.

El procedimiento que sigue es aparentemente sencillo. A través de la excavación se inyecta agua fría a alta presión, que al entrar en contacto con las rocas calientes produce un vapor de agua que ya en la superficie se transforma en energía. El proceso es más barato y la energía es más limpia, lo que incentiva su desarrollo. Los costes de producción de un kilowatio se reducen en un 40% respecto a la energía tradiciona -pasa de 0,19 dólares por kilowatio a los 0,09 dólares- lo que explica el interés por esta tecnología.

El principal problema de la energía geotérmica es que puede desatar terremotos de muy baja intensidad. De hecho, este ‘inconveniente’ es necesario para que la tecnología funcione ya que son las fracturas de las rocas donde se efectúan estas inyecciones de agua. La solución de los expertos pasa por llevar a estos generadores de energía naturales a las afueras de las grandes ciudades.