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Caja Madrid-Bancaja pide un proceso de privatización de las cajas al estilo italiano
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RATO: "EL PROBLEMA NO VA A SER DEVOLVER EL FROB"

Caja Madrid-Bancaja pide un proceso de privatización de las cajas al estilo italiano

La primera comparecencia conjunta de los presidentes de Caja Madrid y Bancaja tras el anuncio de su fusión ha dejado un titular explosivo: han pedido que

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Caja Madrid-Bancaja pide un proceso de privatización de las cajas al estilo italiano

La primera comparecencia conjunta de los presidentes de Caja Madrid y Bancaja tras el anuncio de su fusión ha dejado un titular explosivo: han pedido que se estudie un proceso de privatización de las cajas al estilo del acometido en Italia para que estas entidades puedan acceder al capital en las mismas condiciones que las demás.

José Luis Olivas, presidente de Bancaja y vicepresidente de la entidad fusionada, ha admitido que “la desconfianza de los mercados es tan grande que ya no caben romanticismos sino que es la hora de soluciones pragmáticas que nos exigen los mercados”. “Hace unos meses plantearse una reforma de las cajas al estilo de la Ley Ammato parecía imposible, pero hoy debemos hacerlo”.

Esta declaración choca frontalmente con la postura mantenida por la CECA, que ha reiterado también hoy su director general, José Antonio Olavarrieta, en los cursos de la Universidad Menéndez Pelayo en Santander, que consiste en apostar por las cuotas participativas con derechos políticos como mejor instrumento para captar capital en los mercados a la vez que permiten preservar el modelo mutualista de las cajas.

Sin embargo, Olivas considera que hay que ir más allá porque, con unos mercados que están vendiendo todo tipo de activos españoles, “será difícil que las cuotas con derechos políticos sean la solución”. “Habrá que ir a soluciones mucho más imaginativas y acordes con las mayores exigencias de los mercados en estos momentos”, ha añadido.

La reforma italiana consistió en una conversión de las cajas de ahorros en sociedades anónimas normales, en la que las fundaciones de las mismas se convirtieron en accionistas y pasaron a financiar la obra social con los dividendos pagados por la sociedad a esas acciones.

Olivas ha pintado un panorama muy negro de los mercados y ha calificado de “tormenta perfecta” la situación actual. “La desconfianza es tan grande que, aunque tanto el Estado como las entidades financieras cumplamos nuestras obligaciones, va a tardarse varios trimestres en que los mercados vuelvan a fiarse de la deuda pública y privada española”.

Rodrigo Rato, presidente de Caja Madrid y del SIP (fusión virtual), ha querido quitar un poco de hierro a la propuesta de su colega y ha señalado que “no se trata de que las cajas se conviertan en bancos, pero otra cosa es que una parte del negocio financiero pueda hacerse a través de un banco o bien adoptar otros modelos como un holding. De lo que se trata es de que las cajas no se vean discriminadas por la nueva regulación de Basilea y que cada entidad pueda optar por la solución más conveniente, porque no todas son iguales”.

Confianza en su capacidad para devolver el FROB

Rato se ha mostrado convencido de la capacidad del SIP –que también incluye a Caja Ávila, Segovia, Rioja, Insular y Laietana- para pagar sin problemas los intereses de la inyección de capital del FROB, unos 350 millones al año, y para devolver los fondos recibidos, 4.465 millones. “El problema no va a ser devolver el FROB”, ha sentenciado.

Para ello, confía en dos vías: las sinergias fruto de la integración, que se obtendrán mediante un número no relevado de prejubilaciones y el cierre de 500 oficinas, y la menor necesidad de provisiones gracias precisamente a la utilización de ese dinero público para ello.

Tampoco ha descartado acceder a los mercados de capitales “con las modificaciones legislativas mencionadas” para sustituir la financiación del FROB por otra con un coste más reducido. El dinero del fondo de rescate cobra un interés del 7,75% el primer año, que se incrementa en 0,15 puntos en cada ejercicio posterior. El plazo de devolución de las ayudas es de cinco años ampliables a siete en situaciones excepcionales.

Asimismo, Olivas y Rato han revelado que el compromiso del SIP se extiende durante 15 años y que el Banco de España ya ha dado el visto bueno al plan de integración y viabilidad de la fusión.

La primera comparecencia conjunta de los presidentes de Caja Madrid y Bancaja tras el anuncio de su fusión ha dejado un titular explosivo: han pedido que se estudie un proceso de privatización de las cajas al estilo del acometido en Italia para que estas entidades puedan acceder al capital en las mismas condiciones que las demás.

Rodrigo Rato Caja Madrid